?Mis sales!
Siempre dese¨¦ lanzar esta exclamaci¨®n o petici¨®n de socorro, hoy en desuso. Mas si algo tan trasnochado como que una asociaci¨®n ultraderechista (me siento benevolente) mande al juez Garz¨®n a declarar ante el Supremo, acus¨¢ndole de prevaricar por indagar los cr¨ªmenes contra la humanidad cometidos por el franquismo a lo largo de su dilatada existencia, si eso ha ocurrido ante nuestras narices, no tengo m¨¢s remedio que prorrumpir en un "?Mis sales!", como la entra?able t¨ªa Pittypat de Lo que el viento se llev¨®, que pretend¨ªa desmayarse porque los yanquis incendiaban Atlanta.
Seamos a?ejos, pues, ya que no podemos ser justos. ?Algo m¨¢s desfasado que dejar impunes a los corruptos y turbios (me refiero al castigo pol¨ªtico, tambi¨¦n y sobre todo), y festejarlos en una levantina plaza de toros? ?Mis sales!
?Algo m¨¢s del ayer -del ayer cuyas consecuencias sufrimos hoy- que la existencia de "hoteles antidepresivos"? Pues han abierto hotelitos para curar del estr¨¦s posvacacional a quienes regresan a su empleo y no pueden soportarlo. Con un ¨ªndice de paro como el que tenemos, ?para qui¨¦nes se han dispuesto los establecimientos calmantes? No conozco a nadie que, conservando a¨²n su puesto de trabajo, no haya regresado sin m¨¢s preocupaci¨®n que la de quedarse como est¨¢. Quiz¨¢ esos paradisiacos lugares sirvan para tranquilizar a aquellos que, de nuevo en el tajo, no tienen m¨¢s remedio que continuar despidiendo al personal. ?Mis sales!
?Algo m¨¢s antiguo, m¨¢s victoriano, que mantener tropas en el lejano Afganist¨¢n, perder soldados y participar en la imposible imposici¨®n violenta de una democracia que ni fu ni fa? ?Mis sales!
Aunque, para ponerme al d¨ªa, la frase que deber¨ªa declamar es aquella acu?ada por uno de los m¨¢s tintineantes titulares que he le¨ªdo ¨²ltimamente: "?Paj¨ªn contra Paj¨ªn!". Prueben ustedes. No saben lo desahogada y a gusto que se queda una.
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