Ni pisos ni empleos en El Masnou
La crisis de Dogi deja en papel mojado el pacto laboral e inmobiliario que supuso la recalificaci¨®n de los terrenos donde se ubica su vieja f¨¢brica
Ni flamantes viviendas, libres y sociales, ni empleos. La crisis del grupo textil Dogi -la segunda gran industria de El Masnou despu¨¦s de la farmac¨¦utica Alcon- y el batacazo del ladrillo han dejado en agua de borrajas el acuerdo laboral e inmobiliario que la compa?¨ªa catalana alcanz¨® en su d¨ªa con el municipio.
En 2004, el pleno del Ayuntamiento de El Masnou acord¨® por unanimidad recalificar los terrenos que ocupaba la hist¨®rica f¨¢brica de Dogi -una jugosa parcela en el centro de la poblaci¨®n- para uso residencial, con lo que la familia propietaria de la empresa especializada en tejido el¨¢stico, los Dom¨¨nech, pudo venderla a una promotora inmobiliaria por 24 millones de euros. El compromiso consist¨ªa en que la familia destinase los ingresos a cancelar un pr¨¦stamo del Instituto Catal¨¢n de Finanzas (ICF). El objetivo era "mantener la empresa Dogi en el municipio y garantizar as¨ª el mantenimiento de los puestos de trabajo", seg¨²n el convenio urban¨ªstico aprobado. Adem¨¢s la promotora que compr¨® los terrenos, el grupo Kirstad, construir¨ªa 177 viviendas libres, 47 de protecci¨®n oficial y 200 plazas de aparcamiento. Otros 300.000 euros se destinar¨ªan a equipamientos p¨²blicos.
El grupo textil present¨® concurso de acreedores el pasado mes de mayo
Pese al acuerdo, la plantilla se ha reducido en 335 trabajadores
Cinco a?os despu¨¦s, la plantilla de Dogi de El Masnou ha pasado de 575 a 240 personas y el proyecto urban¨ªstico est¨¢ paralizado. Kirstad, la promotora, se?ala que las obras comenzar¨¢n cuando aminore la severa crisis del sector del ladrillo y los potenciales compradores tengan m¨¢s acceso al cr¨¦dito. "Compramos los terrenos en 2004, pero no me han entregado los terrenos hasta este verano. S¨®lo derribar la f¨¢brica cuesta entre 500.000 y 600.000 euros, as¨ª que no hay prisa tal como est¨¢ el mercado. Hasta dentro de al menos un a?o no nos planteamos nada", explica Pere Barber, director de Kirstad. El traslado de la factor¨ªa de Dogi no se pod¨ªa llevar a cabo hasta que la actividad pasase a la nueva planta en un pol¨ªgono de El Masnou adquirido tambi¨¦n por los Dom¨¨nech. Por el camino, ha ca¨ªdo la mitad de la plantilla, se queja Francisco Ag¨¹era, representante de Comisiones Obreras en Dogi. "Y lo que m¨¢s nos preocupa es la viabilidad de futuro de la compa?¨ªa, porque no la vemos clara", a?ade.
Fuentes de Dogi recalcan que la familia Dom¨¨nech "cumpli¨® todos sus compromisos de inversi¨®n en la compa?¨ªa, incluso los ha superado". Las ampliaciones de capital han sido m¨²ltiples. En concreto, seg¨²n Dogi, Dom¨¨nech invirti¨® en 2004 un total de 4,2 millones de euros (aunque su compromiso eran 16), 6,2 millones en 2006, 4,9 en 2007 y 7 al a?o siguiente. En total, 22,3 millones.
Dogi, despu¨¦s de a?os en n¨²meros rojos, present¨® el concurso de acreedores (antigua suspensi¨®n de pagos) el pasado mes de mayo con una deuda de 42 millones. Aunque el pasivo del grupo es de 67 millones, s¨®lo la matriz suspende pagos. El Instituto Catal¨¢n de Finanzas concedi¨® 8,5 millones a la empresa en 2008 y 14 millones a la familia Dom¨¨nech, accionista mayoritaria, en 2003.
El alcalde de El Masnou, Eduard Gisbert, recalca que la recalificaci¨®n "era imprescindible para que Dogi se trasladase y dejase unas instalaciones en el centro urbano, donde una gran f¨¢brica textil tiene muchos inconvenientes". Desde entonces hasta ahora, se han juntado varios problemas. "El traslado fue m¨¢s lento de lo previsto, primero porque la empresa tard¨® en tomar la decisi¨®n final y luego por el proceso de urbanizaci¨®n. Mientras, la crisis textil se agudiz¨®; Dogi tuvo que deslocalizar producci¨®n a Asia, la familia Dom¨¨nech tuvo que invertir mucho dinero, pero se perdieron empleos". El alcalde cree que tanto la compa?¨ªa como los trabajadores y las administraciones "tienen la voluntad de que la actividad siga adelante".
Pere Par¨¦s, del grupo municipal de CiU, tambi¨¦n cree que el convenio firmado con Dogi en 2004, pese a todo, fue un acierto. "Lo importante era que la empresa se quedase en el municipado, se habr¨ªa podido ir a cualquier otro. A veces, una empresa debe dar un paso atr¨¢s para poder dar dos al frente y ahora s¨®lo esperamos que no tenga que dar mucho m¨¢s atr¨¢s".
Dogi espera superar el concurso en los primeros meses de 2010 y ya ha planteado una propuesta de convenio para pagar a los acreedores con tres alternativas.
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