Redistribuci¨®n
El proyecto de Presupuestos para el a?o pr¨®ximo, que prev¨¦ una fuerte subida de impuestos al consumo (adem¨¢s de eliminar la desgravaci¨®n de 400 euros a las rentas del trabajo), ha sido presentado por el Gobierno como si estuviera presidido por el principio de la solidaridad de los espa?oles m¨¢s afortunados para con los desfavorecidos. Pero semejante justificaci¨®n recuerda m¨¢s bien al t¨ªtulo de una comedia espa?ola: ?Por qu¨¦ lo llaman amor cuando quieren decir sexo? Pues, parafraseando su sentido, tambi¨¦n cabr¨ªa pensar: ?por qu¨¦ lo llaman solidaridad cuando quieren decir redistribuci¨®n de la renta? Para poder considerarse tal, la solidaridad ha de implicar una decisi¨®n voluntaria que en el caso de la exacci¨®n fiscal no se da. Pues, si de verdad el Gobierno nos invitase a ser solidarios, deber¨ªa incluir en la declaraci¨®n de la renta una casilla que rezase: "?Acepta usted pagar m¨¢s impuestos para sufragar el subsidio del desempleo, en lugar de hacerlo a otros fines ben¨¦ficos, como el sost¨¦n de la Iglesia cat¨®lica?". Pero, adem¨¢s, esta pretendida solidaridad no es s¨®lo falaz a fuer de forzosa, sino tambi¨¦n injusta en tanto que regresiva, dado que quienes van a estar fiscalmente obligados a solidarizarse con los desempleados no son las rentas altas (evasoras habituales tan opacas como impunes), sino las medias y bajas, incapaces de evitar el control del fisco.
Los fiscalmente obligados a solidarizarse con los desempleados son las rentas medias y bajas
Aparece as¨ª de nuevo la consabida doblez esquizoide a que ya nos tiene acostumbrados este Gobierno, que verbalmente alardea de defender los derechos de los desfavorecidos, mientras en la pr¨¢ctica se dispone a hacer justamente lo contrario de lo que predica. Una esquizofrenia que tambi¨¦n se traduce en su pol¨ªtica de alianzas pues, si de verdad pretendiera gravar las rentas altas para favorecer a las inferiores, deber¨ªa estar pactando ahora mismo con las formaciones de izquierda (ERC, IU, ICV y BNG) una reforma fiscal del IRPF y del impuesto de sociedades para incrementar el gravamen de las infames Sicav. Pero, incapaz de tocar los intereses de los poderosos, y asustado por lo que dir¨ªa la prensa conservadora si se decidiese a formar un bloque de izquierda progresista, el presidente Zapatero ha optado por aliarse con la derecha nacionalista (PNV) o regionalista (Coalici¨®n Canaria, Uni¨®n del Pueblo Navarro) para descargar linealmente el coste de la redistribuci¨®n fiscal sobre las rentas medias y bajas mediante impuestos indirectos.
Y otra muestra de duplicidad esquizoide es la de proclamar verbalmente su apuesta por reformas estructurales hacia una econom¨ªa sostenible a la vez que se recortan en un 9% las inversiones reales y en un 15% las partidas destinadas a I+D+i. En suma: ret¨®rica progresiva y realizaci¨®n regresiva. O sea, esquizofrenia pol¨ªtica. Al menos, eso es lo que se desprende del anteproyecto presentado la semana pasada en las Cortes. Un borrador incoherente en el que, adem¨¢s, no cuadran las cuentas, pues el aumento de la presi¨®n fiscal (5.000 millones del IVA y otro tanto de los 400 euros, sin que el ahorro aporte m¨¢s que 800 millones), no resulta suficiente para enjuagar el enorme d¨¦ficit estructural (es decir, no corriente ni c¨ªclico, como el derivado de los estabilizadores autom¨¢ticos) que se ha acumulado tras el derrumbe de la econom¨ªa del ladrillo que hasta ahora financiaba la hacienda espa?ola, y que Funcas o el BBVA estiman en m¨¢s de la mitad del d¨¦ficit total. De ah¨ª la necesidad de duplicar el recurso a la deuda p¨²blica (que pasar¨¢ del 36% del PIB en 2007 al 63% en 2010, creciendo a mayor ritmo a partir de ah¨ª), lo que tambi¨¦n desequilibra los Presupuestos, al elevar en un 33% el pago de sus intereses s¨®lo este a?o.
La ¨²nica explicaci¨®n atenuante, ante tama?o engendro, es atribuirlo a una estrategia que opta por apostar contra el tiempo. Se ha decidido presentar desde un principio la medida m¨¢s impopular (subida del IVA, supresi¨®n de los 400 euros) para amortizar cuanto antes sus peores efectos. Y a partir de ah¨ª se espera negociar con los dem¨¢s grupos otras medidas fiscales m¨¢s progresivas que ser¨¢n las que marquen al final el tono de los Presupuestos. Adem¨¢s, la subida de impuestos que ahora se anuncia s¨®lo empezar¨¢ a surtir efectos retardados el a?o que viene: en junio, cuando ya no se podr¨¢n descontar los 400 euros en la declaraci¨®n de la renta, y en julio, cuando entrar¨¢ en vigor la subida del IVA. Un momento cuidadosamente elegido, tras acabarse el semestre espa?ol de presidencia europea y justo cuando finalice la recesi¨®n econ¨®mica, pues el consenso un¨¢nime de los expertos sondeados por Funcas augura para entonces el inicio de nuestra reactivaci¨®n. Es ¨¦sta la carrera contra reloj que el Gobierno espera ganar. Pero ?lo conseguir¨¢ o se estrellar¨¢ contra el muro del d¨¦ficit antes de tiempo?
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