"Los valencianos no os acab¨¢is de creer lo bueno que es Ausi¨¤s March"
La cita es a las ocho de la tarde en La Nau, la vieja sede de la Universitat de Val¨¨ncia. Un lugar no tan antiguo pero s¨ª lo bastante como para entrevistar a Robert Archer, hispanista brit¨¢nico, titular de la c¨¢tedra Cervantes del King's College de Londres, y uno de los mayores especialistas mundiales en Ausi¨¤s March, el poeta probablemente nacido en Valencia (se debate si fue en Beniarj¨®) en 1400, y que sin duda falleci¨® aqu¨ª al lado, en Cabillers, una calle que da a la plaza de la Reina, hace 550 a?os.
Veinte minutos antes de que den las ocho, sin embargo, Archer avisa de que se retrasar¨¢: ha conseguido hora con su dentista, que le va cambiando paso a paso los poco favorecedores empastes que en su d¨ªa le hicieron en la Rep¨²blica Checa. La demora termina siendo oportuna porque cuando Archer entra en La Nau, la biblioteca ya ha cerrado, el claustro est¨¢ tranquilo y sus palabras sobre el principal poeta medieval valenciano ("y tambi¨¦n de Espa?a durante la mayor parte del siglo XVI") y sobre la ciudad en la que vivi¨® ("Valencia era por entonces el centro de la Corona de Arag¨®n, bueno, el centro peninsular desde que el rey se fue a N¨¢poles) resuenan con m¨¢s fuerza.
"En el extranjero se piensa muy a menudo que naci¨® en Barcelona"
"Es un milagro que sus poemas nos sigan conmoviendo en el siglo XXI"
Archer inaugur¨® el congreso sobre el autor organizado por la Instituci¨® Alfons El Magn¨¤nim, que termina hoy. ?No percibe cierta indiferencia? "Creo que hay una actitud oficial seg¨²n la cual Ausi¨¤s March es un gran poeta. Pero me da la impresi¨®n de que en realidad los valencianos no acab¨¢is de daros cuenta de lo que ten¨¦is en las manos. No quer¨¦is creer que es tan bueno como decimos los especialistas. Y en el extranjero, a menudo, se confunde su lugar de nacimiento con otras zonas de Espa?a". ?Con Barcelona? "Claro. Y no s¨¦ si har¨ªa falta insistir mucho m¨¢s, porque ¨¦l se defin¨ªa como valenciano. Por eso he dicho que habr¨ªa que crear aqu¨ª un centro de estudios marquianos".
Archer es uno de tantos hijos acad¨¦micos de James Fitzmaurice-Kelly, el ingl¨¦s que visit¨® Espa?a a finales del XIX, escribi¨® una historia de la literatura espa?ola (traducida entre otras lenguas al castellano), y dio inicio a la impagable saga de hispanistas brit¨¢nicos. Archer lleg¨® a Burriana en los sesenta por motivos bien distintos (recoger naranjas) a la figura de March, de quien ha sido traductor e investigador, y hoy es capaz de adaptar su catal¨¢n seg¨²n est¨¦ en Barcelona, Palma o Valencia.
Con lo que parece a?oranza, lamenta la destrucci¨®n en 1810 del Palacio Real que se levantaba en los actuales jardines de Viveros ("era el edificio medieval m¨¢s importante de Valencia, ?y lo destruisteis vosotros pensando que dar¨ªa ventaja a los franceses!") donde est¨¢ convencido que el poeta, halconero y miembro de la corte de Alfons El Magn¨¤nim, recit¨® sus obras.
Despu¨¦s de tanto estudiarlo, ?qu¨¦ opini¨®n tiene de March? "Es complicado. Puedes identificarte desde el siglo XXI con algunos poemas. Mis propias traducciones me conmueven, a pesar de haberlos le¨ªdo centenares de veces. Pero en lo personal es muy dif¨ªcil. Era un se?or con un peque?o feudo, al principio de tres kil¨®metros cuadrados, que ten¨ªa que defender su espacio dentro de una clase amenazada. Y fue un hombre de su tiempo. Las actitudes que ten¨ªan ante las mujeres, ante los esclavos, ante los infieles... nos escandalizar¨ªan. Pero hay una clase de milagro. C¨®mo una persona que se dedicaba a escribir por razones puramente sociales de su ¨¦poca: por reclamar sus derechos dentro del campo de las letras, por afirmarse como letrado frente a los burgueses, los eclesi¨¢sticos... C¨®mo una persona trabajando en un contexto tan diferente pudo escribir unos poemas que todav¨ªa nos conmueven y nos dicen cosas. Esto es un milagro, el milagro de la poes¨ªa".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.