Par¨ªs no es una ruina

Metro, autob¨²s y cercan¨ªas son lo mejor para moverse por Par¨ªs, y con una tarjeta ParisVisit (14,70 dos d¨ªas; www.ratp.fr) se puede utilizar toda la red. Pillar una bici y dejarla en la otra punta de la cit¨¦ es el lema de Velib (www.es.velib.paris.fr), sistema de alquiler desde un euro por d¨ªa. Los museos nacionales son gratuitos el primer domingo de cada mes, pero si la cola es kilom¨¦trica o si no te cuadra, d¨¦jate caer en lugares de creaci¨®n contempor¨¢nea como Le 104 (www.104.fr) o Le Plateau (www.fracidf-leplateau.com). A dos pasos de Les Buttes Chaumont, uno de los parques m¨¢s buc¨®licos de la ciudad, se encuentra la Piscina Pailleron, monumento hist¨®rico donde podr¨¢s darte un ba?o de pel¨ªcula o relajarte en un jacuzzi por 3,50 euros. En el canal se encuentra el Bar Ourq (68, Quai de la Loire), wi-fi, bebida y picoteo aderezado con un hilo dj musical. Si no tienes nada que leer, en Mona Lisait (www.monalisait.fr) encuentras rarezas y curiosidades bibli¨®filas. Los mercados gastron¨®micos invaden calles y plazas. En March¨¦ des Enfants-Rouges, el m¨¢s antiguo y con m¨¢s encanto, podr¨¢s degustar ex¨®ticas delicias a pocos metros del Marais, barrio repleto de galer¨ªas. Para comer, Chartier (www.restaurant-chartier) es un restaurante-monumento nacional cuyo decorado permanece intacto desde hace un siglo. Una infusi¨®n a lo Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas en La Charlotte de l'Isle (24, rue Saint Louis en l'Isle), microsal¨®n de t¨¦ con dulces, chocolates y tartas indescriptibles. La noche empieza en La International (www.linternational.fr): entrada gratuita, consumiciones baratas, programaci¨®n ecl¨¦ctica y de buen gusto para este bar-sala de conciertos. La fiesta sigue no muy lejos, en La Maroquinerie, La Bellevilleoise o La Fl¨¨che d'Or, donde la ciudad vibra.