Agua que mata
En Bangladesh al menos 10 millones de personas beben agua con ars¨¦nico de los pozos que promovi¨® la cooperaci¨®n internacional
"Me salieron manchas en la piel y despu¨¦s empezaron los problemas de ri?¨®n. Mi tobillo derecho est¨¢ muy inflamado y me duele much¨ªsimo, los m¨¦dicos dicen que debo cuidarme para que no se me gangrene", se queja Sinu Rani, una jornalera de Bangladesh que tuvo de dejar su trabajo por las dolencias. Es s¨®lo una v¨ªctima m¨¢s del mayor envenenamiento colectivo de la historia: cada d¨ªa millones de personas beben agua de pozos contaminados con ars¨¦nico en este pa¨ªs del sur de Asia.
La tragedia es traicionera: la gran mayor¨ªa va enfermando poco a poco. Sin darse cuenta. El agua que beben no tiene ning¨²n olor o sabor extra?o. Pero con el tiempo -de ocho a 20 a?os despu¨¦s- empiezan a sufrir manchas en la piel, sensaci¨®n de ardor, cansancio cr¨®nico, p¨¦rdida de la sensibilidad en las extremidades, gangrena o da?os en los ¨®rganos internos que puede evolucionar en c¨¢ncer, principalmente de la piel, vejiga y pulm¨®n. Algunos tambi¨¦n mueren fulminados por infartos de miocardio. Todos consumen agua extra¨ªda de pozos que fueron construidos por la cooperaci¨®n internacional para frenar otras enfermedades, y que ahora les est¨¢ matando.
"Al lado de esto, Chern¨®bil podr¨ªa parecer un 'pic-nic", dice un experto
Los afectados pueden sufrir c¨¢ncer e infartos de miocardio
El ¨²nico tratamiento es dejar de beber el agua intoxicada y comer bien
El 16% de los pozos del pa¨ªs est¨¢n envenenados. Se pintan de color rojo
Por si fuera poco, adem¨¢s de los problemas de salud, los enfermos sufren tambi¨¦n una grave discriminaci¨®n. Se enfrentan al desconocimiento del resto, que no sabe que los males que padecen estas personas no son contagiosos. Sahida Begum, tiene 32 a?os. Viv¨ªa de lo que ganaba con un puesto de t¨¦ en la calle. "Pero cuando me empezaron a salir manchas y grietas en las manos, la gente dej¨® de comprarme por miedo a infectarse", cuenta esta mujer. "Ahora tampoco me dejan coger agua del pozo limpio. Tienen miedo a que lo contamine", dice. Rani y Begum son vecinas del distrito de Mushinganj. En este lugar, al sur Dhaca, la capital, hasta el 47% de los pozos est¨¢n contaminados con ars¨¦nico, seg¨²n los datos del Hospital Comunitario de la ciudad. Pero en algunas aldeas la contaminaci¨®n afecta al 91% de los pozos.
La de Bangladesh es una cat¨¢strofe tan grande y tan devastadora que "hace parecer a Chern¨®bil como un pic-nic de escuela de domingo", ha repetido en varias ocasiones Richard Wilson, el especialista de Harvard que tambi¨¦n ha estudiado tambi¨¦n los efectos radioactivos en la ciudad de Ucrania.
?Cu¨¢ntas personas est¨¢n expuestas a beber ese agua contaminada? Los recuentos m¨¢s conservadores -hechos por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), Unicef, FAO y Banco Mundial- estiman que al menos unos 10 millones de ciudadanos podr¨ªan estar actualmente bebiendo de ese agua. Una cifra, adem¨¢s, matizada. Tiene en cuenta que Bangladesh acepta un contenido de ars¨¦nico de 50 partes por bill¨®n (ppb), una cantidad cinco veces m¨¢s alta de la que recomienda la OMS en el agua para beber. As¨ª, podr¨ªan ser varios millones m¨¢s si se contemplaran las recomendaciones de la organizaci¨®n internacional.
