La ruina persigue a Annie Leibovitz
Derrochadora e incapaz de gestionar sus negocios, la genial fot¨®grafa puede perder sus derechos de autor por no devolver un pr¨¦stamo de 17 millones de euros
La fot¨®grafa Annie Leibovitz acaba de evitar, de momento, convertirse en una estad¨ªstica m¨¢s de la crisis. El pasado jueves, el juez del Tribunal Supremo de Nueva York Bernard Fried decidi¨® darle un mes m¨¢s de tiempo frente a sus acreedores, que hab¨ªan se?alado el martes 8 como fecha l¨ªmite para recuperar los 16,76 millones de euros que la fot¨®grafa pidi¨® prestados hace un a?o y nunca devolvi¨®. En juego est¨¢n las dos casas que puso como aval y algo mucho m¨¢s valioso: los derechos de autor sobre sus fotograf¨ªas, valorados en 35 millones de euros. Si llegara a perderlos, im¨¢genes m¨ªticas como el desnudo de Demi Moore embarazada o el abrazo de Yoko Ono y John Lennon podr¨ªan convertirse en postales de supermercado.
Seg¨²n un asistente, "quiere tener una vida perfecta", y eso la lleva a la ruina
La editorial Conde Nast le paga al a?o un sueldo de 1,39 millones de euros
Casi dos millones de hogares han sido embargados en Estados Unidos durante los primeros seis meses del a?o. Y es que el que no paga a tiempo lo pierde todo, ya sea un trabajador que sudaba tinta para llegar a fin de mes o quien gustaba de vivir por encima de sus posibilidades. Leibovitz, de 59 a?os, pertenece m¨¢s bien al segundo tipo. Aunque disfruta de uno de los mejores sueldos dentro de su profesi¨®n, la entidad que le prest¨® el dinero, Arts Capital Group (ACG), la demand¨® el pasado julio por no pagar su deuda y, adem¨¢s, no permitir a sus acreedores mostrarle sus propiedades a compradores potenciales.
El futuro financiero de la retratista estrella de la revista Vanity Fair, sin la que es imposible entender el mundo iconogr¨¢fico de las celebridades de las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, depende ahora de lo h¨¢biles que sean sus abogados en la disputa que mantienen contra ACG, una entidad que presta dinero r¨¢pido avalado por obras de arte o casas de lujo a tasas de inter¨¦s leoninas. La fot¨®grafa, que seg¨²n diversos medios tiene un contrato con la editorial Cond¨¦ Nast por 1,39 millones de euros anuales y que cobra 175.000 euros por d¨ªa de trabajo en publicidad, es conocida entre fot¨®grafos por gastar de forma desmedida en cada rodaje, por ser una tirana con sus empleados y, sobre todo, por ser un absoluto desastre con sus propias finanzas. Seg¨²n declar¨® a The New York Times Graydon Carter, director de Vanity Fair, "la mente capaz de tomar esas fotos extraordinarias no necesariamente tiene que ser capaz de manejar el dinero a la perfecci¨®n".
En la cultura estadounidense s¨®lo la posibilidad de regodearse en la ¨¦pica de las resurrecciones supera al inter¨¦s que genera el fracaso de alg¨²n grande. Por eso, a lo largo del verano han corrido r¨ªos de tinta en torno a los entresijos financieros de una artista que comenz¨® trabajando para Rolling Stone en los a?os setenta, que se entreg¨® a una vida de drogas, sexo y rock and roll, que rehizo su vida como fot¨®grafa estrella de Vanity Fair y que tambi¨¦n fue, durante casi dos d¨¦cadas, amante de la intelectual Susan Sontag. Pero Leibovitz, de 59 a?os, es tambi¨¦n una madre de tres hijos, soltera, a la que su debilidad por "una vida perfecta", en palabras de una de sus asistentes, ha llevado al borde de la ruina. S¨®lo as¨ª se explica que se haya arriesgado incluso a poner en juego los derechos futuros sobre nuevas obras, algo que ni siquiera hicieron Paul McCartney, Michael Jackson o David Bowie, c¨¦lebres por haber empe?ado los derechos de autor de su m¨²sica.
La fot¨®grafa solicit¨® en junio de 2008 un pr¨¦stamo de 15,37 millones de euros que luego ampli¨® a 16,76 y con los que financi¨® la deuda contra¨ªda tras comprarse una casa de campo en el norte de Nueva York, dos casas en el barrio Greenwich Village, en Manhattan, y pagar la costos¨ªsima renovaci¨®n de todas ellas. Adem¨¢s, una de las obras da?¨® un edificio colindante, por lo que, tras pasar por juicio, Leibovitz tuvo que adquirir tambi¨¦n la casa da?ada. Adem¨¢s le deb¨ªa 1,39 millones al fisco y casi 700.000 euros a asistentes, casas de alquiler de equipo y similares. Para avalarlo utiliz¨® sus propiedades inmobiliarias y su archivo fotogr¨¢fico, firmando adem¨¢s una cl¨¢usula por la que acced¨ªa a que ACG pudiera venderlo todo para pagar el cr¨¦dito antes de la expiraci¨®n del plazo y le otorgaba los derechos como agente exclusivo por dos a?os.
Sin embargo, el pasado julio la entidad, cansada de llamar a la puerta de Leibovitz, denunci¨® a la artista, que no s¨®lo no ha devuelto los 16,76 millones sino que adem¨¢s debe otros 1,39 millones en intereses. Seg¨²n diversos agentes inmobiliarios consultados por la agencia Bloomberg, las casas de Leibovitz tienen un valor de mercado de 28 millones de euros, con lo que podr¨ªa saldar f¨¢cilmente su deuda sin tener que recurrir a sus fotos. El problema es c¨®mo vender, en plena crisis y en menos de un mes, una propiedad como la que tiene en el Greenwich Village, valorada en 21 millones. La alternativa es declararse en bancarrota. El pr¨®ximo 2 de octubre Leibovitz y ACG se ver¨¢n las caras en los tribunales.
Para complicar las cosas, el viernes la fot¨®grafa recibi¨® una nueva demanda, esta vez por parte de un fot¨®grafo italiano, Paolo Pizzetti, que la acusa de haber utilizado sus fotograf¨ªas para un cat¨¢logo que la artista realiz¨® para Lavazza este invierno. Pizzetti fue su location manager y, seg¨²n su denuncia, Leibovitz us¨® sus fotos sin su permiso y coloc¨® sobre ellas a sus modelos. Le pide 105.000 euros por da?os y perjuicios. Es la gota con la que se colma un vaso a punto de rebosar.
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