El pulso pol¨ªtico de Ripoll a Camps pasa factura en Alicante

Las tensiones y desavenencias entre el presidente de la Diputaci¨®n de Alicante, Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll, exponente del zaplanismo, y el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, afectan ya de plano a las relaciones institucionales. Las consecuencias de esa guerra interna, sobre todo en el plano cremat¨ªstico, han hecho saltar las alarmas entre los diputados provinciales. "Esto al final lo pagan los ciudadanos y la gesti¨®n del d¨ªa a d¨ªa se bloquea", admiten fuentes de la Diputaci¨®n de Alicante. En la actualidad, el Consell ha ralentizado ya el pago de 25 millones comprometidos con la corporaci¨®n provincial alicantina.

La relaci¨®n entre Camps y Ripoll, enfrentados primero por el control del partido en la provincia de Alicante y ahora por las repercusiones del caso G¨¹rtel, no son fluidas. Esta falta de sinton¨ªa se traduce en los presupuestos de cada a?o, y en decenas de proyectos que se ven, cuando menos, estancados.

"Lo que prima es el inter¨¦s partidista entre ripollistas y campistas"

El principal escollo, y el m¨¢s importante econ¨®micamente, es el proyecto de nuevo Auditorio de Campoamor, para cuyas obras el pleno de la Diputaci¨®n, aprobar¨¢ hoy una modificaci¨®n de cr¨¦dito de otros 14,5 millones de euros para poder acabar las obras. En diciembre de 2005, Camps y Ripoll se fotografiaron juntos en la firma de un protocolo de intenciones en el que la Generalitat se comprometi¨® a pagar el 50% de las obras hasta los 18 millones de euros. Pero pasan los a?os y el Consell no ha pagado nada, y tiene pendiente de momento 9,5 millones.

Ripoll admiti¨® en un pleno, a preguntas del Grupo Socialista, que la Diputaci¨®n hab¨ªa sufragado 8 millones para el inicio de la obra. El proyecto se adjudic¨® por 27 millones, pero acumula un sobrecoste de casi 15 millones. El Auditorio, dise?ado por el arquitecto Juan Antonio Garc¨ªa Solera, ser¨¢ un edificio polivalente de 7.000 metros cuadrados de planta y 23.000 de superficie. Las obras estaba previsto que finalizaran este a?o, pero ahora est¨¢n suspendidas parcial y temporalmente para introducir mejoras.

Otro punto de discordia es el flamante Museo Arqueol¨®gico Provincial de Alicante (Marq). En los presupuestos de 2008 hab¨ªa previsto por parte de la Generalitat transferir 550.000 euros, de los que s¨®lo llegaron 510.000. Ahora para el 2009, a punto de finalizar, quedan pendientes los 400.000 previstos y los 40.000 pendientes del a?o anterior, pero no ha llegado ni un euro, seg¨²n fuentes del museo. Antes de que surgiera el conflicto (2005) el dinero llegaba con regularidad. As¨ª, en 2003 la Generalitat ingres¨® en tiempo y forma los 450.000 euros previstos ese a?o a cada museo.

El pen¨²ltimo cap¨ªtulo de esta cr¨®nica de desencuentros se ha escenificado esta semana con el Consorcio de Museos de la Generalitat, con el que la Diputaci¨®n de Alicante ha decidido romper relaciones, y ha optado por organizar sus propias exposiciones. Tambi¨¦n la semana pasada la Diputaci¨®n acord¨® dejar el patronato de la Fundaci¨®n Jaume II el Just, de la que forman parte el resto de diputaciones y los tres ayuntamientos de las capitales provinciales, junto con la Generalitat. El motivo que esgrimi¨® el diputado de Cultura, Pedro Romero, es que "no realizan actividades en el ¨¢mbito provincial". La deuda del Consell con el Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante tambi¨¦n es cuantiosa, algunas estimaciones apuntan a que rondar¨ªa los 6 millones de euros pendientes de varias anualidades.

La marginaci¨®n presupuestaria tambi¨¦n se traslada a las cuentas del Consell. La inversi¨®n territorial izada prevista para el pr¨®ximo a?o cifra en 280,7 millones de euros (51.7%) para la provincia de Valencia, unos 104,3 millones (19.2%) para Castell¨®n y 158 millones (29,1%) para la provincia de Alicante.

El portavoz adjunto socialista de la Diputaci¨®n, Antonio Amor¨®s, acus¨® ayer al presidente Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll "de fraude a los alicantinos por su p¨¦sima relaci¨®n, o m¨¢s bien su no relaci¨®n, con Camps que est¨¢ perjudicando seriamente a los ciudadanos". Los socialistas se lamentan de que "lo que prima en esta provincia es el inter¨¦s partidista entre ripollistas y campistas y que su batalla permanente ha llegado hasta tal extremo que hace totalmente inviable la puesta en marcha de los proyectos y los servicios". Y se pregunt¨®: "?Qui¨¦n defiende los intereses generales en esta provincia? Camps por supuesto que no, porque ya lo deja patente con la gran deuda que tiene con la Diputaci¨®n".