"Una vez so?¨¦ que saltaba 10 metros"

Despu¨¦s de que una lesi¨®n en la rodilla izquierda comprometiera el final de su pasada temporada, el actual campe¨®n ol¨ªmpico y mundial de salto de longitud, Irving Saladino (Col¨®n, Panam¨¢; 1983) super¨® el estr¨¦s postraum¨¢tico, postol¨ªmpico, alargando sus vacaciones en su pa¨ªs hasta diciembre. Despu¨¦s, poco a poco, ha comenzado a acelerar su maquinaria, ha comenzado el a?o acumulando volumen. Como es su costumbre, se entren¨® en Madrid la pasada primavera con el grupo de saltadores que, como una troupe art¨ªstica en furgoneta, se mueve liderado por el t¨¦cnico brasile?o N¨¦lio Moura y volvi¨® en julio, hasta la v¨ªspera de Berl¨ªn, cuidando una osteopat¨ªa de pubis que le tuvo sin competir desde el 10 de ese mes y preparando los Mundiales, la final de hoy (La 2, 18.05), en la que protagonizar¨¢ un duelo, inesperado hace un a?o, con el estadounidense Dwight Phillips, campe¨®n ol¨ªmpico en 2004 y mundial en 2003 y 2005, resucitado de entre las lesiones y autor de la mejor marca del a?o, 8,74 metros, distancia con la que derrot¨® a Saladino (8,63 metros) en junio en la reuni¨®n de Eugene (Estados Unidos). Un duelo a la memoria del que hace 73 a?os, en el mismo lugar, bajo el bigote furioso de Hitler, disputaron Jesse Owens, el negro nieto de esclavos de Alabama, y el ario Luz Long, que ayud¨® al rival a saltar mejor. "Perd¨ª el oro, pero gan¨¦ un amigo", dijo a?os despu¨¦s, la v¨ªspera de morir en el frente, el soldado Long, el hombre al que nunca perdon¨® el F¨¹hrer.

"S¨®lo me falta el r¨¦cord para sentirme bien y decir que lo consegu¨ª todo"

"Los 9 metros est¨¢n en mi cabeza desde que los logr¨¦

Pregunta. ?C¨®mo ha ido la clasificaci¨®n?

Respuesta. Ha sido un d¨ªa como esperaba. Un primer salto flojo. Me confi¨¦ y lo hice todo lento. Relax. Pens¨¦ que iba a salir todo f¨¢cil. Mi entrenador me hab¨ªa dicho que no mostrara mucho, que no hab¨ªa que mostrar nada en la clasificaci¨®n, que hay que mostrarlo en la final del s¨¢bado [hoy], y salieron 8 metros. Luego, me dijo que en el segundo le imprimiera un poco de fuerza. Eso fue lo que hice: 8,16. Ahora, lo que hay que mostrar hay que mostrarlo el s¨¢bado.

P. ?Ya no siente molestias en el pubis?

R. No, ninguna molestia. Estoy al ciento por ciento y, Dios primero, va a salir lo que tengo previsto.

P. ?Derrotar a Phillips, que le ha ganado en los dos ¨²ltimos enfrentamientos?

R. No estoy preocupado por ning¨²n competidor. Ahorita, mi mente est¨¢ en mejorar mi marca personal y obtener el oro.

P. ?Puede Phillips empujarle m¨¢s all¨¢ de su marca?

R. Si me empuja, bienvenido sea. Pero no estoy concentrado en otro competidor. Estoy concentrado en m¨ª mismo.

P. ?Los 8,44 metros del norteamericano a la primera no le impresionaron?

R. No, no me enter¨¦. No prest¨¦ atenci¨®n a nada. S¨®lo estaba pensando en clasificarme.

P. ?A un campe¨®n no le cuesta m¨¢s que otros a?os empezar a trabajar en el invierno postol¨ªmpico?

R. No, no... Lo mismo que otros a?os. Hay unos Mundiales, una competencia importante en la que defiendo el t¨ªtulo...

P. Pero, en teor¨ªa, repetir un logro no debe de motivar tanto como lograrlo por primera vez.

R. Es la misma porque defender un t¨ªtulo es tambi¨¦n algo grande. Algo que un atleta debe y tiene que hacer. Tiene la misma importancia que ganarlo por primera vez.

P. ?Siente tambi¨¦n la necesidad de recuperar el nivel de marcas

[la mejor suya, 8,73 metros, la consigui¨® en mayo de 2008] que tuvo antes de la lesi¨®n de rodilla?

R. Bueno, no salt¨¦ todo lo que quer¨ªa, pero, como yo digo siempre, una Copa del Mundo de f¨²tbol se gana por 1-0. As¨ª que aquella marca que obtuve en Pek¨ªn bast¨® para ganar la medalla de oro. Me siento contento por eso.

