El objetivo: afianzar otro modelo de pa¨ªs

Patxi L¨®pez dio ayer una vuelca de tuerca m¨¢s a sus exigencias internas en el PSE-EE. Lo hizo de manera indirecta, pero suficientemente expresiva. El secretario general de los socialistas vascos abog¨® por conseguir para Euskadi un "nuevo modelo de pa¨ªs solidario y sostenible" y bien sabe el lehendakari del Gobierno vasco que ese ensanchamiento del campo sociol¨®gico pasa por una mayor penetraci¨®n de su partido en el tejido vasco. En definitiva, una mayor implantaci¨®n pol¨ªtica que obliga, sin duda, a aumentar la cuota de poder en las pr¨®ximas elecciones locales y forales de 2011. Para que no hubiera dudas en el mensaje, pidi¨® a su formaci¨®n que "socialice entre la ciudadan¨ªa el cambio pol¨ªtico que hemos iniciado para llevarlo hasta sus ¨²ltimas consecuencias", subray¨®.

Mikel Torres y Alfonso Gil, dos personas clave para el 'lehendakari'

Prioridades: lucha contra el terrorismo y m¨¢s ingresos para las arcas p¨²blicas

En el marco de un Congreso apacible, consecuencia directa del estado de euforia a veces no tan contenida tras haber llegado a Ajuria-Enea, apenas qued¨® margen para mantener el inter¨¦s informativo. Por si algo faltara para contribuir a la unanimidad, se consigui¨® atender satisfactoriamente las exigencias de todas las cuotas a la hora de completar la renovada ejecutiva. Toda una catarsis.

Sobre este contexto tan id¨ªlico no puede perderse de vista que el PSE-EE ha acometido una reestructuraci¨®n org¨¢nica debidamente intencionada y que. sin rasgu?o alguno en el intento, dispone ya de una integraci¨®n entre la savia joven y la experiencia. L¨®pez ha tejido as¨ª el punto de apoyo sobre el que gravitar sus dos objetivos m¨¢s agobiantes: mantener concertada junto al partido la acci¨®n de Gobierno, y, a su vez, delimitar la estrategia que permita encarar con garant¨ªas los dos pr¨®ximos compromisos electorales, especialmente el primero.

Ante la tesitura cada d¨ªa m¨¢s posibilista de que la izquierda abertzale no haga sus deberes con tiempo suficiente para que le permitan comparecer en los comicios de 2011, el PSE-EE ve m¨¢s despejado, l¨®gicamente, el camino tendente a ampliar sus dominios locales y forales. Ahora mismo, los socialistas entienden que las diputaciones de ?lava y Guip¨²zcoa son un objetivo nada imposible, al igual que la alcald¨ªa de Bilbao. Pero, claro, de momento no creen que lo puedan hacer en solitario.

Surge, entonces, la necesidad de depurar las posibles alianzas necesarias. Aunque L¨®pez reiterara ayer su conocido mensaje de que "podemos llegar a acuerdos con todas las fuerzas democr¨¢ticas", no desaprovech¨® la ocasi¨®n de hacer un gui?o al PNV de quien dijo, junto con el PP, que "son partidos vertebrados". En suma, que el nudo gordiano sigue donde estaba despu¨¦s de la est¨¦ril polvoreda creada por la idea intencionadamente extendida -sin base real alguna- de que el PSE iba a amarrarse al PP a partir de los resultados de las elecciones de 2011.

Con la inteligencia que era de prever, los delegados al Congreso pasaron de puntillas sobre un asunto, el de los pactos, que provoca recelos en muchos sectores como ha ocurrido, sin ir m¨¢s lejos, con el que ha permitido llegar al Gobierno vasco de la mano de los populares. A su vez, la ponencia contempla como "prioridades" la lucha contra el terrorismo, una reforma fiscal que aumente los ingresos de las arcas p¨²blicas

Para desbrozar este camino y, sobre todo, profundizar en el intento de aumentar la cuota de poder local, Patxi L¨®pez ha dispuesto la presencia a su lado de Mikel Torres, ¨ªntimo colaborador y amigo. El actual alcalde de Portugalete (Vizcaya) tiene la sensibilidad adecuada para orientar el trabajo del PE-EE en el a?o y medio que resta para la cita con las urnas.

Posiblemente, Torres representa, junto a Alfonso Gil -otro municipalista-, el esp¨ªritu de renovaci¨®n que el secretario general ha querido introducir en el ¨²nico momento id¨®neo para hacerlo que es cuando has conseguido el hito hist¨®rico de presidir el Gobierno vasco.

Ninguno de estas dos nuevas figuras emergentes se atreve a definir todav¨ªa su cuota de poder, pero saben que lo tienen. Tal vez no alcancen el dominio de situaci¨®n de su antecesor, Rodolfo Ares, pero los propios afiliados entender¨¢n que es una tarea tan ingente como imposible. De momento, van a tener muy cerca a quien ha sembrado durante a?os el camino para disfrutar ahora del ¨¦xito.

Sin embargo, L¨®pez pedir¨¢ a Torres y Gil otra misi¨®n bien distinta y en la que est¨¢ empe?ado decididamente: que el aparato del PSE-EE sepa ayudar al Gobierno vasco coordinando una acci¨®n pol¨ªtica en contacto con la sociedad para llevar el mensaje de que "es posible" otro modelo de pa¨ªs que "deje atr¨¢s los enfrentamientos tribales". Y que lo hagan, seg¨²n el mensaje acu?ado, "desde el valor del acuerdo y la negociaci¨®n, el entendimiento y la transversalidad".