El Parlamento Europeo despeja el camino para la reelecci¨®n de Barroso

Salvo imponderables, el centro derechista Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, ser¨¢ presidente de la Comisi¨®n Europea para un segundo mandato de cinco a?os. La conferencia de presidentes de los grupos pol¨ªticos del Parlamento Europeo acord¨® ayer celebrar la votaci¨®n "sin condiciones" para la reelecci¨®n del ex primer ministro portugu¨¦s el pr¨®ximo d¨ªa 16 en Estrasburgo. La iniciativa de liberales y verdes para condicionar la decisi¨®n a una nueva votaci¨®n cuando se apruebe el Tratado de Lisboa, fue desestimada. El nombramiento de Barroso pondr¨¢ fin al periodo de incertidumbre pol¨ªtica sobre el jefe del Ejecutivo comunitario que ha vivido la UE durante los ¨²ltimos tres meses.

El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, celebr¨® la decisi¨®n de realizar la votaci¨®n la semana pr¨®xima. "En estos tiempos de crisis", se?al¨® Buzek, "no podemos permitirnos mantener un vac¨ªo pol¨ªtico a la cabeza de Europa". En la misma l¨ªnea se expres¨® el l¨ªder liberal, el ex primer ministro belga, Guy Verhofstadt, que ha ha desempe?ado un papel clave en la decisi¨®n y consider¨® "normal", votar a Barroso la semana pr¨®xima. En su opini¨®n "vista la crisis econ¨®mica actual no ser¨ªa aceptable aplazar la decisi¨®n y seguir con una Comisi¨®n provisional". Aunque los liberales no decidir¨¢n su voto hasta el martes, Verhofstadt salud¨® las promesas de Barroso en la audiencia. El ex primer ministro belga destac¨® el compromiso del candidato de crear un comisario europeo de derechos humanos y c¨ªvicos.

Durante los intensos debates que se registraron en las audiencias ante los grupos pol¨ªticos durante esta semana, el ex presidente portugu¨¦s logr¨® templar y reconducir buena parte de las cr¨ªticas a su programa y lograr un tono m¨¢s conciliador de socialistas, verdes y liberales.

Barroso es el ¨²nico candidato propuesto por los jefes de gobierno de los Veintisiete y cuenta ya con el apoyo pleno del principal grupo de la C¨¢mara, el Partido Popular Europeo (265 diputados de 736 de la C¨¢mara), vencedor de las pasadas elecciones, y un respaldo amplio de los liberales (84), de los socialistas brit¨¢nicos, espa?oles y portugueses, y una parte imprecisa de los conservadores brit¨¢nicos y checos (54). Para su elecci¨®n, de acuerdo con el vigente Tratado de Niza, s¨®lo precisa la mayor¨ªa de los diputados presentes en la votaci¨®n. Casi con absoluta seguridad ya dispone de ella.

La incapacidad de la oposici¨®n para presentar un candidato alternativo ha devaluado notablemente sus posibilidades de impedir la reelecci¨®n del actual titular del Ejecutivo europeo. A Barroso se le ha recordado estos d¨ªas su participaci¨®n a favor de la guerra de Irak, en la cumbre de las Azores, junto al ex presidente Bush y los ex primeros ministros Blair y Aznar, y se le reprocha su rechazo a la regulaci¨®n financiera, su sometimiento a los dictados de los grandes pa¨ªses, y haber reaccionado con lentitud ante la crisis.

En distintas sesiones, el aspirante a un segundo mandato asumi¨® varios compromisos en materia social, como revisar la directiva del tiempo de trabajo, reforzar la regulaci¨®n financiera, y asegurar el intercambio de informaci¨®n en materia fiscal para acabar con los para¨ªsos fiscales. Compromisos que podr¨ªan ampliar la divisi¨®n de la oposici¨®n.

La divisi¨®n afecta especialmente a Socialistas y Dem¨®cratas, segundo grupo del Parlamento (184) que no tomar¨¢ su decisi¨®n hasta despu¨¦s de haber o¨ªdo de nuevo al candidato el pr¨®ximo martes. Su presidente, el alem¨¢n Martin Schulz, camina por la senda de la abstenci¨®n y ha se?alado que si Barroso se compromete a cumplir ciertos criterios en materia social su grupo podr¨ªa apoyar la nueva Comisi¨®n.

El proyecto institucional europeo est¨¢ pendiente de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, pendiente de ratificaci¨®n por parte de Irlanda, el pr¨®ximo 2 de octubre, y de la firma de Alemania, Polonia y Rep¨²blica Checa.