En coma por amor a la patria
La madre de un joven denuncia negligencia de los m¨¦dicos del Ej¨¦rcito al atender a su hijo tras sufrir un infarto en una prueba
David Giner, un militar de 29 a?os vecino de Alcoi, vive enclaustrado en su cuerpo desde el 10 de septiembre de 2007. Aquel fat¨ªdico d¨ªa sufri¨® un infarto agudo de miocardio tras someterse a una prueba f¨ªsica durante los ejercicios rutinarios obligados por el Ej¨¦rcito. Mantiene activas sus constantes vitales, pero desde entonces no siente ni padece; permanece en un "irreversible" coma vegetativo.
Tras hacer el servicio militar, David se alist¨® en el Ej¨¦rcito con 21 a?os. Alcanz¨® el rango de cabo del Ej¨¦rcito de Tierra del Cuartel del Inmemorial del Rey de Pozuelo de Alarc¨®n (Madrid). En junio de 2007, fue sometido a unas pruebas f¨ªsicas y ya los responsables sanitarios le consideraron no apto. En ese reconocimiento m¨¦dico, se repar¨® en que su puntuaci¨®n revelaba una dificultad en la recuperaci¨®n cardiaca. Tres meses despu¨¦s, David repiti¨® la prueba. Consisti¨®, siempre seg¨²n el relato de su madre, Amelia Molla, en una carrera de un kil¨®metro. Tras el ejercicio, "advirti¨® a todo el mundo de que se encontraba muy mal". El auxilio de los facultativos militares consisti¨®, a?ade la mujer, en aconsejarle que se tumbara al sol hasta recuperarse. "No te pasa nada", le manifestaron los servicios m¨¦dicos del puesto de socorro, cuenta la madre.
"Quiero un juicio justo y digno para David", dice la madre
El joven todav¨ªa no ha sido reconocido gran dependiente
Entonces, el chico cogi¨® su coche para arribar a casa y dos minutos despu¨¦s su coraz¨®n sufri¨® el implacable latigazo: 40 minutos sin respiraci¨®n marcar¨ªan para siempre su estado vital. "?C¨®mo le permitieron irse en esas circunstancias?", inquiere Amelia. "?l amaba mucho al Ej¨¦rcito, y el Ej¨¦rcito me lo ha devuelto muerto", relata turbada Amelia.
A pesar, del "evidente" estado de deterioro f¨ªsico del joven, su superior le orden¨® que se fuera a casa a descansar "sin realizarle la m¨¢s m¨ªnima observaci¨®n o reconocimiento m¨¦dico", arguye la madre. No se trata de un asunto monetario, sino de justicia, recalca la mujer, que con devota entrega cuida de su hijo con ayuda de cinco personas.
El Tribunal Militar Central ha archivado el caso de David en dos ocasiones. La decisi¨®n del sobreseimiento, seg¨²n la madre, la fundamenta el tribunal militar en que el chico decidi¨® marcharse tras sentirse mal, por su cuenta y riesgo. Pero Amelia, que recibe una ayuda de la Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS), es tenaz en su batalla. Dice que no cejar¨¢ en su empe?o hasta que se reconozca la responsabilidad militar en el estado de David. "Quiero un juicio digno y justo para David", enfatiza.
Su drama no queda ah¨ª. El chico sufre el retraso de la aplicaci¨®n de la Ley de la Dependencia en la Comunidad Valenciana, y dos a?os y medio despu¨¦s no ha sido reconocido como gran dependiente.
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