Esto es lo que paga el 'basurazo'
Un d¨ªa en Valdeming¨®mez, la gigantesca planta que trata los residuos de la capital
Cuenta Miriam S¨¢nchez que hace a?os unos compa?eros de trabajo encontraron una bolsa repleta de billetes. Estaba sobre un enorme mont¨®n de basura. Result¨® ser el dinero de un atraco y los trabajadores lo entregaron a la polic¨ªa. S¨¢nchez es la directora del parque tecnol¨®gico de Valdeming¨®mez. Por donde pasan todos los residuos de Madrid. La gente tira de todo a la basura y termina en este complejo industrial que S¨¢nchez conoce al dedillo. Recuerda que entre las toneladas de deshechos han encontrado pistolas, bombas de la Guerra Civil y hasta varios cad¨¢veres.
El parque cuenta con ocho plantas industriales donde se realizan 21 procesos diferentes: separaci¨®n de residuos, clasificaci¨®n manual y ¨®ptica, reciclaje, compostaje, incineraci¨®n, creaci¨®n de gas y electricidad... Cada una de las plantas est¨¢ formada por un complejo entramado de cintas transportadoras por donde circulan los deshechos. S¨¢nchez desgrana con detalle cada una de las fases del reciclado mientras recorre la enorme f¨¢brica, asentada sobre m¨¢s de 300 hect¨¢reas, el almac¨¦n de la basura de Madrid. Donde va a parar todo aquello que ya no nos sirve.
La directora del centro se esfuerza en explicar que Valdeming¨®mez no es s¨®lo un vertedero. S¨®lo el 18% de los 1.100 camiones de basura que llegan cada d¨ªa al centro se depositan en un solar de la zona denominada Las Dehesas. Un enorme campo repleto de residuos pestilentes. Cientos de p¨¢jaros han convertido este sitio en su nevera. El hedor ha despertado las cr¨ªticas de vecinos de la zona. S¨¢nchez tuerce el gesto cuando se le pregunta por este vertedero. "Valdeming¨®mez es m¨¢s que eso", insiste mientras evita que las visitas se queden con esa imagen de simple basurero.
El parque recibe 1,5 millones de toneladas de residuos al a?o. "Si lo junt¨¢semos todo ser¨ªa como una monta?a de 500 metros de altura", relata la concejal de Medio Ambiente, Ana Botella, en el coraz¨®n administrativo del centro. Valdeming¨®mez es como un parque tem¨¢tico de la basura y la concejal accede a recorrer el complejo en plena pol¨¦mica por la tasa de gesti¨®n de residuos urbanos. Asociaciones vecinales y grupos de la oposici¨®n (PSOE e IU) han comenzado una campa?a contra el nuevo tributo. El Ayuntamiento justifica que la tasa sufraga el tratamiento de los residuos en Valdeming¨®mez, cuyos costes ascienden a 58 millones al a?o.
Nada m¨¢s llegar al complejo, por una carretera construida para evitar el peligroso paso por la Ca?ada Real, las pituitarias se ponen en guardia: huele mal. Un tufillo ¨¢cido que se impregna en la memoria. No resulta tan desagradable como se podr¨ªa suponer. Pero no desaparece del recuerdo durante horas. Los trabajadores de Valdeming¨®mez ya se han acostumbrado a este olor.
A las 12.05 del pasado viernes, un cami¨®n de basura llega al centro de tratamiento La Paloma, el m¨¢s moderno de los existentes. Vuelca el contenedor repleto de residuos como si fuera un v¨®mito. Lo hace en un foso de unos cinco metros de profundidad donde ya se acumulan varias toneladas de basura que producen un efecto multicolor. El cami¨®n acaba de hacer una ruta por el distrito de Latina. Juan, el operario que ha anotado la matr¨ªcula y el peso del veh¨ªculo, comenta: "Viene bien cargado". Botella asiente: "En Latina reciclan mucho. En cambio, Aravaca es uno de los distritos donde menos separan". Y es cierto, seg¨²n la memoria anual de la concejal¨ªa, el distrito Centro es en donde m¨¢s se recicla (por los cartones y residuos de la actividad comercial) y Salamanca donde menos.
