"Dejamos dormir a menos gente que ahora los de la NBA"
Hace 25 a?os formaron parte de la selecci¨®n espa?ola de baloncesto que pas¨® a la historia al conquistar la plata ol¨ªmpica en Los ?ngeles y que s¨®lo perdi¨® en la final ante unos Estados Unidos con Michael Jordan y Patrick Ewing al frente. Casi ni?os todav¨ªa, Iturriaga y Epi dejaron Bilbao y Zaragoza para triunfar en el Real Madrid y el Barcelona. Ya entonces eran amigos. Lo compartieron todo: mil y una batallas como compa?eros en la selecci¨®n y otras tantas como rivales con sus equipos. Precisamente unos meses antes de ganar la medalla se produjo una tangana tal en el segundo partido del play off final de la primera Liga ACB que el Bar?a se retir¨® y no se disput¨® el tercer encuentro.
"Vimos aquel equipazo y a Jordan y nos dijimos: '?Esto es otro mundo!"
"Con D¨ªaz Miguel y nuestra generaci¨®n empez¨® un proceso de quitarse complejos"
"El esp¨ªritu colectivo que mantiene Espa?a ya no lo tiene la mayor¨ªa de equipos"
"Pones a Rudy en la ¨¦poca de Jordan y est¨¢ entre los cinco mejores de la NBA"
Juan Antonio San Epifanio. ?l se peg¨® [en la trifulca tambi¨¦n intervinieron Mike Davis y Fernando Mart¨ªn]. Yo estaba all¨ª viendo a qui¨¦nes ten¨ªan que expulsar.
Juan Manuel L¨®pez Iturriaga. Yo lo reconoc¨ª. Cuando sal¨ª del vestuario, me entrevistaron y uno me pregunt¨®: "Bueno, pero t¨² le has pegado?". Le contest¨¦ que le hab¨ªa dado un codazo, pero... Antonio [D¨ªaz Miguel, el seleccionador] estaba bastante acojonado y, cuando fuimos a la concentraci¨®n, nos reuni¨® a los del Madrid y el Bar?a.
Epi. Nada. La reuni¨®n dur¨® dos minutos porque no hab¨ªa ning¨²n problema.
Itu. Creo que ¨¦ramos siete porque Chicho [Sibilio] se hab¨ªa ido a hacer las Am¨¦ricas. A m¨ª me sorprendi¨®. Le dije: "Vamos, Antonio, no te montes pel¨ªculas".
Epi. Se ve que te quedaron ganas y en la gira por M¨¦xico, de preparaci¨®n para los Juegos, tuviste un rifirrafe con jugadores m¨¢s grandes que t¨².
Itu. La preparaci¨®n fue un poco demencial. Antonio era muy amiguete de Dean Smith y fuimos a Carolina del Norte y hac¨ªa un calor..., una humedad del 400%, y, claro, d¨¢bamos cuatro vueltas y todo empapado. Estuvimos cuatro d¨ªas y nos fuimos a M¨¦xico. All¨ª eran muy guarros...
Epi. Ten¨ªamos que jugar contra la selecci¨®n mexicana, pero se convirti¨® en un combinado. Eso de que los espa?oles ¨¦ramos muy queridos all¨ª no estaba tan claro. En el segundo partido la tangana fue tan grande..., una batalla campal. Era en una ciudad interior. A m¨ª lo que me preocupaba era que, con el pabell¨®n lleno, si a la gente le daba por bajar, no sal¨ªamos. Nos tiraban cristales, piedras, de todo. Ya en el vestuario dijimos: "Basta".
Itu. He de decir que, si bien fui el detonante, cuando me quise dar cuenta, me hab¨ªan dado por todos lados. El partido fue muy fuerte. Ten¨ªamos que jugar tres amistosos y despu¨¦s del segundo ya no hubo m¨¢s. No s¨¦ si es una leyenda urbana, pero despu¨¦s jugaron contra Uruguay y se coment¨® que el segundo entrenador de M¨¦xico fue al hotel de los uruguayos con una pistola.
Epi. Nos fuimos a Los ?ngeles. Lo pasamos muy bien. Ten¨ªamos cierta libertad. No estuvimos en la Villa Ol¨ªmpica, sino en una universidad.
Itu. ?bamos sin ning¨²n tipo de expectativas. No hubo un momento en que nos plante¨¢semos lograr algo.