P. Usted ha conseguido en muy poco tiempo, en dos a?os, el doblete Mundiales-Juegos que a otros grandes, como Pedroso o Lewis, les cost¨® mucho m¨¢s y que algunos, como Mike Powell, nunca lograron. ?Tiene ya en la cabeza la necesidad de ir a por el r¨¦cord mundial, a por los 8,95 metros de Powell?

R. No voy a decir que no. Todo atleta quiere romper un r¨¦cord mundial. Lo tengo en la cabeza porque es lo ¨²nico que me falta ahorita. Tengo un oro mundial, otro ol¨ªmpico... S¨®lo me falta el r¨¦cord mundial para sentirme bien y poder decir que he conseguido todos los objetivos a los que un atleta puede aspirar.

P. ?Puede ser 2009 el a?o del r¨¦cord?

R. No s¨¦... Pero espero que lo sea. Me estoy preparando fuertemente para obtenerlo. As¨ª que, si Dios quiere y todo sale bien, se puede lograr ese r¨¦cord.

P. Dice Powell que, mientras haya saltadores de 8,50 y 8,60 metros, el r¨¦cord siempre est¨¢ en peligro. Cualquier d¨ªa pueden dar el salto. Y, de hecho, la historia del r¨¦cord, con muy pocos saltadores y grandes mordiscos a la manzana..., con Owens, Boston, Beamon, Powell..., as¨ª parece corroborarlo.

R. Por lo que me ha dicho mi entrenador, el salto sale s¨®lo una vez en la vida. No es como las carreras, en las que un atleta r¨¢pido puede correr ma?ana igual o mejor. El salto de longitud es una cuesti¨®n de tiempo y ambiente. Si el clima no est¨¢ con usted ni el cuerpo de usted se siente bien relajado, usted no logra nada. Pero, si el viento est¨¢ favorable [1,90 metros por segundo], la pista es buena y usted se siente bien f¨ªsicamente, se puede lograr eso. Si no, es bastante dif¨ªcil.

P. Y as¨ª llevamos casi 18 a?os, esperando el momento en que todo se conjunte para borrar a Powell.

R. Powell es, para m¨ª, una persona incre¨ªble, aparte de Iv¨¢n Pedroso. Sus 8,95 metros son una marca que admiro y, hay que decirlo, bastante dif¨ªcil, pero siempre va a salir alguien que la bata... Puede ser en uno o en 100 a?os, pero siempre saldr¨¢. As¨ª que le digo a Mike que anime, que incentive, a la persona que vea que lo puede batir, que ojal¨¢ sea yo.

P. ?Tiene ya el potencial para hacerlo?

R. En Hengelo [mayo de 2008, donde logr¨® su mejor marca: 8,73 metros] tuve un nulo de 9 metros. No volv¨ª a saltar m¨¢s ese d¨ªa, pero me di cuenta de que era posible, de que yo pod¨ªa hacerlo. Por eso est¨¢ en mi cabeza intentar saltarlos cada vez que compita.

P. ?Qu¨¦ sinti¨® en el vuelo de aquellos 9 metros nulos? ?Cre¨ªa que volaba?

R. Aquella vez, cr¨¦ame, la distancia me dio un poco de miedo. Nunca hab¨ªa volado a 9 metros... Me sent¨ªa que no iba a caer nunca... Y en eso estamos trabajando ahora. Salto sobre el foso desde cajones elevados, con lo que logro m¨¢s tiempo de demora en la fase a¨¦rea. Todo lo que trabajamos est¨¢ pensado en eso.

P. Hablar de presi¨®n con usted no parece tener sentido, parece...

R. Yo no tengo presi¨®n. Siempre compito relajado. Soy una persona relajada. No me afecta lo que esperen de m¨ª. Para m¨ª, lo importante es mejorar cent¨ªmetro a cent¨ªmetro mi marca, que es lo que mi entrenador propone.

P. ?Se ve en sue?os como el primer hombre que saltar¨¢ oficialmente 9 metros? ?Le da v¨¦rtigo?

R. Una vez so?¨¦ que salt¨¦ 10 metros en Par¨ªs. Fue so?ando. Los competidores estaban saltando todos 9, 9, 9... Y yo, 10. Cuando me levant¨¦ por la ma?ana, estaba muerto de risa. ?Diablos, 10 metros! ?Y yo! Eso s¨ª que creo que nadie lo va a hacer: 10 metros. La fuerza de la gravedad tendr¨ªa que estar no s¨¦ d¨®nde. Hasta los 10 metros no, pero creo que un cuerpo humano puede viajar hasta los 9,30 m¨¢s o menos.

P. ?Usted? ?D¨®nde est¨¢ su l¨ªmite?

R. No s¨¦, no s¨¦... Eso tendr¨ªa que probarlo el d¨ªa que saltase los 9.