Alcohol, caballos y derroches
Una biograf¨ªa autorizada retrata la vida ¨ªntima y el c¨¢ustico sentido del humor de la madre de Isabel de Inglaterra
La biograf¨ªa autorizada de la reina Isabel, la reina madre, confirma todos los t¨®picos que circulan sobre la fallecida consorte del rey Jorge VI y madre de la actual soberana brit¨¢nica, Isabel II. Firmado por William Shawcross y en las librer¨ªas desde el pasado viernes, Reina Isabel, la reina madre. Una biograf¨ªa oficial retrata a una mujer vivaz y con un c¨¢ustico sentido del humor, y confirma su gusto por el alcohol y los caballos, su talante conservador, su irrefrenable tendencia a gastar m¨¢s de lo que ingresaba y la importancia de su papel durante el reinado de su marido, Jorge VI, que lleg¨® al trono en 1936 cuando su hermano, el rey Eduardo VIII, abdic¨® para casarse con Wallis Simpson, una americana divorciada.
Admiradora de Thatcher, critic¨® a Diana y Carlos por airear sus problemas
Sus algo m¨¢s de 1.000 p¨¢ginas han permitido saber que la reina madre super¨® un c¨¢ncer de colon en los a?os sesenta. O que Jorge VI e Isabel estuvieron cerca de la muerte en un ataque de la aviaci¨®n alemana al palacio de Buckingham en 1940. Pero la pareja se lo ocult¨® incluso al primer ministro, Winston Churchill, por miedo a que les obligara a abandonar la capital. La decisi¨®n de quedarse en Londres durante la II Guerra Mundial pese a los bombardeos fue decisiva para ayudar a consolidar una monarqu¨ªa que se tambaleaba por la abdicaci¨®n de Eduardo VIII.
El texto se basa en 20 horas de conversaciones que en 1995 la biografiada mantuvo con sir Eric Ancderson, antiguo director de Eton, a cuyas grabaciones ha tenido acceso Shawcross. Y, sobre todo, en miles de cartas escritas por o dirigidas a ella desde los siete a?os. Pero entre esas cartas no estaban las que hac¨ªan referencia a los momentos m¨¢s delicados del conflicto entre su nieto Carlos y lady Di. Esas y otras cartas consideradas demasiado privadas fueron destruidas en 1993 por orden de la princesa Margarita, su hija peque?a, que fallecer¨ªa en 2002, menos de dos meses antes que su madre. El libro s¨ª revela el disgusto de la reina madre por la decisi¨®n primero de Diana y luego de Carlos de airear sus desavenencias. "Los trapos sucios se lavan en casa", escribi¨®.
Tambi¨¦n evidencia su conocido gusto por el alcohol y en particular por la ginebra. En los a?os treinta, la entonces duquesa de York y un grupo de amigos fundaron una hermandad de bebedores. En 1925, estando embarazada y por tanto privada de alcohol, escribi¨® a su marido: "La sola visi¨®n del vino me sube el ¨¢nimo. ?No es extraordinario? Ser¨ªa una tragedia si no pudiera beber nunca m¨¢s". En 1965, en un viaje a Jamaica, se queja a su hija Margarita en una carta de que a ella le serv¨ªan zumos de fruta y tuvo que rogar que le pusieran "una pizca de ginebra".
Su pasi¨®n por las carreras de caballos queda tambi¨¦n reflejada en sus cartas, al igual que lo cara que le sal¨ªa esa afici¨®n. "Ha perdido todo su dinero en Ascot", le escribi¨® una vez su tesorero, sir Arthur Penn. Nunca tuvo recato en gastar mucho m¨¢s de lo que ten¨ªa y acab¨® con un descubierto de m¨¢s de cuatro millones de euros. Siempre admir¨® a la primera ministra conservadora Margaret Thatcher y, aunque respetaba al laborista James Calaghan, dej¨® patente su desprecio al Partido Laborista desde siempre. "Soy extremadamente antilaborista", escribi¨® cuando en 1924 llegaron por primera vez al Gobierno.
Conservadora tambi¨¦n en las cosas del amor, desaconsej¨® a su cu?ado su relaci¨®n con Wallis Simpson y siempre le ech¨® en cara que su abdicaci¨®n acabar¨ªa provocando la temprana muerte de su querido Bertie (Jorge VI).
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