El Centro Nacional de Informaci¨®n para la Mitigaci¨®n del Ars¨¦nico alertaba, contemplando sus datos de 2008, de que el riesgo de beber agua contaminada con ars¨¦nico con concentraciones de m¨¢s de 50 ppb afecta a unos 20 millones de personas. "Las cifras dependen de qu¨¦ concentraci¨®n de ars¨¦nico se tenga en cuenta, pero en todo caso hay decenas de millones de personas expuestas en todo el pa¨ªs", asegura el director del programa de investigaci¨®n de los efectos del ars¨¦nico en la salud de la Universidad de California, Allan H. Smith.
El Gobierno reconoce que actualmente se est¨¢ tratando a m¨¢s de 38.000 pacientes por diferentes patolog¨ªas relacionadas con el ars¨¦nico. Sin embargo, los enfermos pueden ser m¨¢s. Los expertos sospechan que muchas personas sufren c¨¢ncer sin saberlo o han fallecido sin que se les diagnosticase la causa real de la muerte.
El ars¨¦nico est¨¢ por naturaleza en el subsuelo en diversas regiones del mundo. En Asia se ha localizado en algunas partes de India y de China, pero Bangladesh se reconoce hasta ahora como el pa¨ªs m¨¢s afectado en todo el mundo. Este t¨®xico ocupar¨ªa hasta en el 60% de su territorio, seg¨²n estudios del Hospital Comunitario de Dhaca y la Universidad de Jadavpur, en Calcuta.
En Bangladesh, antes de los a?os 1970, la gente no ten¨ªa ning¨²n contacto con este contaminante, pues beb¨ªa agua superficial, de los r¨ªos y los estanques. En esa ¨¦poca miles de ni?os mor¨ªan por diarrea cada a?o -250.000 seg¨²n el Banco Mundial-, provocada por los microorganismos que conten¨ªa el agua.
Para evitar ese problema el Gobierno de Bangladesh y Unicef pusieron en marcha un programa para que la gente se acostumbrase a beber de los pozos que comenzaron a perforar por todo el pa¨ªs. No sab¨ªan que estaban dando Ars¨¦nico por compasi¨®n, haciendo honor al t¨ªtulo de la cl¨¢sica pel¨ªcula protagonizada por Cary Grant: al agua de estos pozos no se le revis¨® los niveles cancer¨ªgenos. Los h¨¢bitos de consumo de agua cambiaron r¨¢pidamente, y el 95% de la poblaci¨®n de Bangladesh empez¨® a utilizar el nuevo sistema. Otras organizaciones de la cooperaci¨®n internacional continuaron haciendo pozos. La gente tambi¨¦n empez¨® a construirlos por su cuenta. Y fue a principios de los noventa cuando se descubri¨® el envenenamiento masivo. Cuando ya la poblaci¨®n hab¨ªa estado bebiendo agua contaminada a lo largo de muchos a?os.
?Estaba Unicef implicado en la construcci¨®n de estos pozos? "Implicad¨ªsimo", responde el representante de esa organizaci¨®n en Bangladesh, Carel de Rooy. "Por eso salvamos a millones de ni?os de morir por diarrea", se justifica. "En aquel tiempo no se acostumbraba a hacer pruebas de ars¨¦nico", asegura con autoridad este hidroge¨®logo, que incluso trabaj¨® en la instalaci¨®n de ese tipo de pozos en Nigeria.
Muchos aseguran que a toro pasado es f¨¢cil culpar a la organizaci¨®n de la ONU. Pero es que ahora se saben cosas que antes se desconoc¨ªan, como explica Allan H. Smith, de la Universidad de California. Sin embargo, para los activistas, Unicef y otras organizaciones internacionales son responsables, porque cayeron en un error por omisi¨®n. "En esa ¨¦poca ya se conoc¨ªan casos de contaminaci¨®n por ars¨¦nico en Antofagasta (Chile) o en Tseng (Taiw¨¢n)", dice el doctor Mahmuder Rahman, del Hospital Comunitario de Dhaca.
Rahman asegura que al mundo no le importa este problema porque Bangladesh es un pa¨ªs pobre. Y porque dentro este Estado tambi¨¦n son los m¨¢s desfavorecidos quienes m¨¢s lo sufren. "Los que est¨¢n mal nutridos tienen m¨¢s riesgo de sufrir el envenenamiento", asegura. "El ¨²nico tratamiento es dejar de beber el agua contaminada, comer bien y tomar vitaminas". Pero para muchos no consumir ese agua es dif¨ªcil.
