El gran ausente
Esta semana conoc¨ªamos datos de concesi¨®n de cr¨¦dito en las principales econom¨ªas desarrolladas, y, en pr¨¢cticamente todos los casos, el denominador com¨²n contin¨²a siendo el retroceso que se est¨¢ produciendo en el saldo de cr¨¦dito de las entidades financieras, especialmente en Espa?a.
La reducida concesi¨®n de cr¨¦dito puede resultar incomprensible si se analizan las innumerables medidas que tanto los bancos centrales como los gobiernos han aprobado durante los ¨²ltimos meses, en aras de incrementar la liquidez del sistema y as¨ª evitar el terrible impacto que estaba generando la crisis financiera internacional. Sin embargo, existen algunos factores que permiten explicar esta situaci¨®n.
La aceleraci¨®n del proceso de recapitalizaci¨®n es necesaria para que el flujo crediticio se normalice
En el caso de la econom¨ªa espa?ola, conviene diferenciar las causas que hacen referencia a factores sist¨¦micos, y que afectan a todas las econom¨ªas desarrolladas, de aqu¨¦llas intr¨ªnsecas a nuestro pa¨ªs. Entre las primeras, destacar¨ªamos que las primas de riesgo en los mercados interbancarios siguen siendo elevadas, con el consiguiente impacto en el coste de la financiaci¨®n al que tiene que hacer frente el sector bancario, bien porque el precio que tiene que pagar es m¨¢s elevado, o porque para poder obtener financiaci¨®n en los mercados mayoristas requiere de aval del Tesoro, que supone, l¨®gicamente, un coste adicional. Como consecuencia de ello, y ante la elevada dependencia que tienen en sus estrategias de financiaci¨®n de unos recursos (emisiones con aval) que podr¨ªan acabarse en breve, la aversi¨®n al riesgo de las entidades sigue siendo muy significativa. ?stas est¨¢n optando por invertir la financiaci¨®n captada incrementando de forma significativa sus activos l¨ªquidos y disponibles (por ejemplo, mediante la compra de deuda p¨²blica), en lugar de aumentar la concesi¨®n de cr¨¦ditos, para evitar as¨ª el riesgo que supondr¨ªan episodios de desestabilizaci¨®n y desconfianza como los acontecidos hace un a?o.
Junto a estos factores sist¨¦micos, la particularizaci¨®n espa?ola requiere introducir tres elementos adicionales. En primer lugar, nuestro sistema bancario mantiene una posici¨®n especialmente deudora en los mercados mayoristas, teniendo que hacer frente en el pr¨®ximo trienio a la renovaci¨®n de 400.000 millones de euros. Por tanto, la presi¨®n del factor sist¨¦mico anterior es a¨²n mayor en Espa?a. En segundo lugar, el peso que hoy representa el cr¨¦dito a actividades inmobiliarias en los balances bancarios sigue en torno al 20%, muy superior al de nuestros competidores, y dada la situaci¨®n de estancamiento del mercado inmobiliario, parece poco probable que vaya a reducirse a corto plazo, simplemente porque las tasas de amortizaci¨®n son pr¨¢cticamente nulas. Fruto de ello, se produce una cierta selecci¨®n adversa en el sistema, debido a que la no amortizaci¨®n de estos cr¨¦ditos y la necesidad de refinanciarlos, impide que la liquidez que debiera generar la mera amortizaci¨®n, se pueda canalizar a otros sectores productivos. En tercer lugar, si bien es cierto que el sector bancario espa?ol afront¨® esta crisis con un nivel de capital significativamente mayor que la media de los competidores, el paulatino reconocimiento del deterioro del valor de estos activos, y la m¨¢s que previsible necesidad de reforzar los ratios de capital ante la futura nueva regulaci¨®n, hacen necesaria la pronta e intensa reconfiguraci¨®n de un sistema financiero que tendr¨¢ que hacer frente a un escenario de menor actividad, y, adem¨¢s, con un m¨²sculo financiero mayor.
En dicho contexto, la aceleraci¨®n de los procesos de recapitalizaci¨®n resulta una condici¨®n necesaria para que podamos asistir a una normalizaci¨®n de los flujos crediticios. Y es conveniente recordar que todos nuestros competidores europeos ya la han hecho.
Alfonso Garc¨ªa Mora es socio-director de Analistas Financieros Internacionales (Afi).
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