S¨¢nchez aprovecha para desmontar una de las "grandes leyendas urbanas: aqu¨ª se separa. Lo hacemos varias veces. Lo aprovechamos todo. Hay gente que dice que no recicla porque luego aqu¨ª lo juntamos todo y eso no es cierto".Un cami¨®n vierte su contenido en un foso destinado a las bolsas amarillas, esas que deben contener botellas de pl¨¢stico, los cartones de leche y otros envases. En realidad esas bolsas engullen de todo. El 40% de su contenido es materia org¨¢nica. Cada madrile?o produce 490 kilos de basura al a?o y no ponen mucho empe?o en separarla. El 45% de las bolsas convencionales lleva basura que deber¨ªan estar en otras bolsas.
Jairo est¨¢ sentado sobre una especie de trono mec¨¢nico, desde donde controla mediante un sistema de palancas un pulpo gigante que atrapa toneladas de basura. Esta mano mec¨¢nica deposita los desechos en una tolva desde donde los materiales pasan a una cinta transportadora. Durante el trayecto por la cinta hay varios puntos de selecci¨®n mec¨¢nica de materiales para separar los diferentes tipos de pl¨¢sticos, hay hasta cinco variedades, metales, vidrios, papeles y el resto de residuos. La banda conduce la basura a un t¨²nel donde varios operarios quitan manualmente los monstruos, elementos muy grandes que podr¨ªan entorpecer el proceso. "Grandes cartones y hasta bicicletas...", desliza S¨¢nchez. A su lado, Botella indica a sus asesores c¨®mo funcionan los detectores ¨®pticos. Son peque?os sensores que identifican los diferentes materiales. Otro mecanismo los separa autom¨¢ticamente.
Tambi¨¦n hay planchas imantadas para atraer peque?os metales como chapas de botellas, botones met¨¢licos... Una vez seleccionados los materiales se empaquetan. "Vendemos todo lo que se puede reciclar". En las partes traseras de las plantas de reciclaje La Paloma, Las Lomas y Las Dehesas hay apiladas centenares de balas de diferentes tipos de pl¨¢sticos. Forman un mosaico multicolor. Ah¨ª est¨¢ el cart¨®n de leche, junto con todos los briks recuperados. En 2008, se reciclaron 211.705 toneladas de pl¨¢sticos, metales, vidrio y papel que arrojaron un ingreso de 22,5 millones.
Con el resto, se hace compost. Se filtran los elementos de mayor volumen. "Es importante que est¨¦ muy trillado", explica Botella. El fuerte olor de la planta procede de la fermentaci¨®n de los residuos. "Antes se hac¨ªa al aire libre, ahora lo estamos aislando", indica Miriam S¨¢nchez. De los tres dep¨®sitos de fermentaci¨®n de compost, s¨®lo queda uno con ventilaci¨®n a¨¦rea. Para acelerar la reacci¨®n qu¨ªmica se a?ade agua caliente a los residuos org¨¢nicos. Recientemente se han puesto en marcha dos plantas de biometanizaci¨®n. Antes de que ¨¦stas entrasen en funcionamiento el compost era secado y apelmazado en forma de galleta para venderlo. Ahora se traslada a unos digestores para obtener gas mediante un complejo proceso de biometanizaci¨®n que dura unos 21 d¨ªas.
El 40% del material que entra en Valdeming¨®mez va a la incineradora. Ecologistas y oposici¨®n se quejan porque consideran que el humo del horno contiene toxinas. "Cumple una riguros¨ªsima normativa europea. Tenemos un complejo sistema de control de emisiones", cuenta Mar¨ªa Jes¨²s Ram¨ªrez, directora de este centro. La planta dispone de un enrevesado entramado de gruesas tuber¨ªas y dispositivos para el filtrado del humo. Y agrega: "Cuando hacemos mediciones necesitamos poner la sonda durante m¨¢s de ocho horas para registrar m¨ªnimos compuestos". El horno quema los residuos a una temperatura superior a los 800 grados. La planta produce m¨¢s de 225.000 megavatios de energ¨ªa el¨¦ctrica. La basura de Madrid produce el 6% de la demanda el¨¦ctrica de la ciudad. Valdeming¨®mez se ha convertido en un negocio.
La basura en cifras
- Valdeming¨®mez recibe 1,5 millones de toneladas de basura al a?o.
- Cada madrile?o genera 490 kilogramos de basura al a?o. La mitad del contenido de los cubos amarillos est¨¢ mal separado.
- Valdeming¨®mez le cuesta unos 58 millones al Ayuntamiento, que prev¨¦ recaudar 166 millones con la tasa de basura.
- La planta recupera 211.705 toneladas de pl¨¢sticos, papel, cart¨®n y briks que arrojan un ingreso de 22,5 millones.
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