Solidaridad con un violador
Defender a Polanski por ser director revela un doble rasero y un corporativismo inquietantes - Los artistas no tienen inmunidad
La ¨²ltima semana de Roman Polanski podr¨ªa ir acompa?ada de un sentimiento colectivo, de una palabra que quiz¨¢ valdr¨ªa para todos: indignaci¨®n. La de cineastas e intelectuales de medio mundo que claman por su libertad, pero tambi¨¦n la de otros muchos que consideran vergonzosos e irreflexivos esos llamamientos, incluidos los de algunos representantes pol¨ªticos franceses.
La detenci¨®n del realizador franco-polaco, el s¨¢bado pasado, en el aeropuerto de Z¨²rich, por una violaci¨®n a una menor que cometi¨® hace 32 a?os en Estados Unidos, abri¨® un debate en el que caben distintas interpretaciones de la justicia y los v¨ªnculos entre poder y creaci¨®n, adem¨¢s de posibles equilibrios diplom¨¢ticos o el t¨¢cito derecho a una especie de inmunidad art¨ªstica.
De haberse detenido a un funcionario, Francia no habr¨ªa reaccionado
El gremio cinematogr¨¢fico ha sorprendido por su apoyo al realizador
Almod¨®var: "No tiene que ver con los cargos. La justicia a la americana aterra"
La defensa gremial es un riesgo. "Eres ciudadano antes que cineasta", dice Par¨ªs
Se ha utilizado el argumento de que la v¨ªctima le perdon¨® p¨²blicamente
"La ley no es falsa moneda ni sonajero para los poderosos", dice un periodista
El argumento de los que invitan a tomar distancias en el asunto es di¨¢fano: ?Qu¨¦ hubiera pasado, por ejemplo, si en lugar de Polanski se hubiese detenido a un funcionario de correos? Para empezar, el ministro de Cultura franc¨¦s, Fr¨¦d¨¦ric Mitterrand, no habr¨ªa emitido ning¨²n comunicado lamentando "de la forma m¨¢s viva que se someta a una nueva prueba a quien ya ha sufrido tantas" y dejando constancia del inter¨¦s de Nicolas Sarkozy por su situaci¨®n. Mitterrand se defendi¨® ayer de las cr¨ªticas diciendo que Polanski tiene derecho a "solidaridad y compasi¨®n" y que "el papel del ministro de Cultura es el de defender a los artistas en Francia".
Precisamente por su condici¨®n de artista, a esa defensa se sumaron, tan s¨®lo unas horas despu¨¦s del arresto con el que las autoridades suizas llevaron a cabo la orden de busca y captura dictada por EE UU, decenas de realizadores, guionistas, actores y profesionales del cine. Pedro Almod¨®var, Woody Allen, Jean-Jacques Annaud, Monica Bellucci, Ettore Scola, Martin Scorsese, Giuseppe Tornatore, Wim Wenders entre muchos otros firmaron la petici¨®n de la Sociedad de Autores y Compositores Dram¨¢ticos (SACD), entidad francesa que manifiesta indignaci¨®n porque la detenci¨®n se produjo mientras Polanski, de 76 a?os, se dirig¨ªa al Festival de cine Z¨²rich, que este a?o programaba una retrospectiva en su homenaje.
Pedro Almod¨®var es tajante precisamente a este respecto y carga contra las formas del arresto al explicar las razones por las que decidi¨® firmar: "No acepto que la justicia utilice atajos, mucho menos cuando esa misma justicia defiende la pena de muerte y hace posible el infierno de Guant¨¢namo".
"La detenci¨®n de Roman Polanski", en opini¨®n del director, "es tan rocambolesca que parece sacada de una mala pel¨ªcula sobre la guerra fr¨ªa. Es inadmisible que el homenaje de un festival de cine se materialice en dos esposas, una para cada mu?eca del homenajeado, por muy surrealista que uno sea".
"Deploro, denuncio y me aterra este modo de hacer justicia a la americana. Y eso no tiene nada que ver con los cargos de los que se le acusa a Polanski. No confundamos la velocidad con el tocino. Polanski ha vivido los ¨²ltimos 31 a?os en Francia y eso no significa que los franceses est¨¦n a favor del abuso de menores. Tambi¨¦n hay que destacar que la v¨ªctima de tales abusos pidi¨® hace a?os que se le retiraran los cargos. La forma en que se ha llevado a cabo esta detenci¨®n es inadmisible. Recordemos que Polanski es un ciudadano franc¨¦s y que estamos en Europa", prosigue el cineasta.
Almod¨®var, adem¨¢s, lanza una propuesta: "Hace pocos d¨ªas, el presidente Obama habl¨® de multilateralismo, refiri¨¦ndose a su relaci¨®n con el resto del mundo. La se?ora Clinton tiene en el caso Polanski una ocasi¨®n perfecta para ponerlo en pr¨¢ctica". La secretaria de Estado norteamericana, por otro lado, ya habr¨¢ recibido la carta que le dirigen el ministro franc¨¦s de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, y su hom¨®logo polaco pidiendo clemencia para Polanski.
