Los ayatol¨¢s acorralan a la oposici¨®n

"Nos llam¨® hace un par de d¨ªas desde Ev¨ªn y nos dijo que estaba bien", susurra al tel¨¦fono el hijo de uno de los ¨²ltimos detenidos en Ir¨¢n. S¨®lo atender la llamada de una periodista extranjera puede comprometer su seguridad. Con las autoridades empe?adas en atribuir a un complot occidental las protestas que siguieron a las elecciones presidenciales del pasado junio, muchas familias prefieren guardar silencio. Otras conf¨ªan sin embargo en que la atenci¨®n internacional sobre sus seres queridos pueda servirles de protecci¨®n.

Tal es el caso de la esposa y los amigos de Maziar Bahar¨ª, un documentalista irano-canadiense que trabajaba como corresponsal de la revista norteamericana Newsweek (freemaziarbahari.org). Bahar¨ª, que ha quedado finalista del premio Pr¨ªncipe de Asturias de la Concordia de este a?o y ahora es candidato al S¨¢jarov del Parlamento Europeo, fue detenido el 21 de junio. Nueve d¨ªas despu¨¦s aparec¨ªa ante los medios oficiales iran¨ªes confesando su participaci¨®n en una supuesta revoluci¨®n de terciopelo, y el 1 de agosto estaba entre el centenar de encausados por las protestas ante el tribunal revolucionario de Teher¨¢n.

El ex embajador en Espa?a Morteza Alvir¨ª es uno de los ¨²ltimos arrestados

Tres meses despu¨¦s, su esposa, Paola Gourley, que est¨¢ a punto de dar a luz, espera ansiosa el desenlace. "No he querido saber el sexo del beb¨¦ hasta que Maziar no estuviera conmigo; tratar¨ªa de averiguarlo si ¨¦l quisiera saberlo", explicaba en un correo antes de poder hablar brevemente con ¨¦l ayer. Hasta entonces, el documentalista, que ni siquiera tuvo asistencia letrada durante el juicio, s¨®lo hab¨ªa podido telefonear a su madre en un par de ocasiones.

De los 4.000 detenidos, quedan dos centenares en prisi¨®n o sometidos a juicio, seg¨²n cifras oficiales. No obstante, la presi¨®n contra los opositores contin¨²a. A las revelaciones de malos tratos y torturas, hay que a?adir fianzas millonarias y nuevas detenciones. Mohamed Al¨ª Dadj¨¢, un conocido abogado pr¨®ximo a la Nobel Shir¨ªn Ebad¨ª, tuvo que depositar 5.000 millones de riales (unos 350.000 euros) para salir de la c¨¢rcel el pasado martes, seg¨²n Reporteros Sin Fronteras (RSF). Otro colaborador de Ebad¨ª, Abdolfat¨¢ Soltan¨ª, qued¨® en libertad el 27 de agosto tras pagar 1.000 millones de riales. En la mayor¨ªa de los casos, ante esas cuant¨ªas muchos tienen que presentar sus casas como aval, lo que sin duda influye en que guarden silencio.

Adem¨¢s, contin¨²a el goteo de detenciones. Algunas han alcanzado al c¨ªrculo m¨¢s pr¨®ximo de los l¨ªderes opositores, como en los casos de Morteza Alvir¨ª y de Al¨ª Reza Behesht¨ª, estrechos colaboradores de Mehdi Karrub¨ª y Mir Hosein Musav¨ª, respectivamente. La popularidad de Behesht¨ª, hijo de un destacado ayatol¨¢ que muri¨® en un atentado, influy¨® sin duda en su liberaci¨®n, bajo fianza, apenas cinco d¨ªas m¨¢s tarde. Alvir¨ª, ex embajador en Espa?a y antiguo pasdar¨¢n (guardi¨¢n de la revoluci¨®n), sigue en prisi¨®n dos semanas despu¨¦s.

Lo mismo sucede con otras personas menos conocidas como la periodista Fariba Pajoo, de 28 a?os, detenida el 22 de agosto y que desde entonces permanece en una celda incomunicada de la secci¨®n 209 de Ev¨ªn. No ha tenido acceso a su abogado ni ha podido ver a su familia. Aunque las autoridades no han informado del motivo de su detenci¨®n, en una llamada a sus padres Pajoo les dijo que se encontraba "bajo enorme presi¨®n para confesar conducta indecente", una acusaci¨®n con la que a menudo se intenta desprestigiar a las mujeres detenidas. Lo que parece haber molestado a las autoridades es que denunciara en su blog (after-rain.persianblog.ir) la muerte de un primo suyo de 19 a?os en la represi¨®n de las protestas que siguieron a las elecciones.

Aunque entre los detenidos hay abogados, estudiantes, activistas de los derechos humanos y simples manifestantes, el elevado n¨²mero de periodistas y blogueros apunta a un intento de silenciar la cr¨ªtica. Ya antes del 12 de junio, una decena de informadores se encontraba tras las rejas, entre ellos el irano-canadiense Hosein Derakhshan, considerado el padre de los blogueros iran¨ªes y que a punto de cumplir 11 meses en prisi¨®n a¨²n no ha sido acusado formalmente de ning¨²n cargo (http://freehoder.wordpress.com/). Desde entonces, medio centenar han pisado la c¨¢rcel, seg¨²n RSF y la Federaci¨®n Internacional de Periodistas (FIP).

"Quedan menos de diez, a la mayor¨ªa les han liberado", asegura el secretario general de la Asociaci¨®n de Periodistas Iran¨ªes, Badralsadat Mofid¨ª. Pero su organizaci¨®n, clausurada a principios de julio, no incluye a los blogueros. RSF eleva esa cifra a 23 y la FIP a 38. Adem¨¢s, un n¨²mero indeterminado han pasado a la clandestinidad, como Hanif Mazru¨ª, el editor de la p¨¢gina web Norooznews, o Babak Dad, cuya bit¨¢cora (www.babakdad.blogfa.com) ofrece uno de los relatos m¨¢s emotivos de la situaci¨®n que atraviesan las v¨ªctimas de la represi¨®n.

"Tienes 18 a?os. Hace tres meses (...) amabas Ir¨¢n y estabas dispuesto a dar tu vida para que tu pa¨ªs pudiera ser Verde. Desconoc¨ªas que despu¨¦s de varias semanas de c¨¢rcel y tortura, te avergonzar¨ªas de ti mismo, de la gente e incluso de Dios", escribe Dad antes de relatar c¨®mo se siente uno de los j¨®venes violados en prisi¨®n. "A¨²n oyes los gemidos de los otros chicos pidiendo clemencia. Sus lamentos te impiden dormir".

Las autoridades judiciales han rechazado las denuncias de abusos sexuales y malos tratos que ha presentado la oposici¨®n. Sin embargo, poco a poco, las organizaciones de derechos humanos han empezado a recoger testimonios de las v¨ªctimas, algunas de las cuales han esperado a salir del pa¨ªs para hablar. Dentro, las familias de los detenidos viven como una tortura la incertidumbre sobre su futuro.