"Los tiburones deber¨ªan temernos por agresivos"
El bi¨®logo de National Geographic forz¨® a Bush a crear reservas marinas
Enric Sala es hombre de mar, pero no un lobo de mar. "Ir a un restaurante de pescado y marisco no ser¨ªa lo m¨¢s adecuado si vamos a hablar de la sobreexplotaci¨®n de los oc¨¦anos", dice ante la propuesta de encontrarnos en un local de la Villa Ol¨ªmpica. El bi¨®logo conservacionista de National Geographic, escogido por el Foro de Davos como joven l¨ªder global, opta por un italiano. "?Has visto esos enormes porcini que tienen en la entrada?". Y mientras corta un cremoso queso burrata, el gerundense Sala, que pasa tres meses al a?o sumergi¨¦ndose en islas remotas, explica: "Me gusta el pescado, claro, pero no consumo especies en declive, como el at¨²n rojo, ni las que se pescan con arrastre y otros m¨¦todos destructivos: rape y gamba, por ejemplo. A los restauradores que las sirven les preguntar¨ªa si ofrecer¨ªan carne de lobo o de oso".
El bi¨®logo de National Geographic forz¨® a Bush a crear reservas marinas
Entre la selecci¨®n de tintos, localizamos los de Cerde?a, isla donde ha estudiado a los meros. ?l mismo aconseja un caldo, el Cannonau reserva. "?Es tan bueno! En Roma compr¨¦ una botella y cuando record¨¦ que no pod¨ªa subirla al avi¨®n, me la llev¨¦ a un restaurante. ?El due?o nos la dej¨® tomar a cambio de una copa!".
Entre sorbo y sorbo, habla de su vida en la capital estadounidense, donde se instal¨® el a?o pasado. "Washington me ha dado un nuevo optimismo; las probabilidades de hacer realidad una idea son mucho m¨¢s grandes". Vive a 15 minutos andando de la Casa Blanca. El d¨ªa de la toma de posesi¨®n de Obama sali¨® a la calle. "All¨ª est¨¢bamos dos millones de personas, muertas de fr¨ªo pero emocionad¨ªsimas".
Pocas semanas antes, hab¨ªa visitado la residencia presidencial, invitado por George W. Bush. Sala fue uno de los bi¨®logos m¨¢s activos en presionar a la Administraci¨®n saliente para crear tres reservas marinas en el Pac¨ªfico, entre ellas las Line Islands, donde los tiburones campan a sus anchas. En una fiesta se plant¨® ante el asesor medioambiental de Bush, le explic¨® su punto de vista. Sali¨® bien.
"Aplaud¨ª a Bush, cosa que pensaba que nunca har¨ªa, en aquel acto en que firm¨® la declaraci¨®n de las islas como reserva; su balance medioambiental es un desastre, pese a esta decisi¨®n al final de su mandato, pero reconozco que la nueva zona protegida es enorme, como toda Espa?a, y en nuestro pa¨ªs menos del 1% del h¨¢bitat marino est¨¢ protegido".
Volvi¨® a las remotas Line Islands del Sur en primavera: "La abundancia de especies all¨ª es la de nuestros mares hace dos siglos. Imagina que en tu vida s¨®lo has visto coches en el chatarrero y un d¨ªa te llevan a un concesionario de autos nuevos; eso nos pasa con el mar, lo hemos conocido cuando ya estaba degradado".
?Y los tiburones no le han mordido nunca? "Hice una foto submarina en la que contamos 120, y ninguno nos molest¨®; s¨®lo de 5 a 10 personas mueren cada a?o por sus mordeduras; pero nosotros matamos 50 millones de escualos. Los que tendr¨ªan que estar preocupados por nuestra agresividad son ellos".
Cuando la comida llega a su fin con los platos de pasta, Sala desliza una confesi¨®n: "Me gusta poder decir que soy explorador de National Geographic". En su chaqueta luce el pin que lo acredita.

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