La oferta cultural se abre paso entre las sombrillas
"La costa debe reinventarse a s¨ª misma", advierten los expertos
La actriz hace una reverencia al grupo de turistas que la rodea y se presenta: "Me llamo D¨¦nia y mi historia es la historia del mar. ?Quer¨¦is conocerla? Es una historia milenaria de mitos legendarios, victorias y naufragios, destrucci¨®n y riqueza". Los turistas, claro, cumplen con su obligaci¨®n y asienten: quieren conocerla. Y D¨¦nia, envuelta en seda, vestida como una diosa (pues de la diosa Diana se trata, deidad de la ciudad y de la caza) les conduce por callejuelas marineras y muelles de la d¨¢rsena a la b¨²squeda de todos los fantasmas que han poblado su puerto a lo largo de dos milenios.
Y los turistas se estremecen de pronto por el vozarr¨®n desesperado del senador Sertorio a punto de ser vencido a traici¨®n por el gran Senado romano, y por los relatos legendarios del rey isl¨¢mico Muyahid, que convirti¨® la taifa de Daniya en una gran potencia mar¨ªtima a la vez que flirteaba con todas las mujeres del Al-Andalus, y con las quimeras de Miguel de Cervantes, reci¨¦n desembarcado en D¨¦nia despu¨¦s de su cautiverio en Argel, o con las amargas lamentaciones del comandante Basset, derrotado en la Guerra de la Sucesi¨®n, la m¨¢s cruel que vio D¨¦nia, la ciudad, en todos los tiempos. Y D¨¦nia, la diosa, les dir¨¢ a los asombrados turistas, cuando apenas una hora despu¨¦s todo haya acabado: "Estas han sido las criaturas que han poblado mi puerto y, a mi puerto, le debo todo lo que soy". Y as¨ª concluye la ruta teatralizada D¨¦nia Marinera que impulsa el Ayuntamiento.
El turismo cultural crece en enclaves que lo confiaban todo al sol y playa
Los expertos aseguran que a¨²n queda mucho por hacer
Inmersos en unos ¨ªndices tur¨ªsticos que cotizan a la baja en este segundo a?o de crisis y enfrentados a una dura competencia con destinos m¨¢s baratos, las poblaciones del litoral valenciano han tirado de imaginaci¨®n para vertebrar nuevas ofertas que superen el arcaico binomio del sol y la playa. Ofertas vinculadas a la historia y a la cultura. De ah¨ª la eclosi¨®n de las rutas teatralizadas y de iniciativas similares para dise?ar un nuevo producto en el mercado basado en el turismo cultural.
"La costa debe reinventarse a s¨ª misma porque un 50% de los turistas actuales quieren vivir nuevas experiencias que vayan m¨¢s all¨¢ del turismo de postal y se basen en los sentimientos, las aventuras y el conocimiento", se?ala el profesor de Turismo Josep Vicent Mascarell, quien afirma que este nuevo perfil de visitante, hijo del Estado del bienestar, aspira a un tiempo de ocio m¨¢s cualificado y ya no se conforma con la tradicional oferta de arena y chiringuito.
Formatos como el de las rutas teatralizas ya se explotaban desde hace unos a?os en comunidades con un notable patrimonio cultural como Castilla-Le¨®n, Arag¨®n, La Rioja o Madrid. Pero ahora el cambio cualitativo estriba en que el turismo cultural comienza a fomentarse en enclaves que lo fiaban todo al clima y al mar.
As¨ª, hay ciudades que han redescubierto patrimonios olvidados desde d¨¦cadas. Era conocido que D¨¦nia tiene 20 kil¨®metros de playa, pero pocos mercados tur¨ªsticos saben que tambi¨¦n alberga un castillo del siglo XI desde el que flotas isl¨¢micas salieron a conquistar Baleares y Cerde?a; o que X¨¤bia, con millas de calas y acantilados, posee una iglesia-fortaleza del siglo XIV de espl¨¦ndido estilo g¨®tico en la que se oraba en tiempos de paz y se combat¨ªa al corsario en tiempos de guerra; o que Cullera, que difunde a miles de visitantes su nombre cincelado en una monta?a al estilo Hollywood, era capaz de ofrecer a la vez una ruta isl¨¢mica y otra por sus antiguas murallas medievales.
El turismo cultural responde a otra de las demandas del sector, la de la desestacionalizaci¨®n, porque el patrimonio cultural no sufre de temporales mar¨ªtimos ni de fr¨ªos, y constituye adem¨¢s una alternativa esencial para los municipios del interior. As¨ª, durante el ¨²ltimo puente de mayo, la ruta teatralizada de X¨¤tiva congreg¨® a 2.000 visitantes. Lejos de la costa, hay municipios como Alcoi, Carcaixent, Pego, Ll¨ªria o la Vall del Pop, en La Marina Alta, cuyos ayuntamientos tambi¨¦n han comenzado a integrar esta oferta en sus programas tur¨ªsticos para todo el a?o.
Y a¨²n as¨ª, queda mucho por hacer. Los expertos consideran que en el litoral por el momento este tipo de servicios s¨®lo act¨²an como complemento al sol y playa, "que realmente es el ¨²nico producto que tenemos", se?ala Mascarell.
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