Una comedia ligera
Tibor Fischer (1959), que pertenece a la generaci¨®n Granta desde que Bill Buford lo dio a conocer junto a Hanif Kureishi en el n¨²mero Best of Young British Novelists, 43 (1993), y que junto a Nick Hornby, Irvine Welsh, Jeanette Winterson o Jonathan Coe forma una de las m¨¢s brillantes promociones de la narrativa brit¨¢nica contempor¨¢nea, no tiene la fama de la que gozan muchos de sus compa?eros de generaci¨®n, tal vez porque su terreno es el humor, y el humor, ya se sabe, muchos piensan que no hay que tom¨¢rselo muy en serio. Con todo, Bajo el culo del sapo (1992), su primera novela, un relato picaresco y de s¨¢tira pol¨ªtica basado en la vida de su padre, un jugador de baloncesto huido del comunismo h¨²ngaro, alcanz¨® a ser finalista del Booker Prize, y luego vinieron nuevas novelas y un muy notable (y disparatado) libro de relatos, No apto para est¨²pidos (2002), humor negro y sarc¨¢stico en estado puro, m¨¢s cerca del burlesque centroeuropeo que del british humor de Sharpe o Barnes, la misma l¨ªnea que sigue ahora Qui¨¦n fuera Dios: perdedores sin remedio, chalados neur¨®ticos y fracasados con ideas de chorlito, v¨ªctimas de una sociedad que nos desquicia y a veces nos convierte en seudoh¨¦roes de c¨®mic venidos a menos, en caricaturas de lo que pudimos ser pero no fuimos, tipos estrafalarios que Fisher dibuja muy, muy bien. Se puede hacer metaf¨ªsica de la buena partiendo del humor, y Fisher es valiente, lo intenta y lo consigue.
Qui¨¦n fuera Dios
Qui¨¦n fuera Dios
Tibor Fisher
Traducci¨®n de Victoria Alonso Blanco
Tusquets. Barcelona, 2009
289 p¨¢ginas. 19 euros
Qui¨¦n fuera Dios es una novela que, en realidad, es una colecci¨®n de facecias, de historietas, sketches o microrrelatos que Fischer hilvana hasta componer una trama disparatada, como lo son casi siempre las suyas, pero destinada una vez m¨¢s a hurgar en las ansiedades y angustias del ciudadano medio, en este caso Tyndale Corbett, un comercial en paro, cuarent¨®n divorciado y sin perspectivas de nada, que por azar conoce el lujo en la siempre muy recatada ciudad de Miami, se engancha y juega a ser Dios para poder deshacerse para siempre de su mediocridad cotidiana. Si decimos que empieza por hacerse con una parroquia que se llama iglesia del Cristo Fuertemente Armado, y que hay milagros de tramoya..., entenderemos por d¨®nde va aqu¨ª el humor del autor de El coleccionista de coleccionistas, cercano a Monty Python's, a Mel Brooks, descabellado, histri¨®nico, eficaz a la hora de conseguir numerosos lectores que disfruten con la broma aunque la vean venir. Quienes, en cambio, vean en el rev¨¦s de la trama una cr¨ªtica ¨¢cida de las apariencias y los simulacros, del control social a trav¨¦s del poder espiritual, de los valores que cotizan y los que no en la c¨ªnica bolsa de nuestra sociedad carente de valores, sabr¨¢n apreciar otros valores de la novela de Fischer, algo m¨¢s acordes con la narrativa literaria que con la comercial.
Divertida y con un ritmo endiablado (que mengua al final), Qui¨¦n fuera Dios, que podr¨ªa subtitularse 'Aventuras y desventuras del p¨ªcaro Tyndale en Florida', es una muy buena novela mala (y apuesto a que su autor entender¨¢ la expresi¨®n sin molestarse).
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