Bailando
?Mira qui¨¦n baila! es uno de esos espect¨¢culos que cre¨® la tele para que se sintieran a¨¦reos personajes de piedra; hizo bailarines a los que no eran otra cosa que bailables. La f¨®rmula tuvo la virtud de lo raro, y estaba en el borde mismo de la cursiler¨ªa. Puso en la fama a los que ya eran famosos, pero ahora por motivo de sus pies, y llen¨® las noches de TVE ese espacio de glamour que ahora parece ser el alimento de lo ¨²nico. Enzensberger acaba de publicar un libro que se llama Gu¨ªa para idiotas (Anagrama); Manuel Castells, que present¨® anoche en Madrid su libro sobre poder y comunicaci¨®n (Alianza), dice que la tele mutante es "la eterna compa?era".
Como estamos solos, nos dejamos guiar por el idiota que llevamos dentro, y como la tele es la eterna compa?era, vamos a bailar con ella, y nos creemos el que est¨¢ dentro, bailando, o metiendo goles. Con la evasi¨®n de ?Mira qui¨¦n baila!, que muta hacia Telecinco, gana TVE y Telecinco a?ade poder¨ªo a una oferta que est¨¢ menos libre de ataduras que la televisi¨®n del Estado. All¨¢ cada cadena con sus cadenas. Ver bailar a gente tan importante en lo suyo, tan s¨®lo porque quer¨ªan ganar un gramo de glamour, daba cierto repel¨²s, francamente, y hacen bien los de TVE en no dejarle esa hipoteca imagen a los que ahora tienen que lidiar con una televisi¨®n sin los anuncios, el glamour que paga.
A la hora de ?Mira qui¨¦n baila! vi en la tele francesa anteanoche un debate entre la periodista Caroline Fourest y el islamista y fil¨®sofo Tariq Ramad¨¢n. Una intensidad memorable. Las ideas lanzaban chispas. A lo mejor en ese sitio donde antes bailaban Ortega Cano y Fernando Romay, y otros y otras, vemos un d¨ªa discutir a gente que quiere sobresalir con las ideas porque le da igual sobresalir con los pies. Aquel libro de Enzensberg empieza as¨ª: "Probablemente, toda sociedad humana desarrolla su propio cat¨¢logo de virtudes". La virtud es hablar; bailar es un virtuosismo, nada. Esperemos que de la caja llamada (sin raz¨®n) tonta salga la chispa que nos haga bailar por la alegr¨ªa de o¨ªr.
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