La estela del tiempo
Cuando la mujer y el hombre cruzaron la plaza Mass¨¦na en direcci¨®n a la estaci¨®n de tren, pues ella hab¨ªa dicho que a¨²n ten¨ªa coche pero que el dep¨®sito estaba vac¨ªo, quien estas l¨ªneas escribe, es decir, la lectora, permanec¨ªa todav¨ªa electrizada por la narraci¨®n. Le¨ªa a la pareja de la plaza en 'La mujer del moro', el primer relato de un libro que no hac¨ªa sino anticipar una lectura apasionante. Las 935 p¨¢ginas de Los cuentos, de Mavis Gallant (Montreal, 1922), conducen por un camino de narraciones ordenadas por d¨¦cadas (desde los a?os treinta hasta los noventa del siglo pasado), pero en un orden que no atiende al momento de su escritura sino al de su acci¨®n. De tal modo que se puede seguir la estela de los d¨ªas que pasan, pues si ahora se est¨¢ en un hotel de la Riviera francesa, paisaje delicioso de tranquilidad aparente pues el viento ya trae el murmullo airado del nazismo, en otro momento llega el estupor de la servidumbre al percibir el miedo de los se?ores cuyo apellido jud¨ªo los ha convertido en proscritos. M¨¢s tarde ser¨¢ la guerra, y la lectora ya camina por villas ocupadas por italianos, franceses o alemanes. Despu¨¦s llegar¨¢n los aliados. Soldados desconcertados regresar¨¢n del frente para descubrir que no pertenecen a ninguna parte. Y tras la contienda estar¨¢ otra d¨¦cada y otro relato y ser¨¢ Par¨ªs y actores profesionales y militares desnortados figurar¨¢n en pel¨ªculas donde se cuenta una y otra vez la historia innoble del Holocausto. Trenes abarrotados de extras cinematogr¨¢ficos representando a la muchedumbre camino del exterminio. Acci¨®n, corten y vuelta a empezar hasta llegar de nuevo a Par¨ªs, despu¨¦s de transitar cuentos, ciudades y cientos de p¨¢ginas. Es la d¨¦cada de los noventa.
Los cuentos
Mavis Gallant
Traducci¨®n de Sergio Lled¨®
Lumen. Barcelona, 2009
935 p¨¢ginas. 35,90 euros
Los cuentos es un fresco parcelado por historias particulares en distintos lugares y diferentes ¨¦pocas que remiten al contenido de una gran narraci¨®n. Relatos mecidos por la memoria de lo ocurrido donde se detallan confidencias que ampl¨ªan su particular conversaci¨®n atravesando fronteras. No se trata de vidas cruzadas sino del movimiento de las alas de una mariposa agitando las part¨ªculas del tiempo que pasa. Dice Mavis Gallant que los relatos hay que leerlos despacio. Primero uno, despu¨¦s cerrar el libro, saborearlo, y m¨¢s adelante seguir con otra narraci¨®n. Es un buen consejo y puede hacerse as¨ª, pero lo excepcional en esta ocasi¨®n no es s¨®lo que cada cuento sea prometedor en s¨ª mismo, pues abre y cierra una historia o la deja suspendida para que el lector haga un quiebro en el desenlace, sino que la naturaleza de su conjunto permite ver c¨®mo el poso de lo cotidiano modifica sociedad, ciudades, paisaje o lenguaje. Los cuentos es literatura magn¨¦tica, relatos s¨®lidos con nervio y fulgor contando las cosas que le pasan a la gente corriente. Y a los paisajes. El jard¨ªn o la playa chiquita son tambi¨¦n un bosque inmenso o un mar que moja orillas de diversas ciudades. Tierra lista para bombardear, mares de desembarco. Despu¨¦s ruinas sobre las que construir calles que se desconocen y se modernizan aunque la memoria quemada siga ah¨ª. Es Par¨ªs, es Madrid, es Londres, es Nueva York. Leer el tiempo, las horas convirti¨¦ndose en d¨¦cadas. As¨ª se lee este libro. As¨ª lo he le¨ªdo, exhausta y enfebrecida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.