Vuelta al 'cole' en barracones
Las aulas prefabricadas llenan el paisaje escolar - Catalu?a, Comunidad Valenciana y Andaluc¨ªa suman 2.800 construcciones provisionales
Un a?o y otro, los barracones pueblan el paisaje educativo y sirven de escuela para miles de alumnos. Son aulas prefabricadas provisionales construidas unas veces a la espera de que termine una obra o un colegio (de ladrillo) y otras para aumentar la capacidad de una escuela y parchear as¨ª un crecimiento imprevisto de la matr¨ªcula.
"Entendemos que lamentablemente siempre surgen imprevistos, como retrasos en la finalizaci¨®n de obras o aumento en la matr¨ªcula. Son casos comprensibles, pero lo que es inadmisible es el elevado n¨²mero de aulas prefabricadas con las que se va a iniciar el curso 2009-2010" denuncia el sindicato FETE-UGT. En la Comunidad Valenciana se han levantado 1.028 barracones, que acogen unos 18.000 ni?os, Catalu?a cuenta con otro millar y en Andaluc¨ªa existen alrededor de 800. Estas tres autonom¨ªas suman casi la mitad del alumnado de ense?anzas no universitarias de toda Espa?a. Madrid, la tercera autonom¨ªa por n¨²mero de estudiantes, ha reducido este curso el volumen de prefabricados a 17.
- M¨¢s barracones en Catalu?a. El curso arrancar¨¢ el d¨ªa 14 con m¨¢s barracones, aunque el ritmo de crecimiento de estas instalaciones se ha contenido. Ser¨¢n 1.046 frente a 1.035 el curso pasado. Desde hace ocho a?os, cuando empez¨® el boom de la inmigraci¨®n, el incremento de barracones escolares ha sido casi constante. En una d¨¦cada se ha pasado de 16.600 inmigrantes en las escuelas catalanas a 152.000 este curso. Pero la inmigraci¨®n no est¨¢ siendo ajena a la crisis. Este curso, por primera vez, apenas ha crecido el n¨²mero de escolares inmigrantes en los centros de Catalu?a: unos 800 m¨¢s frente a un aumento medio de 15.000 por curso en los ¨²ltimos a?os.
El incremento de barracones, aunque menor respecto a otros a?os, ha protagonizado el primer rifirrafe del curso pol¨ªtico en materia educativa entre CiU y el Gobierno catal¨¢n. CiU mantiene que redujo el n¨²mero de construcciones provisionales cuando gobernaba, si bien lo hizo durante los ¨²ltimos tres a?os de su mandato. El departamento de Educaci¨®n contesta que todos los barracones actuales tienen fecha de caducidad, mientras que en ¨¦poca de CiU algunos estuvieron funcionando durante dos d¨¦cadas.
- Una generaci¨®n de ajuste en la Comunidad Valenciana.
El martes pasado, d¨ªa de inicio oficial del curso, 1.500 escolares de grandes poblaciones como Valencia, Alicante, Torrent o Silla se quedaron sin clase porque no estaban completamente instaladas o acondicionadas las aulas prefabricadas. La Comunidad Valenciana ha sido pionera (comenz¨® hace 12 a?os) en poblar el paisaje escolar de barracones. El plan de infraestructuras de 1997 ha ido limando poco a poco las carencias. Este curso se estrenan 50 centros -el ritmo anual de construcci¨®n del ¨²ltimo quinquenio- y hay 348 obras en marcha -a punto de terminar, en ejecuci¨®n o en redacci¨®n- por valor de 1.279 millones de euros. Sin embargo, todo ello ha sido a costa de que generaciones enteras de alumnos (contados por miles) no hayan conocido nunca un aula de ladrillo y hayan cursado ¨ªntegramente su educaci¨®n obligatoria en barracones.
- Obras sin terminar en Andaluc¨ªa. De los alrededor de 5.000 colegios e institutos p¨²blicos de Andaluc¨ªa, 231 comienzan con aulas prefabricadas, 11 menos que el a?o pasado. La Consejer¨ªa de Educaci¨®n ha abierto unas 800 caracolas -c¨®mo denominan los andaluces a estas instalaciones- que servir¨¢n como aulas. En esta comunidad hay unas 60.000. De las 800 casetas prefabricadas, la consejer¨ªa asegura que la gran mayor¨ªa, el 88%, no se deben principalmente a aumentos de matr¨ªcula, sino a que se est¨¢n haciendo obras "de envergadura", y conf¨ªa en que la mayor¨ªa de los alumnos puedan dejar los barracones durante este curso. El resto, ese otro 18%, s¨ª obedece a "necesidades de escolarizaci¨®n".
