El PP dice que la ley del aborto priva a la mujer "del derecho a ser madre"

La diputada popular Sandra Moneo, embarazada de siete meses y vestida de blanco inmaculado, acus¨® ayer en el Congreso de los Diputados al Gobierno de promover una ley, la del aborto, que "atenta contra la dignidad de la mujer, priv¨¢ndola del derecho m¨¢s inherente, el derecho a ser madre". Fue el cierre de un discurso duro, similar al de las organizaciones antiabortistas, sin ninguna referencia a las deficiencias de la regulaci¨®n actual y centrado en la maternidad, eludiendo de plano el problema de c¨®mo deber¨ªa afrontarse la realidad del aborto. Su enmienda a la totalidad del proyecto -junto con las otras tres presentadas por UPyD (el partido de Rosa D¨ªez), Uni¨® y cuatro diputados de Convergencia-, fracas¨®: 183 parlamentarios de ocho partidos respaldaron que el proyecto de ley siga adelante frente a 162 que apoyaron su retirada.

Moneo dijo que la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s se vende "como un caramelo"

La objeci¨®n es otro debate pendiente entre los defensores del cambio normativo

Pasado este primer escollo, se deben concretar ahora los puntos pol¨¦micos que quedan sobre la mesa. Sobre todo, el tema de las menores de 16 y 17 a?os y la objeci¨®n de conciencia de los profesionales sanitarios. La ministra de Igualdad, Bibiana A¨ªdo, dijo que, "consciente del intenso debate generado", tratar¨¢ de "encontrar un punto de equilibrio entre las diferentes propuestas de los grupos parlamentarios".

Las cuestiones que estaban ayer sobre la mesa eran dos: por un lado, si hace falta modificar la ley; por otro, si la reforma del Gobierno es la m¨¢s adecuada. Sobre lo primero est¨¢n de acuerdo todos los que votaron por la continuidad del proyecto (PSOE, PNV, ERC, IU/ICV, BNG, NaBai, un diputado de CiU y Merc¨¦ Pigem, tambi¨¦n de CiU, que se abstuvo) aunque tengan discrepancias en alg¨²n punto. Los que ped¨ªan que se retirara, sin embargo, no dejaron muy clara su postura.

Carlos Salvador (de UPN) dijo que "115.000 abortos al a?o" exigen una reforma, pero no explic¨® la direcci¨®n que deber¨ªa tener. Rosa D¨ªez (UPyD) coincidi¨® en la necesidad de una nueva normativa, pero explic¨® que no le gusta el "h¨ªbrido de plazos y supuestos" del proyecto de ley. Defendi¨® que lo coherente ser¨ªa una norma de plazos amplia "fundada en el consenso m¨¦dico y cient¨ªfico sobre el momento a partir del cual el feto es viable fuera de la madre", pero acto seguido dijo que un "subjetivo derecho a abortar" supondr¨ªa "una regresi¨®n de las libertades p¨²blicas".

Uni¨®, a trav¨¦s de Concepci¨®n Tarruella, fue m¨¢s claro: ellos abogan porque la ley quede como est¨¢ pero que se garantice su "efectiva aplicaci¨®n". Jordi Xucl¨¤, de Converg¨¨ncia, discrep¨®. Pidi¨® la revisi¨®n de la norma vigente, pero no como propone el Gobierno.

A¨ªdo y el portavoz socialista, Jos¨¦ Antonio Alonso, enumeraron como defensa de su proyecto los pa¨ªses europeos con ley de plazos: Francia, Alemania, Italia, Suecia, Holanda... La popular Moneo respondi¨® que "el aborto libre" es "un sistema que s¨®lo tiene su reflejo en los antiguos reg¨ªmenes totalitarios de la Europa del Este". Dijo tambi¨¦n que la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s se vende "como un caramelo", y a?adi¨®: "El embarazo no es ninguna enfermedad, se?ora ministra, seguro que usted tiene alguna vez ocasi¨®n de comprobarlo", lo que provoc¨® la ira de la bancada socialista y provoc¨® una intervenci¨®n del presidente, Jos¨¦ Bono, para precisar que entend¨ªa que la referencia a la ministra no ten¨ªa "ninguna intenci¨®n ofensiva".

Los socialistas hablaron del fracaso de la normativa vigente y de la necesidad de proporcionar seguridad jur¨ªdica y sanitaria a las mujeres. Y, como no, de los m¨¢s de 500.000 abortos de los a?os de Gobierno del PP.

Entre tanta gravedad, hubo un peque?o espacio para el humor. Sandra Moneo dijo que "la sexualidad es cosa de dos". Gaspar Llamazares, de IU, le respondi¨®: "Yo creo que eso se ha abierto mucho gracias a la sociedad espa?ola, y deber¨ªan ponerse al mismo paso".