El mundo es de las mujeres
Contra el viento, de ?ngeles Caso (Gij¨®n, 1959), fue la novela ganadora del reciente Premio Planeta, del que result¨® finalista La bailarina y el ingl¨¦s, de Emilio Calder¨®n (M¨¢laga, 1960). Contra la tendencia de los ¨²ltimos a?os, los libros distinguidos en esta edici¨®n se presentan como "planetas puros, sin trampa ni cart¨®n"
Es casi inevitable empezar por referirse al Premio Planeta que acaba de elegir a su ganador y su finalista de este a?o. No es cuesti¨®n de analizar aqu¨ª las oscilaciones del premio a lo largo de los a?os pero s¨ª recordar las veces en que ha buscado dignificarse culturalmente otorgando premios a autores de prestigio con resultados contradictorios. En los ¨²ltimos a?os, por ejemplo, salieron ganadoras La fortuna de Matilda Turpin, de ?lvaro Pombo, que no desmerece en relaci¨®n al resto de su obra, y La hermandad de la Buena Suerte, que, en cambio, no a?ade nada al prestigio del que goza el fil¨®sofo Fernando Savater. En contraste, este a?o tenemos a un ganador y un finalista que son planetas puros. Sin trampa ni cart¨®n. Con sus ventajas e inconvenientes, est¨¢n ah¨ª dispuestos para ser le¨ªdos y disfrutados por los adictos, los curiosos, los lectores esforzados y, c¨®mo no, los cr¨ªticos.
Contra el viento
?ngeles Caso
Planeta. Barcelona, 2009
267 p¨¢ginas. 21 euros
El catedr¨¢tico David Vi?as acaba de publicar con el t¨ªtulo de El enigma bestseller (Ariel, 2009) un largo y detallado estudio sobre ese fen¨®meno editorial. No habla espec¨ªficamente del Premio Planeta, al fin y al cabo un best seller de segundo orden. Pero en la novela de ?ngeles Caso (Gij¨®n, 1959) se detectan dos aspectos clave se?alados por Vi?as. Uno es la presencia de un h¨¦roe, en este caso la caboverdiana Sao, un ser incontestable que carece de sombras o defectos. Adjetivos como "esplendorosa", "majestuosa, "fuerte", "cercana" o "comprensiva" aparecen habitualmente para referirse a ella y de paso a sus amigas. El personaje merece nuestro aplauso incondicional por su impecable conducta. Incluso exponi¨¦ndose a peligros busca que su hijo pueda relacionarse con su padre: sabe lo que conviene a un ni?o, es decir, sabe lo que dir¨ªa un psicopedagogo pol¨ªticamente correcto. Naturalmente, a su alrededor pululan las amigas que la han reconocido al instante, con tan s¨®lo mirarse, como intachable y que asimismo ella ha aceptado como aliadas. Ahora bien, hace falta el adversario y ¨¦se es el hombre por definici¨®n. Los hombres que salen en la novela o son personajes muy secundarios o son malvados, aunque por inter¨¦s lo disimulen durante un tiempo. "Decente" es el adjetivo m¨¢s positivo que se les dedica. El punto fuerte de este enfrentamiento es la relaci¨®n entre Sao y el marido que la maltrata, llena de giros incomprensibles y situaciones artificiosas. Naturalmente, la ventaja es que la posici¨®n del lector y su simpat¨ªa por la v¨ªctima no ofrece dudas. Y ¨¦sta es la segunda cuesti¨®n de la que habla Vi?as: la fuerte presencia de una ense?anza, un fin did¨¢ctico. El lector halla el camino claramente marcado. Sabe qui¨¦nes son los buenos y qui¨¦nes son los malos. Y punto.
Esto no quiere decir que la novela est¨¦ mal escrita, ni carezca de inter¨¦s. La autora maneja bien los mecanismos de la narraci¨®n. La narradora, una mujer del centro de Espa?a, habla de s¨ª misma y de su desamparada situaci¨®n en la primera parte, pasa en la segunda a hablar de la vida de Sao, en su pa¨ªs y en Lisboa, para desembocar en Madrid en la tercera parte y producirse as¨ª, como corresponde, la reuni¨®n de las dos, narradora y protagonista, y esta ¨²ltima, mujer sin tacha, redima a la primera de sus desdichas. Un esquema casi m¨ªstico que tiene su qu¨¦. Al lector se le conduce de la mano para apreciar el esfuerzo de los inmigrantes. Valores humanos que nadie discute y lectura ¨¢gil y entretenida. Lo dicho. Un premio Planeta para ser le¨ªdo como tal.
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