A Antonio Hidalgo no parece preocuparle que su hijo peque?o vaya a dar clase en un prefabricado. Despu¨¦s de dejarle esta semana en el colegio p¨²blico Al-Andalus, de C¨®rdoba -el peque?o dar¨¢ clase de infantil en los barracones y el mayor, de primaria, se trasladar¨¢ a otro centro hasta que concluyan las obras del colegio- aseguraba que lo que le alarma es que las obras se prolonguen demasiado. "Est¨¢n previstas para que se terminen este curso, pero me da miedo que se alarguen otro m¨¢s".
- Una realidad cambiante y desigual. La variedad de situaciones es enorme en el resto de Espa?a. En Extremadura hay dos barracones; en Madrid, 17, y en el Pa¨ªs Vasco, una treintena. Peor est¨¢ la situaci¨®n en Baleares (64) o Castilla-La Mancha (250). En general, estas construcciones -que no suelen tener problemas de equipamiento y, a veces, cuentan con ventajas como el aire acondicionado- se perciben en la comunidad educativa como un mal inevitable. En la mayor¨ªa de los casos tienen fecha de caducidad. La imprevisi¨®n est¨¢ camino de solventarse con la construcci¨®n de nuevos centros o la ampliaci¨®n de los ya existentes, como argumentan la mayor¨ªa de las consejer¨ªas.
El problema se produce cuando las nuevas infraestructuras no llegan y el prefabricado se enquista y perdura a?os y a?os. El colegio p¨²blico Padre Orbiso de Vitoria lleva m¨¢s de 12 a?os con un prefabricado en el patio. La natalidad ha repuntado y el centro, encajonado entre dos edificios, tiene una dif¨ªcil ampliaci¨®n. As¨ª, mientras el departamento vasco de Educaci¨®n no encuentre la soluci¨®n para agrandar el colegio, su direcci¨®n se niega a despedir el barrac¨®n.
- Masificaci¨®n. El secretario de FETE-UGT en Murcia, Antonio Francisco Ferr¨¢ndez, se queja de que en esa comunidad se ha hecho frente al aumento de alumnado mediante la congesti¨®n de los centros, en lugar de abordar nuevas construcciones. Habla de "mesas y sillas en los pasillos" de algunos colegios para hacer en esos espacios aulas de apoyo. En Castilla y Le¨®n, su hom¨®loga, Victoria Soto, se queja tambi¨¦n de la masificaci¨®n y del trasvase de alumnos a la concertada cuando crece la poblaci¨®n de las grandes ciudades.
Con informaci¨®n de Neus Caballer (Valencia), Manuel J. Albert (C¨®rdoba), Sebasti¨¢n Tobarra (Barcelona) y Juan A. Auni¨®n (Madrid).
El Valle de los Faraones
"Esto es como el Valle de los Faraones de Egipto. Pero en vez de pir¨¢mides, con barracones". Es la gr¨¢fica descripci¨®n de Enric, un padre del colegio p¨²blico Tom¨¢s de Monta?ana, en Valencia. Por un aumento de la demanda, el centro se ha ampliado en dos fases. La primera, el curso pasado, a costa de barracones. Ahora ha recibido autorizaci¨®n para que la mitad de sus aulas se transformen en un centro nuevo -el colegio p¨²blico de infantil y primaria n¨²mero 103- nacido sobre un mar de precarias instalaciones.
En la Comunidad Valenciana, el 80% de los prefabricados est¨¢n en funcionamiento mientras concluyen distintas obras (un promedio de 18 a 24 meses); pero otro 20%, seg¨²n reconoce la consejer¨ªa de Educaci¨®n, corresponde a alumnos fundamentalmente de 2? ciclo de infantil (de 3 a 5 a?os) que han tenido que ser escolarizados en barracones junto al colegio, en el patio o en espacios de uso com¨²n. Son las aulas colch¨®n que se habilitan cada a?o en funci¨®n de la matr¨ªcula. La falta de planificaci¨®n dej¨® el curso pasado entre 7.000 y 8.000 ni?os de infantil o primaria en estos recintos.
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