El ayer y el hoy de Vargas Llosa
El escritor re¨²ne en 'Sables y utop¨ªas' sus art¨ªculos y cartas sobre Am¨¦rica Latina
A la manera de los viejos cancerberos de la Historia o a la de los granos intelectuales en salva sea la parte, Mario Vargas Llosa (Arequipa, 1936) sigue preguntando y pregunt¨¢ndose, como el Zabalita de Conversaci¨®n en la catedral, en qu¨¦ momento se jodi¨® el Per¨². Y a partir de ah¨ª, en qu¨¦ momento lo hizo Am¨¦rica Latina en general. Ahora lo hace en el siempre inc¨®modo formato de la recopilaci¨®n y la memoria: inc¨®moda porque conlleva la obligatoriedad ¨¦tica -si uno es decente y no esconde cartas- de rescatar todo, lo bueno y lo no tan bueno.
Y as¨ª queda dicho en Sables y utop¨ªas (Aguilar), mastod¨®ntico artefacto de memoria pol¨ªtica y literaria que en medio centenar de art¨ªculos (seleccionados por Carlos Gran¨¦s de entre una producci¨®n de cerca de 400) abarca casi medio siglo de vivencias, amistades, admiraciones, frustraciones y otras experiencias.
INTELECTUALES Y COMPROMISO Mensaje a Benedetti
"En Am¨¦rica Latina un escritor no es s¨®lo un escritor", escrib¨ªa Vargas Llosa en 1984 a Mario Benedetti en su carta Entre tocayos. No s¨®lo literatura, sino inmersi¨®n en el debate p¨²blico exig¨ªa el novelista peruano a los escritores, poniendo por caso negativo los ejemplos de dos eminencias como Alejo Carpentier y Pablo Neruda. Vargas Llosa nunca les perdon¨® su sumisi¨®n militante al r¨¦gimen castrista: "Mi reproche", le escribe a su amigo uruguayo (con quien sostuvo grandes diferencias ideol¨®gicas), "no es que fueran comunistas; es que lo fueran de una manera indigna de un escritor: sin reelaborar por cuenta propia (...)".
Ayer, Vargas Llosa incid¨ªa en la cuesti¨®n del compromiso del intelectual: "Los intelectuales hoy no sienten la necesiad de comprometerse; creen que los sistemas pol¨ªticos ya garantizan por s¨ª solos la democracia, pero no es as¨ª... en Am¨¦rica Latina todo est¨¢ por hacerse, la democracia no est¨¢ all¨ª para quedarse. En ese contexto, el intelectual tiene la obligaci¨®n de intervenir en el debate c¨ªvico. El debate fundamental es el de las ideas".
ESPA?A Y AM?RICA LATINA Los caudillos b¨¢rbaros
En enero de 2006, el autor de Pantale¨®n y las visitadoras dedicaba estas flores al hoy presidente boliviano Evo Morales desde las p¨¢ginas de EL PA?S en un art¨ªculo titulado Raza, botas y nacionalismo: "Su atuendo y apariencia, que parec¨ªan programados por un genial asesor de imagen no altipl¨¢nico sino neoyorquino han hecho las delicias de la prensa y elevado el entusiasmo de la izquierda boba a extremos org¨¢smicos".
No ha cambiado sus impresiones sobre el personaje, bien al contrario: lo considera uno de esos caudillos b¨¢rbaros de los que escribi¨® Alcides Arguedas. En la misma categor¨ªa mete a Hugo Ch¨¢vez. Y Vargas Llosa no dej¨® pasar ayer la ocasi¨®n de cargar contra la vocaci¨®n "pragm¨¢tica" del actual gobierno espa?ol en sus relaciones con los reg¨ªmenes de Caracas y La Paz: "Lamento que el gobierno espa?ol apoye a Evo Morales, alguien cuya experiencia tiene una clara orientaci¨®n autoritaria y tambi¨¦n racista. ?l presenta, por un lado, una Bolivia india, de aimaras y quechuas, y por otro, una Bolivia blanca explotadora y advenediza. Introducir elementos raciales para juzgar la pol¨ªtica y la econom¨ªa es siempre un disparate; en el caso de Am¨¦rica puede resultar explosivo. El problema de la injusticia no es de razas, sino de dictaduras".
En cuanto a Hugo Ch¨¢vez, Vargas Llosa sostuvo ayer, durante la presentaci¨®n del libro que el Gobierno espa?ol deber¨ªa solidarizarse "no con ¨¦l sino con los dem¨®cratas venezolanos; Espa?a act¨²a por pragmatismo, porque cree que puede hacer negocios en Venezuela, pero el puro pragmatismo es incompatible con la democracia".
ERRORES DE JUVENTUD Cuba s¨ª, Cuba no
Hay que leer las Cr¨®nicas de Cuba escritas en 1967 por Vargas Llosa, saborear aquel aroma de sincera fascinaci¨®n por la revoluci¨®n cubana y por el propio t¨®tem de Fidel Castro... y luego escucharle entonar sin problema un personal mea culpa: "Claro que me equivoqu¨¦, cre¨ª que la revoluci¨®n cubana representaba lo que tanto busc¨¢bamos, un encaje entre la sociedad y la libertad... lo cierto es que entonces yo quer¨ªa creer en lo que quer¨ªa ver". "?Por qu¨¦ el pueblo cubano no hace lo que hicieron el de Polonia o el de Hungr¨ªa? Porque he llegado a la conclusi¨®n de que una dictadura totalitaria como la cubana adormece a la sociedad y el ¨ªmpetu primario de libertad; hoy, en Cuba, lo que queda de ilusi¨®n se reduce a coger un barco rumbo a Miami", explica el escritor.
LOS DIOSES LITERARIOS Cort¨¢zar, el no-oportunista
Lezama Lima, Borges, Donoso, Octavio Paz, Cabrera Infante... y Garc¨ªa M¨¢rquez y Cort¨¢zar. La galer¨ªa de dioses literarios de Sables y utop¨ªas es rica en emociones. Dos autores destacan, por distintas razones, en el ba¨²l de los recuerdos
de Mario Vargas Llosa. Su rese?a de Cien a?os de soledad, publicada en 1967 en la revista peruana Amaru vibra, es puro tributo: "Con su presencia luciferina esta novela tiene el m¨¦rito poco com¨²n de ser, simult¨¢neamente tradicional y moderna, americana y universal, volatiliza las l¨²gubres afirmaciones seg¨²n las cuales la novela es un g¨¦nero agotado". En cuanto a Cort¨¢zar, Vargas Llosa resumi¨® as¨ª su admiraci¨®n eterna hacia el creador de Rayuela: "Alguien gen¨¦ticamente vacunado contra toda forma de oportunismo, algo nada f¨¢cil entre los escritores".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.