?Herejes o comisarios pol¨ªticos?
Muchas de las personas -posiblemente la mayor¨ªa aunque no llevo la cuenta- que nos reunimos con los se?ores Mart¨ªnez Gorriar¨¢n y Fabo, a instancia suya, en el verano de 2007 y prestamos nuestros nombres para formar el Consejo Pol¨ªtico y fundar Uni¨®n, Progreso y Democracia (UPyD) el 29 de septiembre de ese a?o, ya no pertenecemos a dicho consejo ni, en bastantes casos, al partido.
El ¨®rgano m¨¢s importante de ese partido se ha ido transmutando desde el d¨ªa de su fundaci¨®n siguiendo el viejo procedimiento empleado por "dem¨®cratas" tan acreditados como el general Franco o Fidel Castro: ¨¦ste fuera; ¨¦ste dentro. El asunto no resultar¨ªa llamativo si UPyD se declarase un partido totalitario, pero resulta insufrible cuando sus l¨ªderes van por el mundo impartiendo lecciones de democracia a todos los dem¨¢s miembros del g¨¦nero humano y abogando, en un alarde de cinismo digno del mism¨ªsimo Mao, por las listas abiertas y otras lindezas por el estilo.
Es insufrible que un partido vaya de ser el m¨¢s dem¨®crata y no permita la discrepancia interna
Cuando, como ha ocurrido tantas veces en UPyD desde su fundaci¨®n, se modifica la composici¨®n de su Consejo Pol¨ªtico sin convocar a los consejeros para debatir y votar una propuesta formal presentada a tal efecto, ni brindar a los consejeros cesados la oportunidad de manifestar su opini¨®n ante sus compa?eros, uno se ve obligado a concluir que UPyD, al margen de la ret¨®rica populista empleada por sus l¨ªderes, es una organizaci¨®n totalitaria en su funcionamiento interno.
Por ello, me sorprendi¨® e inquiet¨® la lectura de un art¨ªculo (Herejes imprescindibles, EL PA?S, 9 de junio de 2009) en el que se nos presentaba a los l¨ªderes de UPyD como un grupo de heterodoxos que han roto con el legado heredado del franquismo, a saber, la adhesi¨®n ciega e inquebrantable a una familia pol¨ªtica, y se han lanzado a difundir revolucionarias herej¨ªas que revuelven el est¨®mago de los intelectuales org¨¢nicos de cada bander¨ªa.
Mientras lo le¨ªa no sab¨ªa qu¨¦ pensar: tal vez el se?or Savater, hombre muy ocupado, ignora casi todo lo que ha ocurrido en UPyD desde su fundaci¨®n, o quiz¨¢s lo sabe y le preocupa, pero prefiere ignorarlo para no da?ar las expectativas electorales de su familia pol¨ªtica, o, tal vez considera la democracia interna un asunto menor, un barullo molesto propiciado por afiliados inconscientes.
No lo s¨¦, pero si la adhesi¨®n ciega e inquebrantable a una familia pol¨ªtica inhabilita a quienes militan en el Oso Gubernamental y la Mofeta Popular -apelativos dados al PSOE y PP por el se?or Savater- para analizar la realidad social con ojos libres de prejuicios, ?qu¨¦ podemos decir de un partido donde se exige no ya la adhesi¨®n ciega e inquebrantable a una familia pol¨ªtica o unos principios, sino a una l¨ªder into-cable y a los tres o cuatro miembros del politbur¨® que ella ha tenido a bien colocar al frente de la organizaci¨®n? ?Y c¨®mo calificar a aquellos intelectuales que hacen de Don Tancredo mientras se cesa, se abren expedientes o se expulsa a consejeros, coordinadores y dem¨¢s patulea de osados infantes que formulan preguntas, piden explicaciones o presentan enmiendas a las ¨®rdenes y propuestas emanadas del politbur¨® del partido?
