La aventura porte?a de Pereza
El d¨²o se lanza a tomar Argentina, donde el rock es deporte nacional
Pereza ha hecho bastante esta semana en su empe?o -algo sentimental y bastante suicida- por conquistar Am¨¦rica. Son las seis de la tarde y los 600 j¨®venes que esperan en la puerta del Teatro Metropolitano en Buenos Aires se ajustan en sus butacas. La cifra podr¨ªa parecer absurda para un grupo que empez¨® ayer una multitudinaria gira por Espa?a y ha llenado la plaza de Las Ventas. Pero ¨¦ste es otro continente y el concierto no estaba anunciado. Ni un maldito cartel en la ciudad; cero menciones en la prensa local, ni un escueto anuncio de radio... nada.
Si el director de marketing de una discogr¨¢fica analizara su visita a Buenos Aires, se llevar¨ªa las manos a la cabeza, o directamente dimitir¨ªa. Queda claro que el desembarco del d¨²o madrile?o en la capital argentina para presentar en directo su nuevo disco Aviones poco tiene que ver con las estrategias de marketing musical. "Se trata de una cuesti¨®n rom¨¢ntica", explicaba Leiva, 50% del grupo, antes del concierto y con cicatrices de guerra en el brazo a la altura de las venas: un tatuaje con la palabra Baires. "Los m¨²sicos que nos gustan son de aqu¨ª. La m¨²sica que nos gusta naci¨® aqu¨ª. El p¨²blico es bestial, act¨²an como si fuesen a un partido de f¨²tbol. Adem¨¢s queremos volver a hacer cosas que s¨®lo hac¨ªamos al principio: tocar en un club peque?o, bajar del escenario y poder tomar una cerveza".
"El p¨²blico es bestial, act¨²an como si fuesen a un partido de f¨²tbol"
En directo, los nuevos temas de la banda suenan artesanos
En Buenos Aires, los dos perezas (Leiva, 29 a?os, y Rub¨¦n, 34 a?os) pueden pasear tranquilos por la puerta de un instituto, sin miedo a ser devorados. Incluso ir a una tienda de discos sin que casi nadie los conozca o quiera hacerse una foto con ellos. "Necesitamos venir a Argentina y que nos vuelvan a emocionar las mismas cosas que nos mov¨ªan cuando empezamos. Es curioso", contin¨²a Leiva, "aqu¨ª s¨®lo nos conocen los entendidillos de la m¨²sica. En Espa?a los entendidillos musicales hacen como que no les gusta Pereza".
Mientras Buenos Aires se despereza del invierno, toca ponerse el mono de trabajo y trabajar a pico y pala, como hicieron en sus comienzos, para que los argentinos se enteren de que sus canciones poco tienen que envidar a las de Calamaro o Sabina (del que luego hablaremos). Y la que hace el trabajo de guerrilla se llama Camila. A sus pocos m¨¢s de 18 a?os, es la presidenta del todav¨ªa raqu¨ªtico club de fans de Pereza (Perezosos Argentinos s¨®lo tiene 200 socios). Camila, gracias al e-mail, es la responsable de que el teatro est¨¦ lleno. Sabe como calentar a las masas. En primera fila se pone de pie frente al p¨²blico para que el recibimiento al grupo sea furioso. "Arriba esos Perezosos", grita. Se levanta el tel¨®n.
El concierto de Pereza en Buenos Aires, aunque de hora y media de duraci¨®n, fue una buena muestra de lo que ser¨¢ su directo por teatros de toda Espa?a (tocar¨¢n dos horas largas). "Ahora vamos a hacer una cosita nueva...", intent¨® decir Rub¨¦n para presentar las novedades, tras un centelleante comienzo. "?S¨ª¨ª¨ª, t¨² pod¨¦s hacer todo lo que quieras, Rub¨¦n! ??dolo!", le cort¨® una seguidora a gritos desde la platea. En directo, sus nuevos temas suenan artesanos, y en este espect¨¢culo se aprecian mejor los matices. Es ac¨²stico, pero hay guitarras el¨¦ctricas. Y no faltar¨¢n los cl¨¢sicos (Aproximaci¨®n o la genial Estrella Polar), que han convertido a Pereza en una de m¨¢s sinceras bandas del rock espa?ol. "Tocar para un p¨²blico sentado, aunque luego a mitad del concierto se levanten, tiene un mensaje claro: queremos que nos escuchen", explicaba Rub¨¦n momentos antes. "Nuestras letras son casi lo m¨¢s importante y queremos que se oigan bien".
En la ¨²ltima fila del teatro, un discreto Quique Gonz¨¢lez, que, casualidad, tambi¨¦n tocaba esa noche en Buenos Aires, ten¨ªa su veredicto de la conquista de Am¨¦rica de Pereza. "Estos t¨ªos lo van a conseguir aqu¨ª tambi¨¦n".
Apuntaba bien. Los cimientos de Pereza en Argentina est¨¢n puestos. Adem¨¢s, cuentan con un jefe de obra que seguro ayuda a construir el edificio: el maestro Sabina. Llam¨® hace unos meses al d¨²o para que le echasen una mano con un par de canciones en su nuevo disco. Tiramis¨² de lim¨®n, compuesta a medias con Pereza ser¨¢ el primer single.
Sabina les devolver¨¢ el favor llev¨¢ndose a Pereza como teloneros de su pr¨®ximo concierto en Buenos Aires (20 de enero) en La Bombonera, el estadio del Boca Junior. El lugar donde s¨®lo triunfan los grandes. ?Habr¨¢ goleada?
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