Original y copia
Si la portavoz del Gobierno valenciano, o lo que quede de ¨¦l a estas alturas del estropicio, dice que el caso G¨¹rtel no existe ?precisamente aqu¨ª!, pues tendr¨¢ raz¨®n, porque pasar, lo que se dice pasar, no pasa nada m¨¢s all¨¢ de algunas dependencias judiciales ajenas a la demarcaci¨®n y las redacciones period¨ªsticas poco o nada afines al r¨¦gimen. No es por lo inminente de la festividad de las ¨¢nimas, que tambi¨¦n, pero qu¨¦ duda cabe de que en el cementerio de Chicago late m¨¢s vida que en el p¨¢ramo valenciano. Conceptos como ¨¦tica, decencia y responsabilidad, no digamos ya dimisiones, hace mucho tiempo que dejaron de cotizar en el mercado de valores aborigen. Por eso no pasa nada cuando la leal oposici¨®n pide los papeles sobre el quebranto de la visita del Papa, u otros de parecida enjundia, y se los niegan. O cuando la mayor¨ªa absoluta hace y deshace a su antojo en un Parlamento t¨ªtere, sabedora de que la respuesta de sus disminuidos y fieles adversarios no se extender¨¢ mucho m¨¢s all¨¢ del caritativo titular en el rotativo del d¨ªa despu¨¦s. La encuesta de Metroscopia que este peri¨®dico divulg¨® el 9 de octubre, un avance de Todos los Santos, indicaba el estado de la degradaci¨®n vigente, aparte las consideraciones de la ciudadan¨ªa sobre las mentiras presidenciales y el pat¨¦tico esfuerzo del ¨ªnclito por aparentar mientras mira al cielo a ver si escampa. O sea, que si al partido hegem¨®nico le ocurriese como al Micalet de la tonadilla y se abriera com una magrana, el ectoplasma resultante aumentar¨ªa la ventaja sobre sus an¨¦micos contrincantes. Es decir, que les votar¨ªan los suyos y bastantes m¨¢s. ?Esquilmados que votan a sus depredadores? ?D¨®nde se ha visto? Aqu¨ª mismamente, donde los electores pueden optar entre el original o una copia fascinada por la patente, pero siempre inferior. Hay ejemplos a granel. ?bviese la pretendida reforma fiscal cuyo peso recae sobre el segmento acostumbrado y deja extensas ¨¢reas de impunidad a las grandes fortunas. O la voladura consensuada sobre la justicia universal, con el fin de que estos y futuros gobiernos puedan brindar sin complejos con genocidas y dem¨¢s ganduler¨ªa internacional. Pero es que, tan lejos como la semana pasada, la derecha y su otro yo votaban conjuntamente a favor del parany, horrible trampa para cazar aves, propia de enclaves que frecuentan la confusi¨®n entre tradici¨®n y barbarie. Al sumarse el Bloc al festejo, el margen izquierdo parlamentario propiamente dicho hizo honor al batiburrillo inconsistente y algo devaluado por las sucesivas combinaciones de siglas y poquedades al servicio de proyectos y supervivencias personales. Ya puestos, si el parany est¨¢ prohibido por una directiva europea, ?c¨®mo hacer frente al Tratado de Roma, si no te llamas Asterix?
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