Ren¨¦e Fleming vuelve a Espa?a en la cima de su fama

Ren¨¦e Fleming es, a los 50 a?os, una de las sopranos m¨¢s cotizadas del planeta, tiene casi su segunda casa en el Metropolitan de Nueva York, actu¨® en la toma de posesi¨®n de Obama, ha inspirado un perfume y es famosa por los glamurosos vestidos con los que sale a escena: "Nos hemos educado en la televisi¨®n y el cine. Ya no se va a la ¨®pera s¨®lo a escuchar. La gente quiere una experiencia visual". De cerca, sin embargo, Fleming parece todo lo contrario a una diva: se disculpa por hablar demasiado, sonr¨ªe a los camareros y pregunta ella a los periodistas con los que comparte caf¨¦ y pastas -"qu¨¦ civilizado"- si en Espa?a hay p¨²blico para Strauss. El compositor alem¨¢n es una de sus especialidades y no falta en el programa del recital que la cantante ofrece hoy en el Teatro Real junto a la Orquesta Sinf¨®nica de Madrid y bajo la batuta de Jes¨²s L¨®pez Cobos.

"Interpretar¨¦ un programa de obras f¨¢ciles de o¨ªr y dif¨ªciles de cantar"

Ser¨¢ la segunda vez que la soprano estadounidense pise ese escenario. En la primera, octubre de 2004, no hab¨ªa abierto a¨²n la boca cuando fue recibida al grito de "bravo". La heterodoxia del arrebato le importa poco: "A fin de cuentas vivimos del calor del p¨²blico". Tambi¨¦n recuerda a la gente en Barcelona esperando a la puerta del Liceo tras su interpretaci¨®n de Tha?s, de Jules Massenet. "Me sent¨ª una estrella del rock. ?Como Madonna! Aunque sin sus b¨ªceps", dice ir¨®nica una mujer que se fogue¨® en el jazz antes de desembarcar en La Scala o La Bastilla y que el pr¨®ximo s¨¢bado act¨²a en Praga junto a Lou Reed.

Ren¨¦e Fleming no desde?a la fama, pero tampoco la investigaci¨®n: tiene 51 papeles en su repertorio. Ni los retos. En el recital de hoy, Verdi, Rossini y Puccini compartir¨¢n programa con Leoncavallo y Giordano, a los que la cantante ha rescatado en su nuevo disco, Verismo (Decca), dedicado a la escuela italiana que a finales del siglo XIX introdujo una cu?a de realismo en la m¨ªtica y mitol¨®gica herencia rom¨¢ntica: "Nunca hab¨ªa cantado un programa as¨ª. Son obras f¨¢ciles de o¨ªr y dif¨ªciles de cantar".

?Cantar¨¢ alguna vez una ¨®pera en Madrid? "Lo dudo. Una ¨®pera lleva un mes de preparaci¨®n y yo tengo dos hijas". Cuando se le pregunta por G¨¦rard Mortier, pr¨®ximo director art¨ªstico del Real, Fleming es escueta: "Sin comentarios". Luego se anima: "Prefiri¨® venir aqu¨ª que a la New York City Opera. Por dinero. Otro que hubiera instigado all¨ª los cambios que ¨¦l instig¨® se hubiera adaptado a los recortes. Pero seguro que trae producciones interesantes".