Sangre rosa

Han pasado 30 segundos y los autores ya est¨¢n manifestando la esencia de su pel¨ªcula. Un primer plano de su protagonista femenina la muestra junto al libro que ejerce de gu¨ªa: Romeo y Julieta. En la saga Crep¨²sculo hay vampiros, sangre, misterio y acci¨®n. Da?os colaterales. La clave del ¨¦xito es el romance, el hervor adolescente, expuesto a trav¨¦s de variados elementos cl¨¢sicos del comportamiento juvenil, a caballo entre la trascendencia y banalidad: la individualidad, el coqueteo con el peligro, el gusto por la contradicci¨®n y la exposici¨®n de un buen b¨ªceps en el momento justo. Cu¨¢l es trascendente y cu¨¢l banal deber¨¢ decidirlo el p¨²blico, pero el destinatario principal es el femenino. Confrontar el rostro ojeroso y el cuerpo mundano de Kristen Stewart con el despliegue de los efebos Pattinson y Lautner advierte del objetivo de Luna nueva, segunda entrega de la serie: mostrar a las f¨¦minas el contenido de su presunto imaginario colectivo.

En comparaci¨®n con la primera, la secuela aporta el buen gusto en la fotograf¨ªa de Javier Aguirresarobe, que ha enterrado los infames filtros azul gris¨¢ceos, e incide en lo mejor de la saga: ese contraste entre luces y sombras (mentales y f¨ªsicas), que ya est¨¢ en la base del texto de Shakespeare ("m¨¢s blanco que la nieve en el lomo de un cuervo", dec¨ªa Julieta sobre su amado). En cambio, Paul Weitz fracasa una vez m¨¢s en la escenificaci¨®n de la violencia: grandilocuente, vac¨ªa, irreal, sin br¨ªo. Y peor a¨²n resultan su ritmo monocorde, pl¨²mbeo m¨¢s que apesadumbrado, y un final anticlim¨¢tico, cortante y barriobajero.

'Premiere' en Espa?a de la pel¨ªcula "Luna Nueva"