Proteger lo ganado
En el mundo menos maniqueo posterior a la guerra fr¨ªa, cada pa¨ªs busca sus propias formas de democracia e indaga su identidad en medio de la diversidad.
Ha habido foros de estadistas y pol¨ªticos. Ha habido foros de empresarios. Ha habido foros de estadistas y empresarios. Pero por vez primera, el Foro Iberoam¨¦rica re¨²ne a pol¨ªticos, empresarios y personalidades de la cultura: escritores, fil¨®sofos, cient¨ªficos, acad¨¦micos. Quiero subrayar muy particularmente, el aporte que a nuestro Foro hacen rectores universitarios, catedr¨¢ticos, historiadores, pensadores.
Es norma de este Foro que cada participante se expresa libremente. Escucha y se deja escuchar. Cada uno regresa a su pa¨ªs y a su tarea enriquecido por un di¨¢logo en el que todos tienen la palabra pero nadie tiene la ¨²nica palabra.
Intentamos, en el Foro, ejercer el di¨¢logo como la mejor manera de conocernos a nosotros mismos y a los dem¨¢s. Di¨¢logo como forma de respeto a la opini¨®n propia porque prestamos atenci¨®n a la opini¨®n ajena.
La pol¨ªtica de la diferencia es la base del actual desarrollo democr¨¢tico en Am¨¦rica Latina
Felipe Gonz¨¢lez, miembro fundador de nuestro grupo, ha dicho que el Foro Iberoam¨¦rica es discreto, pero no es secreto. Cada cual se expresa aqu¨ª con plena libertad y sin publicidad. Pero cada cual sabe si al terminar el Foro publica un art¨ªculo o da una entrevista. Pero La norma, repito, es la discreci¨®n, no el secreto.
Esta d¨¦cima reuni¨®n del Foro en Buenos Aires tiene lugar en un escenario internacional cambiante. Dejamos atr¨¢s la bipolaridad de la guerra fr¨ªa. Dejamos atr¨¢s una pasajera unipolaridad. Entramos a una era multipolar o mejor dicho, multilateral. Un coro con las voces de los Estados Unidos de Am¨¦rica, Europa, el Mundo ?rabe, el ?frica subsahariana, Rusia, China, Jap¨®n, la India, el Sureste Asi¨¢tico. Y la Am¨¦rica Latina. ?Cu¨¢l es nuestra posici¨®n en este coro? ?Somos locomotora, vag¨®n de pasajeros o furg¨®n de cola?
Desde el siglo XIX, hemos buscado afanosamente una identidad. De los libertadores -Bol¨ªvar, San Mart¨ªn, Morelos-. A los estadistas -Sarmiento, Ju¨¢rez, Portales-. A los educadores -Bello, Lastarria, Jos¨¦ de Alencar-. Y a partir de la moderna re-fundaci¨®n de la cultura por Rub¨¦n Dar¨ªo y Jos¨¦ Mart¨ª pasando por Pablo Neruda y Ezequiel Mart¨ªnez Estrada hemos buscado la identidad. La buscamos y la obtuvimos.
Hoy, tenemos la sensaci¨®n de una identidad adquirida. El mexicano se sabe mexicano. El brasile?o se sabe brasile?o. El argentino se sabe argentino. Ahora, tenemos una tarea m¨¢s ardua: Pasar de la identidad adquirida. A la diversidad por adquirir. Diversidad pol¨ªtica-moral-personal-sexual-ideol¨®gica. Ser lo que somos gracias a las diferencias que nos distinguen. La pol¨ªtica de la diferencia es la base del actual desarrollo democr¨¢tico en la Am¨¦rica Latina.
La guerra fr¨ªa nos obligaba a optar por una de las dos partes opuestas. Muchas dictaduras fueron consentidas por una o ambas partes como aliados -extra?os compa?eros de cama-. Hoy, hemos ganado la democracia. En un mundo menos maniqueo, cada pa¨ªs nuestro busca sus propias formas de democracia. Libertad de expresi¨®n. Elecciones confiables. Ejecutivos acotados. Legislaturas pluripartidistas. Judicaturas independientes. Sindicatos libres. Culturas abarcadoras tanto del pasado creativo de nuestras naciones, como de su actualidad problem¨¢tica, como de su acceso a las t¨¦cnicas del porvenir.
En suma, sociedades civiles: conjunto de relaciones entre ciudadanos. Aceptaci¨®n de derechos y obligaciones. Reconocimiento de fines comunes. Hemos avanzado enormemente. Pero no nos congratulemos del todo: cerca del 40% de los latinoamericanos a¨²n viven -o sobreviven- en diversos estados de pobreza. Hay ni?os sin escuela. Hay hombres sin trabajo. Hay mujeres sin derechos. Hay ancianos sin techo. Hay enfermos sin hospital. Y hay una vasta poblaci¨®n marginada. Hay un creciente lumpen-proletariado urbano. Hay zonas de olvido desesperado.
El d¨¦ficit social pone en grave peligro la vida democr¨¢tica, porque crea la tentaci¨®n autoritaria. El espejismo, la ilusi¨®n es que si la democracia no puede, quiz¨¢s la autocracia s¨ª pueda. Sabemos que no es as¨ª: las dictaduras no resuelven problemas. S¨®lo los ocultan. S¨®lo los aplazan. S¨®lo los agravan.
El Foro Iberoam¨¦rica es un intento, modesto pero serio, de abrir caminos para proteger lo que hemos ganado y proponer soluciones para lo que nos falta por hacer.
Carlos Fuentes (Panam¨¢, 1928), fundador y copresidente, con Ricardo Lagos, del Foro Iberoam¨¦rica, pronunci¨® la conferencia inaugural de la reuni¨®n celebrada la semana pasada en Buenos Aires. El escritor publicar¨¢ el pr¨®ximo mes de abril en Espa?a Ad¨¢n en Ed¨¦n en Alfaguara.
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