Tiger a medias

Cogi¨® el palo con fuerza y solt¨® los brazos con electricidad, sin mirar la pelota por el esfuerzo. Era un golpe imposible, con la bola reposando sobre una ra¨ªz, detr¨¢s de un ¨¢rbol. Fuera de la calle. Uno, dos, tres pasos y carrerita con salto incluido para ver el desenlace. Tap, tap, tap... La pelota bot¨® suave y rod¨® por el green. Sergio Garc¨ªa (Borriol, Castell¨®n; 1980), en el US PGA de 1999, salv¨® milagrosamente el par en el hoyo 16 y amenaz¨® el triunfo de Tiger Woods (Cypress, Estados Unidos; 1975). Fue un sue?o. Woods respondi¨® con dos birdies consecutivos, fuera del alcance de Garc¨ªa. Se desvaneci¨® la esperanza del espa?ol, que a¨²n no se ha colocado el laurel de un grande. Un paso m¨¢s para el californiano, que suma 14 t¨ªtulos del Grand Slam. A cuatro de su compatriota Jack Nicklaus, el ¨²nico que le discute el t¨ªtulo de mejor golfista de la historia. Hoy arranca el US PGA. Y, curiosamente, un grande es de nuevo la asignatura pendiente de Woods.

Golpe, sufrimiento y celebraci¨®n. As¨ª todo el torneo. Hace poco m¨¢s de un a?o que Tiger gan¨® el US Open con la rodilla izquierda a la virul¨¦, hasta el punto de que se oper¨® de los ligamentos cruzados tras coronarse campe¨®n. Ocho meses despu¨¦s regres¨® a la competici¨®n, a¨²n como n¨²mero uno, pero envuelto en un nube ajena de dudas y suspicacias. Pronto borr¨® la incertidumbre. Desde que empezara el curso ha alcanzado cinco victorias (Buick, Arnold Palmer Invitational, The Memorial y, con exhibiciones incluidas, los dos ¨²ltimos torneos, National y Bridgestone Invitational). Siempre, antes de disputar un grande del a?o. Pero en las citas gordas ha flaqueado.

En el Masters de Augusta, a¨²n convaleciente, le falt¨® poco para estar con los mejores. "No golpe¨¦ bien con el putter y no acab¨¦ las rondas como deb¨ªa", dijo. En el Open de Estados Unidos se enrosc¨® al final. "Los putts, muy pobres", aclar¨®. En el Open Brit¨¢nico fall¨® un corte por tercera vez (antes: Masters de 1996, como aficionado, y US Open de 2006, cuando su padre acababa de morir). "Tuve seis malos hoyos y me costaron la tarjeta", se lament¨®.

Llega el US PGA y lo hace en el mejor momento para Woods: con el Bridgestone sum¨® 70 t¨ªtulos en el circuito norteamericano. Hito logrado a los 33 a?os, siete menos que cuando lo logr¨® Nicklaus. El tope de triunfos (82) lo mantiene el estadounidense Sam Snead, fallecido en 2002 cuatro d¨ªas antes de cumplir 90 a?os. "La semana pasada pegu¨¦ realmente bien a la bola", argumenta Tiger; "espero alargar este momento".

En los ¨²ltimos torneos, adem¨¢s, exhibe una fortaleza mental tan aterradora como atenazadora para los rivales. No hace mucho, llegaba al ¨²ltimo d¨ªa de la competici¨®n con una ventaja notoria y no necesitaba m¨¢s que aguantar el tir¨®n. Ahora, m¨¢s justo porque le falta "dar un paso", pega el arre¨®n al final. Lo sufri¨® la semana pasada el irland¨¦s Padraig Harrington, que en el hoyo 16 de Akron dio ocho golpes, por m¨¢s que se excusara en la advertencia del ¨¢rbitro por ir lento. Fue la tercera remontada del a?o por parte de Woods, tras superar a O'Hair (-5) y Wilsson y Bettencourt (-4) en el Arnold Palmer y en The Memorial. "Lo fant¨¢stico del golf es que siempre hay una oportunidad la pr¨®xima semana", replica Harrington; "me veo capaz de ganar el US PGA".

Tiger lidera con solvencia la Fedex Cup y la lista de ganancias del circuito, pero de no ganar el US PGA se quedar¨¢ sin al menos un grande anual por primera vez desde 2004. Se batir¨¢ contra todos, contra la presi¨®n y contra Hazeltine, un campo de Chaska (Minnesota) que hace honor al tour norteamericano con un rough alto, calles estrechas y flanqueadas de ¨¢rboles y greenes tan peque?os como r¨¢pidos.