Con el coraz¨®n no basta

Cuando el partido se muere en un paseo imperial de Nicolay Davydenko (1-6, 3-4 y saque), Rafael Nadal resucita frases de resonancia b¨¦lica: la t¨¢ctica Berl¨ªn y el coraz¨®n de hierro. Esto es lo que ha pasado hasta entonces. El ruso es un capit¨¢n instalado en su puente de mando, los pies sobre la l¨ªnea, chispas saliendo de la raqueta. Palo a palo y golpe a golpe, le come terreno al espa?ol, aculado contra la valla por sus tiros. La primera manga se escapa en un suspiro, apenas 27 minutos y un juego vencido. Es entonces cuando Nadal se reencuentra con el partido: echa chispas su derecha; se marea Navydenko con sus cambios de ritmo; y hay alguna, pocas, bolas levantadas con su rev¨¦s, la t¨¢ctica Berl¨ªn de Conchita Mart¨ªnez, par¨¢bola infinita para romper la cadencia del contrario y recuperar sitio en la pista. Hay tambi¨¦n una quinta marcha, Nadal y todo su coraz¨®n puestos en liza. La suma de esos argumentos, pasi¨®n, convencimiento y un racimo de derechas como garras, no alcanza por poco. Tras recuperar dos veces un break de desventaja, el espa?ol se despidi¨® de la Copa de Maestros en la muerte s¨²bita: 1-6 y 6-7 (4).

"He luchado mucho, pero no ha sido suficiente", resumi¨® tras el partido. "Me siento un poco m¨¢s cansado en la pista que antes, quiz¨¢s porque no he tenido continuidad en la segunda parte del a?o. Me falta un pel¨ªn m¨¢s de f¨ªsico, aunque he perdido por el tenis. La meta es tener de nuevo la intensidad con la derecha y el rev¨¦s como para que no me ataquen. Sin jugar muy bien, en todos los partidos he tenido oportunidades contra los mejores".

Al n¨²mero dos le falt¨® el metro que antes le permiti¨® dominar sobre cemento a los mejores. Esos 100 cent¨ªmetros son decisivos en pista r¨¢pida: separan al tenista que dicta el juego del que est¨¢ a la defensiva. Nadal, seg¨²n las estad¨ªsticas, ha perdido esa referencia. En su partido contra Robin Soderling, por ejemplo, jug¨® el 25% de los puntos dentro de la pista y el 75% fuera de ella, seg¨²n los datos del Ojo de Halc¨®n. "Las pistas r¨¢pidas son, a veces, muy r¨¢pidas para ¨¦l", analiza Davydenko. "Por eso pierde el control de los golpes", cierra. Ayer, con el ruso disparando l¨ªnea a l¨ªnea, Nadal cometi¨® 20 errores no forzados.

"Sus tiros curvados, su top spin, aqu¨ª, si no son perfectos, se quedan cortos", resume Pat Cash, campe¨®n de Wimbledon. "Eso permite que le ataquen los grandes pegadores. Est¨¢ intentando cambiar cosas, como la posici¨®n de salida en el saque y su postura. Necesita un 10% m¨¢s de fuerza y un 10% m¨¢s de consistencia. As¨ª, dominar¨ªa".

Es muy probable que Nadal recupere con 2010 la distancia en la pista, la confianza y su juego de rompe y rasga. Mientras, cuando se siente en peligro, dec¨ªa Lleyton Hewitt, "vuelve a las viejas f¨®rmulas, las viejas armas": en arcilla s¨ª puede jugar tan detr¨¢s de la l¨ªnea. "Para ganar hay dos caminos: hacer un calendario para ganar torneos o para estar arriba", explica Nadal. "Yo sacrifico ganar torneos (en la tierra batida suramericana, por ejemplo) por ser competitivo en los importantes. Es una inversi¨®n. Nunca me he querido encerrar en tierra y no lo voy a hacer ahora. Si sigo as¨ª, tarde o temprano voy a ganar".

Grupo B: R. Soderling a N. Djokovic por 7-6 (5) y 6-1. 1. R. Soderling (2 victorias). 2. N. Djokovic (1). 3. N. Davydenko (1). 4. R. Nadal (0). Grupo A: 1. R. Federer (2 victorias). 2. Andy Murray (1). 3. J. M. del Potro (1). 4. F. Verdasco (0).