Epi. ?Qu¨¦ expectativas? Pero si no ten¨ªamos ni primas.
Itu. Ah¨ª se vieron nuestras expectativas. No s¨¦ qu¨¦ hac¨ªan los capitanes.
Epi. Hab¨ªa un dinero que se pagaba y ya est¨¢. Luego, el Banco Exterior, que nos patrocinaba, nos dio un extra de motu propio.
Itu. Fuimos un poco a ver qu¨¦ pasaba. A la mayor¨ªa de las selecciones las hab¨ªamos ganado, pero no ¨ªbamos a por medalla.
Epi. En el Preol¨ªmpico jugamos muy bien, mejor que en los Juegos.
Itu. Estados Unidos estuvo en nuestro grupo y los evitamos en el cruce.
Epi. Los fuimos a ver un d¨ªa en un partido contra un combinado de la NBA y, claro, vimos a aquel equipazo y a Michael Jordan y nos quedamos con los ojos como platos: "?Pero esto qu¨¦ es? ?Esto es otro mundo!". Hab¨ªa mucha diferencia f¨ªsica. T¨¦cnica, tambi¨¦n, pero f¨ªsicamente eran abismalmente superiores.
Itu. No exist¨ªa la familiaridad de ahora. Se ha perdido el miedo.Ahora los ves mucho m¨¢s. Entonces, la NBA e incluso los universitarios eran un mundo muy cerrado. O ibas all¨ª o no los ve¨ªas.
Epi. Cuando fuimos, ya hab¨ªamos o¨ªdo algo y, s¨ª, ya se ve¨ªa que Jordan era mejor que los dem¨¢s.
Itu. Era espectacular la expectaci¨®n que generaba, la electricidad que se viv¨ªa en el pabell¨®n y dec¨ªas "?ostras!". Pero, hombre, tampoco pens¨¢bamos que iba a ser el mejor de la historia. Todav¨ªa ten¨ªa 23 a?os o as¨ª.
Epi. Me emparej¨¦ con ¨¦l. Intentaba tocarle el brazo. Rez¨¢bamos.
Itu. Tambi¨¦n es verdad que no era la barbaridad de jugador en que se convirti¨®. De hecho, a m¨ª me daba m¨¢s miedo Ewing.
Epi. Mientras que a Jordan lo ve¨ªas m¨¢s o menos igual, de nuestra estatura, los otros eran unos bestias y no hab¨ªa jugadores de aquel tipo en Europa.
Itu. A Jordan, a veces te cre¨ªas que le hab¨ªas pillado en el tiempo del salto. Pero t¨² saltabas con ¨¦l, sub¨ªas, bajabas y... ¨¦l todav¨ªa segu¨ªa en el aire. Volaba. Una pasada.
Epi. A Yugoslavia le hab¨ªamos ganado. ?ramos un equipo joven, pero descarado. Yugoslavia jugaba con estrellas como Delibasic, Cosic, Kikanovic, Dalipagic... El Europeo del 83 nos dio ese descaro para decir: "No tenemos miedo a nadie". Bueno, a Estados Unidos, s¨ª.
Itu. Con nuestra generaci¨®n empez¨® a perderse el complejo. Fue una de las cosas grandes que tuvo Antonio. Sembr¨® la idea de que por qu¨¦ no ¨ªbamos a ganar a Rusia, Italia, Yugoslavia... Eso, en aquella ¨¦poca, era hablar de cosas de chinos. Pero fuimos gan¨¢ndoles a todos. Y en el 83 explotamos. En el 84 pod¨ªamos ganar o perder, pero sal¨ªamos sin complejo, salvo ante Estados Unidos.
Epi. Por eso, cuando ganamos la semifinal a Yugoslavia fue como si gan¨¢ramos la final. La prueba es que contra Estados Unidos se intent¨® jugar a no recibir un paliz¨®n. Fue un error, pero habr¨ªamos perdido igual.
Itu. Llev¨¢bamos una traca encima de la pera. Nos concentramos dos d¨ªas despu¨¦s de acabar la Liga, en abril, y estamos hablando de agosto. ?bamos al l¨ªmite. Cuando alcanzamos el objetivo, desconectamos.
Epi. Es que el periplo empez¨® en Grecia y en un vestuario encharcado. Mientras Antonio daba la charla t¨¦cnica, nosotros, subidos de pie en los bancos.
