El etarra Pakito niega que hiciera desaparecer a Pertur en 1976

El que fuera jefe de ETA Francisco Mujika Garmendia, Pakito, neg¨® ayer cualquier relaci¨®n con la desaparici¨®n forzosa de su rival pol¨ªtico Eduardo Moreno Bergaretxe, Pertur, que fue visto por ¨²ltima vez el 23 de julio de 1976, en la localidad francesa de San Juan de Luz, en compa?¨ªa del propio Pakito y del tambi¨¦n dirigente etarra Miguel ?ngel Apalategi Aierbe, Apala.

En su declaraci¨®n ante el juez Fernando Andreu, que investiga los hechos, Pakito mantuvo la versi¨®n que ha mantenido todos estos a?os, seg¨²n la cual Apala y ¨¦l estuvieron efectivamente con Pertur aquella ma?ana y, como no ten¨ªa coche, les pidi¨® que le llevaran hasta la pr¨®xima localidad de Behobia, como as¨ª hicieron. El ex jefe de ETA a?adi¨® que no cree que la organizaci¨®n tuviera relaci¨®n con el presunto secuestro de Pertur.

Fue visto por ¨²ltima vez en un veh¨ªculo con dos rivales pol¨ªticos

Lo que ocurre es que Pakito y el que fue jefe de los comandos Bereziak (especiales), Apala, tendr¨ªan mucho que explicar sobre el asunto. Pertur, que pas¨® la noche del 22 de julio en su apartamento de San Juan de Luz, ten¨ªa apalabrada una cita a las diez de la ma?ana en el bar La Consolation, a la cual no acudi¨®. Sobre las 9.40 fue visto en la citada localidad por Eleuterio Jauregi Beloki, Trotski, y por otra persona que estaba con ¨¦l. Pertur se montaba en un coche con Apala y Pakito. Nunca se le volvi¨® a ver.

Apala y Pakito negaron entonces cualquier relaci¨®n con el secuestro del dirigente polimili. Seg¨²n su versi¨®n, Pertur les habr¨ªa preguntado si le pod¨ªan llevar a Behobia, localidad que dista unos 12 kil¨®metros de San Juan de Luz, y, tras acceder a ello, le habr¨ªan dejado en un cruce pr¨®ximo a la frontera con Espa?a hacia las 11.30.

Ni entonces ni ahora, Pakito ha explicado convincentemente por qu¨¦ tardaron m¨¢s de hora y media en recorrer esa docena de kil¨®metros. Pertur hab¨ªa sido secuestrado unos d¨ªas antes por orden de Antxon Etxebeste para evitar que acudiera a una reuni¨®n. Por todo ello, resulta incre¨ªble que un tipo brillante como Pertur montase alegremente en un coche con dos de sus rivales m¨¢s ac¨¦rrimos.