El ¨²ltimo 'sprint' de Hayes
El velocista, campe¨®n ol¨ªmpico en 1964 y muerto en 2002, entra en el Sal¨®n de la Fama de la NFL con retraso por sus problemas de drogas y su estancia en la c¨¢rcel
"Hace mucho tiempo que se le esperaba", dijo el presentador. "Bob Hayes, el hombre m¨¢s r¨¢pido del mundo". Pero ¨¦l no estaba. Falleci¨® a los 59 a?os el 18 de septiembre de 2002, a consecuencia de un c¨¢ncer de pr¨®stata que le acab¨® afectando a los ri?ones y al h¨ªgado. Por eso, en la silla de nominado este a?o para el Sal¨®n de la Fama del f¨²tbol americano se sent¨® Bob Hayes Jr., el hijo del que muchos especialistas consideran el mejor velocista de la historia. Para ganar su ¨²ltimo sprint.
El recuerdo de Bob Bullet (Bala) Hayes, de sus vuelos por las canchas con los Dallas Cowboys, y antes, a cuerpo limpio, por las pistas de atletismo de los a?os 60, especialmente aquella de tierra japonesa, en el estadio Ol¨ªmpico de Tokio, estaba en la sala.
Corri¨® la semifinal en 9,9s, r¨¦cord mundial anulado por el viento a favor
El atletismo no daba para comer y ¨¦l mismo se apunt¨® al 'draft' de 1964
El atletismo y el olimpismo hace a?os que le reconocieron su grandeza, pero la NFL se lo deb¨ªa. En 2004, la propuesta de su entrada ya a t¨ªtulo p¨®stumo, hab¨ªa sido rechazada con pol¨¦mica. Sus problemas con el alcohol y las drogas, que le llevaron a la c¨¢rcel en 1978 tras su retirada, tambi¨¦n influyeron para eclipsar su triunfo en una Superbowl y sus 10 temporadas con r¨¦cords en los Cowboys, de 1965 a 1974, para terminar en los San Francisco 49ers, en 1975.
Hayes es el segundo campe¨®n ol¨ªmpico de atletismo que llega al Sal¨®n de la Fama de la NFL tras Jim Thorpe, ganador del decatl¨®n y el pentatl¨®n de Estocolomo 1912. Pero Thorpe, el indio de Oklahoma, nunca gan¨® una Superbowl.
Robert Lee Hayes asombr¨® al mundo en 1964. Pero estaba lejos de ser famoso en su pa¨ªs. Nacido en Jacksonville (Florida), compagin¨® el atletismo y el f¨²tbol americano en la universidad. Pero su enorme rapidez y potencia le llevaron a batir tantos r¨¦cords en las pistas que sus primeros pasos estaban cantados. Entonces le apodaban Crow (Cuervo) por su color y porque m¨¢s que correr, volaba. Incluso fue a alguna carrera con un cuervo al hombro.
En 1961 igual¨® el r¨¦cord mundial de las 100 yardas (91,44 metros), con 9,3s, cuando a¨²n el cronometraje era manual y lo bati¨® en 1963, con 9,1s. Fue campe¨®n de Estados Unidos de los 100 metros en 1962, 1963 y 1964.
Lleg¨® a los Juegos Ol¨ªmpicos con casi medio centenar de victorias. Arroll¨® en la semifinal de los 100m con 9,9s, lo que hubiera sido r¨¦cord mundial de no soplar demasiado el viento. En la final hizo 10s justos e igual¨® la plusmarca.
En la final del 4x100, con tres primeros relevistas discretos, cogi¨® el testigo para la ¨²ltima posta en quinto lugar, tres metros por detr¨¢s de Francia, Polonia, Jamaica y la URSS. Pero le bastaron 30 m¨¢s para ponerse en cabeza, algo nunca visto. Termin¨® con otros tres de margen sobre los dem¨¢s. Los cron¨®metros oscilaron entre los 8,6s y los 8,9s, los 100 metros m¨¢s r¨¢pidos de siempre. El relevo tambi¨¦n bati¨®, s¨®lo gracias a ¨¦l, el r¨¦cord mundial con 39s.
Correr a esa velocidad fue un portento. ?Qu¨¦ habr¨ªa hecho en las pistas sint¨¦ticas de pocos a?os m¨¢s tarde? Pero el atletismo de entonces no daba para comer y el mismo a?o 1964 entr¨® en el draft de la NFL. Dallas lo fich¨® como receptor. Su rapidez oblig¨® a sus rivales a cambiar el tradicional sistema de defensa hombre a hombre por una doble barrera, que se mantiene. No era s¨®lo correr. Su potencia y versatilidad le permitieron triunfar y resistir los placajes y los giros continuos del f¨²tbol americano.
"Cometi¨® errores, pero fue un hombre admirado y querido, siempre dispuesto a ayudar con una sonrisa", dijo en su presentaci¨®n el quarterback de Dallas, Roger Staubach, miembro del Sal¨®n desde 1985. Fue uno de los lanzadores que con sus pases le permiti¨® llegar a sumar 371 recepciones, correr 7.414 yardas y lograr 71 ensayos (r¨¦cord a¨²n del equipo). Staubach dio las gracias a la NFL y casi pidi¨® perd¨®n por la injusticia del retraso en su reconocimiento. Despu¨¦s, junto a Bob Hayes Jr., descubri¨® el busto en bronce que se hace a los nuevos miembros. La Bala ya est¨¢ reconocida en todos sus vuelos.
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