Itu. Y a Antonio le dio por hacer una sesi¨®n de autosugesti¨®n y hacernos repetir: "Somos buenos, somos tal"...
Epi. Me parece que Corbal¨¢n bromea con la historia de que la final de Los ?ngeles empez¨® con dos tiros libres. Los anot¨® y dijo: "?Y si lo dejamos as¨ª?".
Itu. Hay otra an¨¦cdota de Romay, que dice que, antes de empezar el partido, pregunt¨® a Ewing si se rend¨ªan. Cuando le dijo que no, ¨¦l le contest¨®: "Bueno, pues nosotros s¨ª". La verdad es que fue una pena. Pero en Espa?a ya hab¨ªa sido un zambombazo ganar la semifinal...
Epi. Es que por entonces no se lograban casi medallas, y en deportes de equipo, menos. Cuando llegamos al vestuario, antes de la final, hab¨ªa varias sacas enormes de telegramas de felicitaci¨®n. Aquello fue muy emotivo.
Itu. Est¨¢bamos all¨ª, aislados, sin saber nada. Y ah¨ª nos dimos cuenta de que algo gordo se estaba montando en Espa?a. Cuando volvimos, supimos que se vivi¨® como un verano m¨¢gico.
Epi. Dejamos dormir a la gente menos que ahora los de la NBA. Probablemente a esas horas no haya ning¨²n acontecimiento que haya sido tan visto. Ni siquiera ahora con Pau y los Lakers, ya que antes s¨®lo hab¨ªa dos canales. Ahora tienes 28. Yo no habr¨ªa imaginado que se limaran las diferencias en tan poco tiempo. El acercamiento ha sido brutal. Pero ha venido dado por una generaci¨®n fant¨¢stica. El problema es que haya continuidad y que aparezcan muchos m¨¢s; no s¨®lo Ricky y Rudy, sino muchos m¨¢s.
Epi. Para nosotros, la NBA eran el Madrid y el Bar?a. Yo con 17 a?os no conoc¨ªa a ning¨²n jugador de la NBA. Lo ve¨ªas todo muy lejano: Estados Unidos, hablar ingl¨¦s, irte, dejar a tus amigos...
Itu. Jugamos un partido contra St. John's, la universidad de Chris Mullin, que luego estuvo entre los 50 mejores de la historia de la NBA, y, con 17 a?os, Epi era mucho mejor. ?Pero qu¨¦ pasaba? Que luego te quedabas aqu¨ª. Yo estoy convencido de que, si vamos con 17 a?os, seguro que habr¨ªamos llegado a jugar all¨ª. Ya lo dice Pau. ?l, en 1992, ve¨ªa a Jordan. Nosotros, de peque?itos, s¨®lo ve¨ªamos al Bar?a y el Madrid.
Epi. Fernando [Mart¨ªn] fue con 26 o 27 a?os.
Itu. Y era un t¨ªo bastante poco NBA. No era suficientemente r¨¢pido ni alto y, siendo fuerte, all¨ª ya no marcaba diferencia. Pas¨® un a?o muy malo y decidi¨® volver, pero igual cae en otro equipo y triunfa. ?Hay alguien que dude de que Navarro puede jugar en la NBA? Y luego est¨¢ el tema f¨ªsico. Lo que hacen ahora Rudy o Calder¨®n en Europa no lo hac¨ªa nadie.
Epi. Es que pones a Rudy en la ¨¦poca de Jordan y est¨¢ entre los cinco mejores de la NBA.
Itu. Nosotros tocamos techo en Los ?ngeles. A partir de ah¨ª fue un descenso. Dimos paso a una generaci¨®n talentosa, pero a la que le falt¨® algo.
Epi. La continuidad es lo dif¨ªcil. Porque Gasol es la pera, pero tambi¨¦n lo es Nowitzki y no ha ganado nada. Tiene que haber un grupo de 10 o 12 jugadores.Otra diferencia es contra qui¨¦n luchas. Ahora no es con la URSS o Yugoslavia. La selecci¨®n de Pau es mejor y tambi¨¦n juega contra rivales menos poderosos.
Itu. Y el esp¨ªritu colectivo de Espa?a ya no lo tiene la mayor¨ªa de los equipos. Yugoslavia lo ten¨ªa. La gran ventaja de los espa?oles es que su compromiso con la selecci¨®n es brutal.
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