ING, aterrizaje forzoso
La crisis acaba con el matrimonio entre banca y seguros en Holanda
Hay quien interpreta la quiebra de Lehman, la compa?¨ªa estadounidense de servicios financieros, como un triunfo de la econom¨ªa de mercado. Estaba mal gestionada, arriesg¨® demasiado y cay¨® en septiembre de 2008. Pero si el capitalismo, por decirlo llanamente, supo regularse por s¨ª solo, qued¨® sin resolver un problema de peso. Y la frase no es s¨®lo un juego de palabras.
Visto el tama?o de firmas similares, tan imponentes e interconectadas, su hipot¨¦tica ca¨ªda amenazar¨ªa con arrastrar al resto de la econom¨ªa. "Demasiado grandes para dejarlas caer", seg¨²n la expresi¨®n que se ha hecho popular en el sector, las entidades en peligro acaban siendo rescatadas a toda prisa con abultados cheques estatales. El recibido por el grupo holand¨¦s ING, que ha anunciado la venta de todas las operaciones de seguros para concentrarse en el negocio de la banca y en Europa, sumaba 10.000 millones de euros. Teniendo en cuenta la solera de la casa, creada en 1991 con la fusi¨®n de la aseguradora Nationale Nederlanden, y el banco NMB Postbank, la exigencia a una separaci¨®n de sus dos negocios ha sido inevitable.
El 'dos en uno', unir banco y seguros, tuvo gran ¨¦xito hace dos d¨¦cadas
Por un lado, ese modelo dos en uno -banco y seguros-, tan exitoso hace dos d¨¦cadas, no ha sobrevivido a la actual crisis. Incluso su expansi¨®n a trav¨¦s de Internet en Estados Unidos (ING Direct USA), una f¨®rmula muy popular, se ha resentido. Tendr¨¢ que venderla junto con otros activos fuera de la Uni¨®n Europea. De otro, porque el crecimiento de ING llevaba camino de superar al del propio Estado, ya que su balance casi duplicaba el Producto Nacional Bruto holand¨¦s. Como reflexi¨®n, o tal vez a modo de alerta, vale la pena recordar que cuando las cosas se tuercen, es el dinero p¨²blico el que corre con los gastos. As¨ª que, una vez hecha la llamada a la reestructuraci¨®n, nada mejor que una instancia superior para hacerse cargo de ello. En este caso, adem¨¢s, el regulador tiene nombre y apellidos: Neelie Kroes, comisaria europea de Competencia.
Partidaria de "restringir" el negocio bancario, una de sus frases lapidarias resume el enfoque comunitario al respecto. "No importa lo grande que sea un banco [para no caer]. Siempre puede ser reestructurado", ha dicho. Un lema que m¨¢s parece ya un manual de uso financiero. Al expresarse as¨ª, la antigua ministra de Transporte holandesa se refer¨ªa a la estrecha vigilancia que ejerce la Comisi¨®n Europea sobre las entidades financieras necesitadas de ayudas p¨²blicas. Tambi¨¦n a la profunda reorganizaci¨®n que les exigir¨¢. ING lo sabe bien, y por eso su cambio servir¨¢ para devolverle en diciembre al Estado holand¨¦s 5.000 millones de euros, la mitad de la ayuda recibida. Aunque, ?cuidado! Si la ejecuci¨®n de las normas de la UE provoca el desplome de las acciones de las instituciones financieras salvadas, como ha sucedido esta semana, Kroes no deber¨ªa ser la ¨²nica se?alada con el dedo. Ha podido haber una reacci¨®n excesiva del mercado. No hay que olvidar que ING ya hab¨ªa advertido con anterioridad que se escindir¨ªa en dos bancos m¨¢s peque?os, a lo largo de los pr¨®ximos cuatro a?os.
El otro ejemplo del desgaste de ese modelo dual de banco y aseguradora es Fortis. El grupo hubiera quebrado sin los 11.200 millones de euros inyectados en 2008 por los tres Gobiernos del Benelux (B¨¦lgica, Holanda y Luxemburgo). En su caso, la excesiva confianza en sus propias fuerzas, y algo de arrogancia quiz¨¢, han da?ado su reputaci¨®n. En un a?o, pas¨® de unirse a Royal Bank of Scotland y al Santander para hacerse con una porci¨®n de ABN Amro -la mayor firma financiera holandesa- a ser rescatado por los tres gobiernos. Su divisi¨®n de seguros "estaba a salvo", se apresur¨® a confirmar en plena agitaci¨®n el consejero delegado, Filip Dierckx. El batacazo, en cualquier caso, fue estruendoso. ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ a partir de ahora?
ING ha hecho votos por volver a sus or¨ªgenes como "un banco europeo tradicional con opciones en otras partes del mundo", en palabras de su consejero delegado, Jan Hommen. Tambi¨¦n evitar¨¢ las inversiones arriesgadas y las "acciones t¨®xicas". En general, las operaciones que no primen el espacio europeo. Ah¨ª espera fructificar. No dejar¨¢ de invertir, claro, porque as¨ª es el negocio bancario.
El horizonte de Fortis es distinto. Lo esencial ahora es aprender la lecci¨®n que supone la p¨¦rdida de confianza de sus clientes en sus planes para sortear la crisis. Y recordar que si el pez, aunque no sea tan chico, muerde al grande, se le puede atragantar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.