La mayor vacunaci¨®n del mundo

La cara m¨¢s dulce de la lucha estadounidense contra la gripe A la ha puesto Elmo, el personaje de Barrio S¨¦samo reclutado por el Gobierno para ense?arle a los ni?os algunas reglas b¨¢sicas con las que evitar la propagaci¨®n del virus. Lavarse las manos, cubrirse la boca con el codo al estornudar... La cara m¨¢s oscura se libra lejos de la vista del p¨²blico, en lugares como el Senado de Massachussets, donde sin apenas hacer ruido se ha aprobado la ley 2028 de respuesta contra la pandemia, que le entrega al gobernador del Estado poderes para declarar algo muy parecido a la ley marcial bajo el estado de emergencia sanitaria.

La nueva legislaci¨®n contempla el arresto forzoso y sin orden judicial de cualquier sospechoso de haber contra¨ªdo el virus, la vacunaci¨®n obligada si las autoridades lo consideran necesario y, si ¨¦sta se rechaza, la cuarentena obligatoria. Tambi¨¦n protege al personal m¨¦dico y a las fuerzas del orden contra posibles acciones legales de los ciudadanos e impone multas de hasta 1.000 d¨®lares por d¨ªa (680 euros) a quien se niegue a seguir ¨®rdenes. De momento es la legislaci¨®n m¨¢s agresiva que se ha aprobado a ra¨ªz del virus H1N1, aunque para llevarse a la pr¨¢ctica a¨²n tiene que ratificarla el Congreso.

Los ni?os aprenden a evitar el contagio con los mu?ecos de 'Barrio S¨¦samo'

Seg¨²n el Centro de Control de las Enfermedades (CDC por sus siglas en ingl¨¦s) desde donde se dirige la lucha contra la nueva gripe, en Estados Unidos se han registrado m¨¢s de un mill¨®n de casos. Pero al igual que en Espa?a y la mayor¨ªa de los pa¨ªses, las autoridades ya no llevan un recuento persona a persona, sino que trabajan con estimaciones, de manera que calculan algo m¨¢s de 9.000 hospitalizaciones y 600 muertos. La gesti¨®n de una emergencia sanitaria en ese pa¨ªs depende de cada Estado, aunque las directrices principales se lanzan desde el mencionado organismo federal CDC.

Es ah¨ª donde se toman las decisiones respecto a medicamentos o vacunas, algo que la Administraci¨®n Obama hizo el pasado 26 de abril declarando oficialmente el estado de emergencia sanitaria. En la pr¨¢ctica, esa declaraci¨®n, confirmada por la secretaria de Sanidad, Kathleen Sebelius, el pasado 26 de julio, daba via libre a la autorizaci¨®n para usos de emergencia y activaba una ley de prevenci¨®n de pandemia vigente desde 2006, dos normas que autorizan al Gobierno a legalizar medicamentos experimentales y a financiar estudios en asociaci¨®n con la industria farmace¨²tica para acelerar la llegada al mercado de vacunas con las que combatir una pandemia.

Dicho y hecho. El Gobierno federal aprob¨® en mayo una partida de 1.100 millones de d¨®lares -que ahora ya llega a los 2.000 millones (unos 1.400 millones de euros)- para desarrollar vacunas con diversos laboratorios y conseguir que 195 millones de dosis estuvieran listas antes de finales de a?o. El resultado es que ya hay cuatro medicamentos aprobados, que empezar¨¢n a distribuirse (unas inmunizaciones ser¨¢n inyectadas y otras inhaladas) a partir del 6 de octubre.

La autorizaci¨®n legal para el uso de medicamentos en estado de emergencia exime a las farmac¨¦uticas de responsabilidad civil o penal frente a medicamentos que no han seguido los procedimientos de seguridad habituales, como la vacuna contra la H1N1, aunque en palabras de Howard Markel, director del Centro de Historia de la Medicina de la Universidad de Michigan y asesor del CDC, "el proceso para conseguir esta vacuna es pr¨¢cticamente el mismo que se sigue anualmente para tener la vacuna contra la gripe estacional, as¨ª que no hay que preocuparse".

Nunca antes se hab¨ªa intentado vacunar a tanta gente -se considera que 164 millones de personas son grupos de riesgo- en tan poco tiempo -tres meses-, lo que convierte esta campa?a de vacunaci¨®n en la "mayor de la historia de la humanidad" en palabras de Markel. ?l sostiene que como ciudadano es necesario hacerse preguntas ante el negocio que puede suponer para las farmac¨¦uticas una pandemia pero como m¨¦dico prefiere "ser acusado de demasiado precavido a tener que lamentar muertes".