Porque todav¨ªa no saben que es t¨®xica; o porque en m¨¢s de 8.000 aldeas el 80% de los pozos est¨¢n contaminados. En otras 2.300 son todos los intoxicados.
Desde que se supo del problema de contaminaci¨®n por ars¨¦nico a principios de los noventa, se realizaron una serie de campa?as para marcar los pozos con pintura: verde si es seguro y rojo si est¨¢ contaminado. Pero ni siquiera todos los pozos han sido revisados. Seg¨²n los ¨²ltimos datos conocidos, de los 8,6 millones de pozos que hay, s¨®lo un 55% han sido revisados. De ellos 1,4 millones est¨¢n envenenados (Un 29% de los pozos revisados). Una cifra aterradora que podr¨ªa crecer.
Cultivos contaminados, cosechas arruinadas
Los organismos luchan para que en las aldeas haya fuentes alternativas de agua sin ars¨¦nico: 100.000 de ellas se construyeron entre 2000 y 2005, seg¨²n datos de Unicef. Este organismo considera que la soluci¨®n pasa por construir pozos con mayor profundidad donde no se registren niveles t¨®xicos de ars¨¦nico.
Desde el Hospital Comunitario de Dhaca aseguran que se deben promover otras medidas al alcance de la poblaci¨®n. Como la potabilizaci¨®n del agua de los r¨ªos o de la lluvia, o la instalaci¨®n de pozos poco profundos que filtren el agua con arena. Creen adem¨¢s, que los que fueron marcados como seguros (sin ars¨¦nico) deber¨ªan estar en constante revisi¨®n: puede que algunos que antes no estuvieran contaminados lo est¨¦n ahora.
Gracias a estas campa?as de concienciaci¨®n cada vez m¨¢s gente conoce el problema, pero a¨²n as¨ª el futuro es bastante oscuro. La poblaci¨®n ya ha ingerido por muchos a?os este t¨®xico, y las enfermedades -como el c¨¢ncer- pueden surgir muchos a?os despu¨¦s de la exposici¨®n. El c¨¢ncer de pulm¨®n o de vejiga normalmente tarda al menos 20 a?os en manifestarse despu¨¦s de la exposici¨®n, asegura Allan H. Smith, experto de la Universidad de California
"Van a aumentar los casos. Es dif¨ªcil saber cu¨¢ndo, porque muchos s¨ªntomas est¨¢n latentes", dice el asesor de salud ambiental de la OMS, Andrew Trevett. El empobrecido pa¨ªs tiene problema para rato. "El coste para el sistema de salud en los pr¨®ximos a?os ser¨¢ muy alto. El gran n¨²mero de enfermos har¨¢ tambi¨¦n que se resienta la econom¨ªa y la productividad del pa¨ªs", lamenta Carel de Rooy, de Unicef.
Por si fuera poco el ars¨¦nico podr¨ªa estar ya acumul¨¢ndose en los campos de cultivo: gran parte de las cosechas del pa¨ªs se riegan con agua contaminada. Y no se sabe el impacto que podr¨ªa tener este t¨®xico en la cadena alimenticia. "Generalmente la concentraci¨®n m¨¢s alta de ars¨¦nico se encuentra en las ra¨ªces, seguida por los brotes, hojas y granos".
"Es muy preocupante que las cosas no hayan mejorado nada en los ¨²ltimos a?os: no he visto ning¨²n cambio para bien. La situaci¨®n es muy mala. La atenci¨®n y los recursos se han desviado a los problemas del cambio clim¨¢tico", comenta Ainun Nishat, el representante para Bangladesh de IUCN, la red de organizaciones para el medioambiente m¨¢s grande del mundo.
Aunque el mismo Nishat asesora al Gobierno en temas relacionados con el agua, ve improbable que se llegue a cumplir la promesa de proveer agua limpia para toda la poblaci¨®n en 2011. Y mientras tanto la gente sigue sufriendo. "Estoy muy enfadada porque por muchos a?os beb¨ª de un pozo contaminado y nadie me dijo nada. Ahora estoy enferma y mi marido tan d¨¦bil que a veces no puede trabajar. Pero lo que m¨¢s me preocupa es que mis hijos se puedan enfermar despu¨¦s", comenta Salma Begum, una de las millones de v¨ªctimas.
