Licencia a partir de 1.300 metros

El tama?o a partir del cual un establecimiento comercial deber¨¢ solicitar una licencia para abrir en Catalu?a no ser¨¢ de 800 metros cuatrados como preve¨ªa el Gobierno catal¨¢n, sino de 1.300 metros o m¨¢s. La Generalitat ha aceptado elevar el list¨®n tras sus conversaciones con el sector sobre la nueva ley catalana, que consagra, con algunas excepciones, el principio de que el comercio s¨®lo debe ser posible dentro de los n¨²cleos urbanos.

No es la ¨²nica cesi¨®n a la Mesa del Comercio, que agrupa tanto a los peque?os comerciantes como a los supermercados. As¨ª, el Departamento de Innovaci¨®n, Universidades y Empresa ha aceptado tambi¨¦n enterrar su idea inicial de que puedan implantarse grandes zonas comerciales en ¨¢reas fronterizas con otras comunidades o con Francia. "Para que haya un pacto, todos tienen que ceder algo. Debe haber un equilibiro correcto y razonable entre los m¨¢s proteccionistas y las m¨¢s ultraliberales", coment¨® ayer el consejero Josep Huguet, quien a?adi¨®: "Ser¨¢ dif¨ªcil que nos podamos mover demasiado a partir de aqu¨ª, unos m¨ªlimetros, pero no metros". El peque?o comercio reclama mayor simplificaci¨®n administrativa, un marcaje m¨¢s restrictivo a los hipermercados y dar menos margen a los ayuntamientos en la toma de decisiones sobre aperturas. Y ha presentado su contrapropuesta, pactada con los supermercados.

No todo son concesiones. Si los comerciantes exigen, por ejemplo, que las grandes superficies (m¨¢s de 2.500 metros cuadrados) s¨®lo se puedan implantar en tramas urbanas de m¨¢s de 100.000 habitantes, el anteproyecto, por el contrario, recoge que puedan hacerlo en las de m¨¢s de 70.000, o bien que sean capitales de comarca, si se trata de municipios con vocaci¨®n de crecimiento. Adem¨¢s, la Generalitat dar¨¢ licencia en el caso de los establecimientos de 2.500 metros cuadrados o m¨¢s. Entre 1.300 y 2.500, les corresponder¨¢ hacerlo a los ayuntamientos. Por debajo de 1.300, bastar¨¢ con una mera comunicaci¨®n al municipio.

Tanto la Anged, que re¨²ne a los grandes operadores, como la Confederaci¨®n Catalana de Comercio piden tiempo para analizar el nuevo texto, que ser¨¢ explicado por el propio Huguet la semana que viene en Bruselas. La Comisi¨®n Europea cuestiona la normativa catalana tal como est¨¢ ahora: afirma que contraviene la nueva directiva de servicios, m¨¢s liberalizadora. "El modelo de defensa del comercio urbano cabe perfectamente en la directiva, pero cambiaremos de m¨¦todo para cumplir", apunt¨® Gemma Puig, directora general de Comercio.

Tras una embestida, un freno y marcha atr¨¢s por la presi¨®n de Catalu?a, el Gobierno central ha dado v¨ªa libre a las autonom¨ªas para que que fijen sus propios criterios sobre las aperturas comerciales. Baleares es, con Catalu?a, la comunidad m¨¢s restrictiva con los h¨ªper. Al otro extremo, Madrid.

El intento de cocinar un preacuerdo antes de que el texto llegue al Parlament, m¨¢s las discrepancias internas en el tripartito sobre aspectos como el margen que se da a los ayuntamientos (el PSC es m¨¢s municipalista), ha ido retrasando la nueva ley. Lejos de la fecha que marca Bruselas (1 de enero pr¨®ximo), la catalana no podr¨¢ entrar en vigor hasta "los primeros seis meses de 2010".

Huguet quit¨® hierro al incumplimiento. La normativa de comercio se cambia para adaptarse a la directiva europea de servicios. Y dicha adaptaci¨®n debe tener lugar antes del pr¨®ximo 1 de enero. El temor del sector, y de CiU, se fundamenta en la eventualidad de que las empresas que pidan una licencia a partir del 1 de enero se encuentren con que la Generalitat se la deniegue sobre la base de la vieja normativa (ahora vigente), cuando en teor¨ªa deber¨ªa ya ser papel mojado, y puedan invocar los principios de la directiva ante un tribunal. Comercio neg¨® que la directiva europea pueda ser invocada ante un tribunal.