De Pozuelo a Tordesillas

Muy de moda est¨¢, sin duda, el Pozuelo de Alarc¨®n donde resido. Editoriales, tertulias, debates televisivos, discursos de pol¨ªticos... Todos aportan sus puntos de vista sobre los incidentes acaecidos en las fiestas de este pueblo madrile?o. Variopintas, tambi¨¦n, son las posibles causas y soluciones: las causas sobre las que m¨¢s se ha especulado son el alcohol, las drogas, la falta de divertimento en la juventud, el poco respeto a las autoridades y al pr¨®jimo... La m¨¢s nombrada y aplaudida soluci¨®n es un c¨®ctel de educaci¨®n, respeto y tolerancia. Podemos resumir todo esto en disfrutar de la fiesta y divertirse sin que nadie resulte da?ado.

Pero ?todos estos sabios se olvidan de Tordesillas? Celebrar las fiestas con crueldad y violencia est¨¢ muy mal si se acosa a unos pobres polic¨ªas que intentan defenderse de una multitud enfurecida, pero si el damnificado es un animal acosado hasta la muerte por una multitud sedienta de sangre, entonces es una tradici¨®n. La agresividad demostrada por los j¨®venes de Pozuelo es algo deplorable, en cambio en Tordesillas es una clara demostraci¨®n de valor, fuerza y nobleza.

?Podemos ser tan hip¨®critas? ?Alguien se cree que el chico de Pozuelo que lanza botellas a la polic¨ªa es menos agresivo que aquel que espera todo un a?o para poder atribuirse el honor de atravesar con una lanza a un animal aterrorizado, agotado y herido? Perdimos nuestros valores en alg¨²n punto del camino que va de Tordesillas a Pozuelo.