![Una mujer saca agua de uno de los miles de pozos contaminados por ars¨¦nico en Bangladesh.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/Q7BFRPFPLIORSOB5DT5MM4OWHI.jpg?auth=4b56df72d9c3e03d25d86760016cd4b20487434a5564e9c7a52d1e6f8008a101&width=414)
![El envenenamiento por ars¨¦nico causa, al principio, manchas en la piel.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/TOVNAJXXXLUOMY75QVF42XGBXM.jpg?auth=83c301261341d781e7737737963bba55ec317be78d174f84dbf09ebcd3d02b14&width=414)
Cultivos contaminados, cosechas arruinadas
Los organismos luchan para que en las aldeas haya fuentes alternativas de agua sin ars¨¦nico: 100.000 de ellas se construyeron entre 2000 y 2005, seg¨²n datos de Unicef. Este organismo considera que la soluci¨®n pasa por construir pozos con mayor profundidad donde no se registren niveles t¨®xicos de ars¨¦nico.
Desde el Hospital Comunitario de Dhaca aseguran que se deben promover otras medidas al alcance de la poblaci¨®n. Como la potabilizaci¨®n del agua de los r¨ªos o de la lluvia, o la instalaci¨®n de pozos poco profundos que filtren el agua con arena. Creen adem¨¢s, que los que fueron marcados como seguros (sin ars¨¦nico) deber¨ªan estar en constante revisi¨®n: puede que algunos que antes no estuvieran contaminados lo est¨¦n ahora.
Gracias a estas campa?as de concienciaci¨®n cada vez m¨¢s gente conoce el problema, pero a¨²n as¨ª el futuro es bastante oscuro. La poblaci¨®n ya ha ingerido por muchos a?os este t¨®xico, y las enfermedades -como el c¨¢ncer- pueden surgir muchos a?os despu¨¦s de la exposici¨®n. El c¨¢ncer de pulm¨®n o de vejiga normalmente tarda al menos 20 a?os en manifestarse despu¨¦s de la exposici¨®n, asegura Allan H. Smith, experto de la Universidad de California
"Van a aumentar los casos. Es dif¨ªcil saber cu¨¢ndo, porque muchos s¨ªntomas est¨¢n latentes", dice el asesor de salud ambiental de la OMS, Andrew Trevett. El empobrecido pa¨ªs tiene problema para rato. "El coste para el sistema de salud en los pr¨®ximos a?os ser¨¢ muy alto. El gran n¨²mero de enfermos har¨¢ tambi¨¦n que se resienta la econom¨ªa y la productividad del pa¨ªs", lamenta Carel de Rooy, de Unicef.
Por si fuera poco el ars¨¦nico podr¨ªa estar ya acumul¨¢ndose en los campos de cultivo: gran parte de las cosechas del pa¨ªs se riegan con agua contaminada. Y no se sabe el impacto que podr¨ªa tener este t¨®xico en la cadena alimenticia. "Generalmente la concentraci¨®n m¨¢s alta de ars¨¦nico se encuentra en las ra¨ªces, seguida por los brotes, hojas y granos".
"Es muy preocupante que las cosas no hayan mejorado nada en los ¨²ltimos a?os: no he visto ning¨²n cambio para bien. La situaci¨®n es muy mala. La atenci¨®n y los recursos se han desviado a los problemas del cambio clim¨¢tico", comenta Ainun Nishat, el representante para Bangladesh de IUCN, la red de organizaciones para el medioambiente m¨¢s grande del mundo.
Aunque el mismo Nishat asesora al Gobierno en temas relacionados con el agua, ve improbable que se llegue a cumplir la promesa de proveer agua limpia para toda la poblaci¨®n en 2011.
Y mientras tanto la gente sigue sufriendo. "Estoy muy enfadada porque por muchos a?os beb¨ª de un pozo contaminado y nadie me dijo nada. Ahora estoy enferma y mi marido tan d¨¦bil que a veces no puede trabajar. Pero lo que m¨¢s me preocupa es que mis hijos se puedan enfermar despu¨¦s", comenta Salma Begum, una de las millones de v¨ªctimas.
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