El tesoro de Baal y Astart¨¦

El Tesoro del Carambolo (un conjunto de piezas de oro de origen fenicio) ha estado rodeado de fascinaci¨®n desde hace medio siglo. Su hallazgo en Camas (Sevilla) supuso, a finales de los a?os cincuenta, un hito en la historia de la arqueolog¨ªa espa?ola. La exposici¨®n El Carambolo. 50 a?os de un tesoro vuelve a sacar a la luz este conjunto de piezas despu¨¦s de nueve a?os. El tesoro, que es propiedad del Ayuntamiento de Sevilla, ha estado hasta ahora depositado en la caja fuerte de una entidad bancaria.

La exposici¨®n, que fue inaugurada ayer, estar¨¢ abierta en el Museo Arqueol¨®gico de Sevilla hasta enero de 2010. La muestra incluye las 21 joyas originales del tesoro, junto a piezas procedentes de otras colecciones muse¨ªsticas que trazan un recorrido por la protohistoria del sur de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Tras las investigaciones llevadas a cabo en los ¨²ltimos a?os, el Tesoro del Carambolo ha dejado de ser el paradigma de una realidad tart¨¦sica. Se ha descubierto que el lugar donde fue hallado era un santuario dedicado a Astart¨¦ y Baal, los dioses mayores de los fenicios. El tesoro ha sido reinterpretado como el ajuar del sacerdote de ese santuario.

Las piezas constituyen el ajuar del sacerdote de un santuario fenicio

Una cultura nueva creci¨® en el suroeste de la actual Andaluc¨ªa

La exposici¨®n gira en torno a las 21 piezas huecas de oro de 24 quilates con un peso total de 2.950 gramos que dan forma al tesoro. Un collar formado por una cadena y siete colgantes, un frontil (pectoral) con rosetas, dos brazaletes, ocho plaquetas con rosetas, un frontil con semiesferas y ocho plaquetas con semiesferas constituyen el conjunto. Los frontiles reproducen la forma de una piel de toro (Baal, se?or del cielo, ten¨ªa en el toro su animal sagrado).

El Tesoro del Carambolo -es decir, el ajuar sacerdotal- se emplear¨ªa, de acuerdo con las investigaciones m¨¢s recientes, para el sacrificio del toro y la vaca en el santuario fenicio. El sacerdote portar¨ªa el collar de los siete sellos y los brazaletes. Los animales ser¨ªan adornados, en alg¨²n momento de la ceremonia, con la colocaci¨®n del frontil en la testuz. Las placas ir¨ªan sobre el lomo. El juego dedicado a Baal cuenta con esferas (representaciones solares) y el de Astart¨¦, con rosetas (representaciones astrales relacionadas con Venus).

El tesoro dispar¨® las expectativas en el momento de su hallazgo. Se crey¨® que se hac¨ªa realidad el relato transmitido por textos griegos comprendidos entre los siglos VII y III a. de C. Este relato describ¨ªa Tartessos como la capital de un reino legendario del mismo nombre, situado en el extremo del mundo conocido y regido por Argantonio, un rico y viejo monarca. Las piezas del tesoro fueron unidas en estas primeras investigaciones a la realeza tart¨¦sica.

El Carambolo se convirti¨® en un referente fundamental para conocer la protohistoria de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, en concreto el periodo que va de los siglos VIII al VI a. de C. En esta ¨¦poca, el Mediterr¨¢neo adquiri¨® la forma de un mundo interconectado con una cultura compartida.

En el ¨²ltimo medio siglo ha evolucionado la imagen de Tartessos. Al principio hubo una caracterizaci¨®n aut¨®ctona de la cultura tart¨¦sica, a la que se consideraba anterior a la llegada de los fenicios. Posteriores investigaciones asentaron la idea de un territorio colonial donde creci¨® una cultura nueva, que ser¨ªa fruto del contacto de los colonos de Oriente Pr¨®ximo (fenicios en su mayor¨ªa) establecidos en la costa y en el suroeste de la actual Andaluc¨ªa con los lugare?os.

Fernando Amores y Jos¨¦ Luis Escacena, profesores de la Universidad de Sevilla, son los comisarios de la exposici¨®n, que ha sido organizada por la Consejer¨ªa de Cultura, la Universidad de Sevilla, el Ayuntamiento de Sevilla y la Fundaci¨®n Cajasol. El resto de las piezas de la muestra proceden del yacimiento del Carambolo y de diversos museos espa?oles (Madrid, C¨¢diz, Huelva, Ja¨¦n, Alicante y Badajoz) y portugueses.

El tesoro s¨®lo ha podido verse cuatro veces en los ¨²ltimos 30 a?os. La exposici¨®n, a cuya inauguraci¨®n acudi¨® el presidente de la Junta, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, se completa con textos, im¨¢genes, ilustraciones y un audiovisual. Medio siglo despu¨¦s de su descubrimiento, el Carambolo sigue despertando pasiones.