Pasividad
Ya sabemos por qu¨¦ los sindicatos permanecen pasivos: con subvenciones y subsidios acaba acostumbr¨¢ndose uno a la crisis. La pasividad, sin embargo, no es s¨®lo de los sindicatos, que al fin y al cabo son lo que son y representan lo que representan.
El fen¨®meno es general. Y es curioso. No hace falta que abundemos en las razones para el cabreo. Crisis al margen, est¨¢n por todas partes: el Gobierno, el caso G¨¹rtel, la partitocracia hipertr¨®fica, los desmanes bancarios, la lentitud de la justicia y sus errores, la degradaci¨®n urbana, la defensa del Atl¨¦tico de Madrid, los toros (a favor o en contra), Millet y el fangal catal¨¢n, las estrecheces de la banda ancha, la precariedad laboral, Irak-Afganist¨¢n y lo que venga luego... Paro por no agobiar.
El caso es que no protestamos. Hacemos del disgusto una cuesti¨®n personal que cada uno lleva como puede. ?Falta de alternativas? No fastidiemos. ?Entonces?
El asunto resulta especialmente curioso porque los j¨®venes, a quienes sol¨ªa atribuirse una actitud contestataria, tienen ante s¨ª un futuro bastante oscuro. Y los j¨®venes, ahora, est¨¢n m¨¢s interconectados que nunca.
En soitu.es aparec¨ªa ayer un art¨ªculo titulado El ¨²ltimo mandamiento en la Red: no protestar¨¢s, que hac¨ªa referencia a esto. La Red, que fue anunciada por los te¨®ricos como formidable contrapoder, ha salido, de momento, de lo m¨¢s sumisa. Cada uno cuelga o vomita su texto o su comentario iracundo y ah¨ª nos quedamos: en el mejor de los casos, un mosaico de desahogos; en el peor, un oc¨¦ano de conformismo nihilista.
Se dec¨ªa que las redes sociales (Facebook, Tuenti, etc¨¦tera) iban a generar un nuevo asociacionismo: reacci¨®n instant¨¢nea, debate genuino y sin imposiciones desde arriba, movilizaci¨®n masiva, qu¨¦ s¨¦ yo. Pero no se atisba nada de eso. A la gente le gusta colgar sus fotos de vacaciones, reencontrar viejos amigos y anunciar urbi et orbi que acaba de comerse un bocadillo de mortadela.
Seg¨²n parece, nos resignamos. ?Las cosas van mal? Ya las arreglar¨¢ Obama. Para eso le votamos, ?no?
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