Herejes entre los l¨ªderes actuales de UPyD no veo ninguno: m¨¢s bien recuerda su comportamiento al de los comisarios pol¨ªticos, personajes de ingrato recuerdo para bastantes espa?oles. El asunto no tiene vuelta de hoja: no cabe considerar democr¨¢tica a ninguna organizaci¨®n donde sus l¨ªderes no respetan la divisi¨®n de poderes, acatan las decisiones adoptadas por la mayor¨ªa y aceptan la presencia de minor¨ªas discrepantes. Y los l¨ªderes de UPyD han supeditado la democracia interna a la construcci¨®n de una organizaci¨®n al servicio de intereses superiores que, a la postre, coinciden con los de su l¨ªder, que hace y deshace a su antojo. En este "her¨¦tico" partido, tres personas, la se?ora D¨ªez y los se?ores Mart¨ªnez Gorriar¨¢n y Fabo, han controlado desde sus inicios la composici¨®n de todos los ¨®rganos (Consejos de Direcci¨®n y Pol¨ªtico, Coordinadoras Territoriales, finanzas y contabilidad, etc¨¦tera), confeccionado las listas electorales, y, como he mencionado, cesado, expedientado o expulsado a cualquier afiliado que se ha atrevido a cuestionar sus decisiones.
Ahora quieren dar cierta apariencia de normalidad democr¨¢tica a UPyD y est¨¢n preparando un congreso al que acudir¨¢n delegados elegidos directamente por los afiliados. ?Qu¨¦ gran logro democr¨¢tico! Pero para que esta concesi¨®n no estropee su gui¨®n, el art¨ªculo 10 del reglamento congresual deja en sus manos la posibilidad de descartar a cualquier delegado cuando su elecci¨®n haya sido impugnada por otro afiliado. Ser¨¢ el c¨®nclave de UPyD este oto?o, no tengo ninguna duda sobre ello, un congreso a la b¨²lgara.
Resulta incongruente que los dirigentes de UPyD hayan adem¨¢s organizado una caza de brujas contra afiliados deseosos de participar activamente en el congreso, m¨¢xime cuando la se?ora D¨ªez se paseaba por Espa?a hasta septiembre de 2007 mostrando abiertamente sus discrepancias con los dirigentes del PSE-PSOE, sin renunciar por ello a su esca?o en el Parlamento Europeo conseguido con esa formaci¨®n, ni a los emolumentos que le reportaba entonces y le reportar¨¢ una vez alcance la edad de jubilaci¨®n.
Afortunadamente para los verdaderos herejes, vivimos en una democracia constitucional y para escapar a las iras del directorio que gobierna UPyD no hace falta exiliarse allende las fronteras. En cuanto al m¨¦rito de algunos mensajes y posiciones que ha difundido UPyD, conviene recordar que son fruto del trabajo de todos los ciudadanos y organizaciones que han rechazado las limitaciones a la libertad e igualdad de oportunidades impuestas por los nacionalistas en Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco en las ¨²ltimas d¨¦cadas, no propiedad de la se?ora D¨ªez y sus adl¨¢teres.
Tras una b¨²squeda concienzuda, no he encontrado una sola l¨ªnea escrita por Rosa D¨ªez en contra de la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica en Catalu?a, ni tengo constancia de que alguien la escuchara nunca exigir la expulsi¨®n de los representantes de Herri Batasuna del Parlamento de Vitoria y de los ayuntamientos vascos, ni he encontrado indicaci¨®n alguna de su oposici¨®n a la cesi¨®n de competencias a las comunidades aut¨®nomas, hasta mucho tiempo despu¨¦s de que el PSE rompiera su pacto de gobierno con el PNV en 1997, un pacto con el que, seg¨²n todas las informaciones disponibles, la l¨ªder de UPyD se sinti¨® siempre c¨®moda, ejerciendo de consejera de Comercio, Consumo y Turismo del Gobierno Vasco.
Los mensajes y posiciones de los que se ha ido apropiando la se?ora D¨ªez en los ¨²ltimos a?os, limpios de sus excesos ret¨®ricos y el tufillo a centralismo rancio y caduco, pertenecen a todos aquellos que han defendido desde, al menos, 1978 la libertad, la solidaridad y la igualdad de oportunidades, la divisi¨®n de poderes y la regeneraci¨®n democr¨¢tica de la pol¨ªtica en Espa?a.
Clemente Polo es catedr¨¢tico de Fundamentos del An¨¢lisis Econ¨®mico en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona.
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