Daniel S¨¢nchez Ar¨¦valo tambi¨¦n habla de "desprop¨®sito". "Ha sido una especie de acoso y persecuci¨®n y, aunque no conozco los detalles del caso, me parece que hay asuntos m¨¢s importantes que atender", cuenta el director de Azuloscurocasinegro. Alejandro Amen¨¢bar, por su parte, no quiso ayer ahondar m¨¢s en el asunto y dijo que le parece "tremendo". "Yo que soy temeroso de las autoridades jam¨¢s hubiera huido y me hubiera quedado a cumplir la condena". En general, el gremio cinematogr¨¢fico ha cerrado filas en torno a Polanski de forma sorprendente. Pese a todo, se han alzado algunas voces discordantes. La del realizador franc¨¦s Luc Besson, quien ha transmitido "cari?o" a Roman Polanski considerando, por otro lado, que la justicia "tiene que ser la misma para todo el mundo".
Tambi¨¦n la directora In¨¦s Par¨ªs, presidenta de la Asociaci¨®n de Mujeres cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), lleva la contraria y matiza de alguna manera esa indignaci¨®n de sus colegas, dejando claro que ¨¦ste es precisamente uno de los riesgos del corporativismo. "Lo que me indigna es que circule la idea que un artista no tenga que responder ante la ley como cualquier ciudadano. Si en este asunto las autoridades se han saltado la legalidad internacional, me parece muy mal, pero s¨®lo los tribunales pueden establecer si Polanski es responsable. Aunque la chica que sufri¨® la violaci¨®n haya perdonando p¨²blicamente al director, la justicia tiene que seguir su curso", explica.
Es cierto. La v¨ªctima, Samantha Geimer (antes Gayley) ten¨ªa 13 a?os cuando el director abus¨® de ella durante una sesi¨®n de fotos para la revista Vogue que se realiz¨® en la casa de Jack Nicholson en Los ?ngeles. Pero m¨¢s tarde dijo perdonarle, se mostr¨® asombrada por que el juez rompiera el acuerdo que hab¨ªa alcanzado con ¨¦l (Polanski se declar¨® culpable y luego huy¨®) y hasta acudi¨® al estreno del documental que defiende al propio Polanski, Wanted and desired, de Marina Zenovich. Lo recoge Christopher Sandford en su biograf¨ªa y lo recuerda con rigor el escritor Diego Moldes, autor de Roman Polanski. La fantas¨ªa del atormentado, un trabajo sobre la obra del realizador.
Se trata de un argumento que esgrimen muchos de sus defensores. Pero esa defensa sin fisuras puede constituir un peligro, seg¨²n In¨¦s Par¨ªs. "El corporativismo, en este sentido, es precisamente un riesgo de la profesi¨®n. Porque antes eres ciudadano y despu¨¦s cineasta. Que quede claro que en el cine hay gente que tambi¨¦n tiene esta idea", comenta.
En Francia, pa¨ªs con una larga tradici¨®n de defensa de los creadores, el debate ha adquirido una dimensi¨®n m¨¢s pol¨ªtica. Daniel Cohn-Bendit, eurodiputado, portavoz de los Verdes Europeos y ex l¨ªder de Mayo del 68, por ejemplo, se situ¨® a contracorriente y critic¨® el apoyo del ministro de cultura franc¨¦s. Cohn-Bendit confirm¨® a trav¨¦s de su oficina en Estrasburgo que considera que se trata exclusivamente de un problema de justicia, ya que ante todo hubo una violaci¨®n de una menor de 13 a?os. Es decir, ni pol¨ªticos ni apoyos corporativos. Se trata de una cuesti¨®n judicial. "Creo que un ministro de Cultura, aunque se apellide Mitterrand, lo que tendr¨ªa que haber dicho es 'espero ver los fasc¨ªculos judiciales', porque se trata de un caso muy grave de violencia sexual contra una chica de 13 a?os, y la misma v¨ªctima ha dicho que no present¨® denuncia porque le dieron una buena cantidad de dinero", hab¨ªa subrayado el eurodiputado, que en el pasado fue acusado de pedofilia tras la publicaci¨®n, en 1975, de algunas declaraciones contenidas en el libro Le gran bazar.
El que sea ante todo una cuesti¨®n de leyes es tambi¨¦n lo que apunta en su blog el periodista del semanario L'?xpress Renaud Revel, quien hablaba precisamente de "inmunidad art¨ªstica". "Hay algo de indecente en ver, despu¨¦s de 48 horas, a toda la rive gauche parisiense y sus ambientes culturales dar la cara como un solo hombre para defender a Roman Polanski. Hay algo de chocante en escuchar a un miembro del Gobierno, Fr¨¦d¨¦ric Mitterrand, pisotear el Estado de derecho e invocar la inmunidad art¨ªstica para Roman Polanski".
Revel, como otros cr¨ªticos, califica el caso de Roman Polanski de "triste". Y es que la historia del realizador, que decidi¨® apelar su orden de extradicci¨®n a EE UU, desprende precisamente un halo de tristeza. Seg¨²n se?alan varios cr¨ªticos, en su vida, como en su obra, el drama parece esconderse detr¨¢s de cada esquina. Una vida que se convirti¨® en tragedia cuando la llamada secta de Charles Manson asesin¨® de forma atroz a su esposa, Sharon Tate, el 9 de agosto de 1969. Sin embargo, no conviene mezclar los episodios.
Como sugiere Revel, "la ley no es una falsa moneda o un sonajero para los poderosos, ni la industria del espect¨¢culo es una zona libre de derecho o una rep¨²blica bananera. Los textos y las reglas no est¨¢n hechos solamente para el hombre de la calle o para el ciudadano medio".
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