La senda de los ¨ªdolos
Benzema, el goleador del nuevo Madrid, sigue los pasos de sus admirados Zidane y Ronaldo
Lass Diarra, que de chaval admiraba a Claude Makelele, est¨¢ harto de que lo comparen con su h¨¦roe. Ahora se esfuerza por afirmar su propia identidad. Pero la suya, como la de Karim Benzema, es una historia que se repite. El lunes pasado, saliendo del vestuario del Bernab¨¦u, levant¨® las cejas y pas¨¢ndose la lengua por los labios, como hac¨ªa Makalele, lanz¨® una mirada de complicidad sobre Benzema, que lo preced¨ªa como el escalador a su sherpa. Eran la viva imagen de Makelele y Zidane, haciendo el mismo recorrido, de las duchas, a los coches.
Cuando le preguntaron si el juego del Madrid estar¨ªa suficientemente engrasado para afrontar el inicio del campeonato contra el Deportivo (20.00, Canal+ Liga y Goltv), Lass dijo: "La salsa est¨¢ ligando bien".
"Maneja muy bien la faceta de jugador y la de goleador", dice su t¨¦cnico, Pellegrini
El f¨²tbol es un juego de recuerdos infantiles. Se juega en el presente, pero en cada gesto, en cada una de las im¨¢genes que se representan en la mente de los jugadores, se agitan sus predecesores ejerciendo una influencia inevitable. Los buenos, los malos, y los h¨¦roes. Todos condicionan. Todos pasan por la mente de Lass y de su amigo Benzema, que se cri¨® con un ojo puesto en la pelota y otro en la televisi¨®n, admirando a los gal¨¢cticos.
"Todos tenemos nuestros objetivos", dijo Benzema, observado por su sonriente colega; "el m¨ªo es convertirme en el mejor futbolista del mundo".
Mientras hablaba, Benzema evocaba a su ¨ªdolo hasta en la forma de sudar. El hombre padece hiperhidrosis, como Zidane. Se sec¨® la frente tratando en vano de tapar los poros que le empapaban el rostro como una esponja. "Para m¨ª esto es f¨¢cil", explic¨®, con el gesto tranquilo, como si estuviese en el sal¨®n de su casa. "Jugar con estos jugadores es un sue?o. Tengo la suerte de estar con Lassana. Me ayuda a comprender el funcionamiento del club".
En 2001, el anfitri¨®n de Zidane en el Madrid fue Makelele. En 2009, el gu¨ªa de Benzema es Lass. Otra vez. Un franc¨¦s hijo de inmigrantes subsaharianos sirve de cicerone a otro franc¨¦s hijo de inmigrantes cabilios. "El primer d¨ªa de la pretemporada, en el hotel, en Dubl¨ªn", record¨® Benzema; "me sent¨¦ en la misma mesa con Lass, Ra¨²l, Guti, Djila Diarra, Heinze y Salgado. Ese grupo comparti¨® mesa durante 10 d¨ªas, lo cual me permiti¨® discutir mucho con Ra¨²l. Estar en esa mesa me ayud¨® a integrarme".
Durante la concentraci¨®n de Irlanda, los compa?eros del franc¨¦s comprobaron que se trataba de un chico simp¨¢tico, un mel¨®mano que so?aba con el f¨²tbol tanto como con emular a los pandilleros raperos de los suburbios de Par¨ªs. Si Makelele era un loco de Snoop Doggy Dog, los cascos de Benzema resonaban con Elie Yaffa, alias Booba. Adem¨¢s de tener un f¨ªsico m¨¢s poderoso que el de Cristiano, sus nuevos colegas descubrieron que hac¨ªa gala de su gatillo f¨¢cil. Les llam¨® la atenci¨®n su extraordinaria facilidad para cargar la pierna y soltar el latigazo.
Si su progresi¨®n se confirma, los 35 millones de euros que pag¨® el Madrid por Benzema pueden convertirse en la mejor inversi¨®n de Florentino P¨¦rez. A los 21 a?os, el franc¨¦s no es un delantero hecho, pero sus posibilidades son ampl¨ªsimas. Frente a la porter¨ªa, se comporta como Ronaldo, cuyas maniobras confiesa haber estudiado con v¨ªdeos. M¨¢s lejos del ¨¢rea rival, su habilidad para asociarse con los compa?eros recuerda a Zidane. El chico es un producto genuino de la era de la televisi¨®n.
El entrenador madridista, Manuel Pellegrini, valora especialmente la ambivalencia de su punta: "Es una mezcla de jugador con goleador. Eso es muy importante. Muchos son goleadores nada m¨¢s que de ¨¢rea, goleadores netos. Otros son medias puntas, aunque a m¨ª no me gusta mucho el t¨¦rmino, y marcan entre ocho y diez goles por a?o. ?stos no son muy goleadores. Benzema maneja muy bien las dos facetas. Como el Pipa Higua¨ªn. Este tipo de jugadores no son f¨¢ciles de conseguir. Ra¨²l tiene caracter¨ªsticas parecidas".
Por cortes¨ªa, y para que las fuerzas vivas del vestuario no se revuelvan, Pellegrini menciona al capit¨¢n. Pero el t¨¦cnico sabe que Benzema, por condiciones f¨ªsicas y t¨¦cnicas, est¨¢ en otra dimensi¨®n. Sus cinco goles en la pretemporada son un simple aviso. Si Cristiano y Kak¨¢ son las estrellas, el franc¨¦s es la bomba.
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