Triunfo de un campe¨®n con estilo
Despu¨¦s de conceder un gol, el Bar?a firma al final un buen remonte en Kiev y accede a octavos
El Barcelona alcanz¨® los octavos de final con grandeza, firmando un triunfo en Kiev despu¨¦s de remontar un encuentro dif¨ªcil, que se complic¨® de mala manera nada m¨¢s empezar por un error a la salida de una falta. Se esperaba un partido duro como el hielo, pero no estaba en el gui¨®n que en el minuto dos el campe¨®n de Ucrania marcara un gol, consecuencia de tres errores consecutivos en defensa. Primero: regalar una falta en la zona prohibida, avisado como estaba el equipo del poder de los ucranios a bal¨®n parado, algo que se repiti¨® con frecuencia durante el encuentro. Segundo: defender mal el centro. Y tercero: Vald¨¦s no bloc¨® la pelota, que termin¨® mansa en la red, despu¨¦s de haberla tomado entre sus brazos. Fue el ¨²nico fallo del portero azulgrana, quien, por lo dem¨¢s, fue poco exigido. A Vald¨¦s le redimi¨® su capacidad para pasar p¨¢gina de los errores y el trabajo del equipo, que tiene una fe ciega en su idea futbol¨ªstica. No se descompuso el Barcelona, sino que se fue arriba, sin parar, hasta lograr el empate primero y despu¨¦s la victoria, para desgracia del Dinamo de Kiev, ¨²ltimo de un grupo tremendo.
DINAMO KIEV 1 - BARCELONA 2
Dinamo Kiev: Shovkovskiy; Eremenko, Yussuf, Bet?o, Magr?o (Ninkovic, m.74); Almeida, Mikhailik, Vukojevic; Schevchenko, Milevskiy y Yarmolenko. No utilizados: Bogush, Ghioane, Aliyev, Gusev, Kravets y Nesmachniy.
Barcelona: V¨ªctor Vald¨¦s; Alves, Piqu¨¦ (M¨¢rquez, m. 88), Puyol, Abidal; Xavi, Busquets, Keita; Messi, Ibrahimovic e Iniesta (Pedro, m. 82). No utilizados: Pinto, Maxwell, Tour¨¦, Bojan y Henry.
Goles: 1-0. M. 2. Milevskiy peina una falta lanzada por Schevchenko y Vald¨¦s falla en el blocaje. 1-1. M. 33. Xavi remata un centro de Abidal. 1-2. M. 86. Messi, de falta directa.
?rbitro: Howard Webb. Amonest¨® a Piqu¨¦, Almeida, Vukojevic, Ibrahimovic, Mikhailik, Xavi y Schevchenko.
Estadio V. Lobanovskiy. 16.500 espectadores.
Al Dinamo de nada le vali¨® tener la mitad del trabajo hecho sin apenas llegar a porter¨ªa. Sali¨® al campo con la idea de sorprender en una contra o en una jugada a bal¨®n parado, y lo logr¨® de buenas a primeras, as¨ª que pudo dedicarse a cerrar las l¨ªneas de pase. El campe¨®n estaba a prueba. Lejos de ponerse nervioso, el Bar?a entendi¨® que le quedaba un mundo y que, lo m¨¢s razonable, llegados a este punto, era seguir con el plan establecido, por mucho que el Dinamo presionara muy arriba. En ¨¦sas, Busquets dio un paso al frente. El equipo le busc¨® y le encontr¨®. Servicial, el medio centro le ech¨® un capote a los centrales y se esmer¨® en darle salida al bal¨®n. A partir de ah¨ª creci¨® el Barcelona, porque aunque su trabajo resulte simple, o tan complicado -seg¨²n se mire-, como acercar la pelota a Xavi, Iniesta y Messi, no siempre resulta f¨¢cil. Pero ayer era tremendamente necesario. Y ah¨ª estaba Busquets, para nadar y guardar, tocar y robar.
Avis¨® Guardiola que se trataba de meter goles para cerrar el pase a octavos y que la mejor manera era ser fieles al estilo como nunca. As¨ª que nadie mejor que los dos bajitos, paradigmas de la idea, para defender la apuesta. Con la misma facilidad que abri¨® el campo, Iniesta se junt¨® por dentro con Xavi, Messi dej¨® su banda libre al galope de Alves y entre los tres se asociaron con Ibrahimovic, generoso a m¨¢s no poder, inteligente al arrastrar a los dos centrales y buscar el espacio que liberaba con reiteraci¨®n Iniesta en la banda. Al sueco se le vio m¨¢s entregado a la necesidad del juego, muchas m¨¢s veces pivotando de espaldas antes que encarar el gol. Llamado a ser equipo, lo fue el Barcelona de principio a fin.
Messi, zurrado reiteradamente ante la tolerancia arbitral, tuvo el empate pronto, pero en el mano a mano no aprovech¨® el regalo de Shovkoskiy en un saque de puerta. Tras una carrera de 30 metros directa al area, remat¨® inocente desde la frontal. Si el Bar?a ten¨ªa que empatar, parec¨ªa condenado a hacerlo muy a su manera, macerando la jugada, tocando, ocupando espacios con inteligencia. As¨ª fue. Despu¨¦s de un rondo en el medio campo, irrumpi¨® Abidal por su pasillo, centr¨® de primera y, listo como nadie, Xavi apareci¨® como un chispazo por el medio para meter la punta de la bota. Un gol muy suyo, tremendamente parecido en su resoluci¨®n al que le marc¨® a Rusia en las semifinales de la Eurocopa 2008 cuando, a su chepa, la roja alcanz¨® la final de Viena. Jugaba su partido 100 en Europa con el Barcelona y no pudo encontrar mejor manera de celebrarlo. Messi, magistral en el saque de una falta que clav¨® por la escuadra, sell¨® el triunfo ya hacia el final del partido. El gol le acab¨® por costar una lesi¨®n, pues los zagueros reiteraron en sus faltas hasta que le sacaron del campo de muy mala manera.
La victoria fue el mejor regalo para un equipo con una gran personalidad, capaz de manejarse en las situaciones m¨¢s adversas, como la de ayer en Kiev. El rival, excelente a bal¨®n parado, le busc¨® una y otra vez, le ret¨® con velocidad y a ratos logr¨® partir en dos el campo. No le alcanz¨® porque el Bar?a jam¨¢s jug¨® a especular sino que no par¨® hasta alcanzar la victoria, como se le exige al campe¨®n, incluso a¨²n a costa de perder a Messi.
Cien veces Xavi
Old Trafford como escenario. 16 de septiembre de 1998. "Vas a salir", le dijo Van Gaal al tiempo que le invitaba a calentar. Y Xavi, con el 26 a la espalda, contuvo la emoci¨®n como pudo. Pronto se desvaneci¨®; Beckham tir¨® un libre directo a la escuadra. 3 a 2 para el Manchester. Justo cuando entraba Xavi. Ese duelo lo empat¨® Luis Enrique con un penalti y anoche, en el Valeriy Lobanovskiy, hizo lo propio Xavi para celebrar sus 100 partidos europeos. Messi puso la guinda con una diana de falta.
Al fallo de Vald¨¦s -cuenta dos seguidos tras Riazor-, respondi¨® el Bar?a con una jugada para enmarcar. La acci¨®n dur¨® 53 segundos, 51 en campo ajeno, realizaron 28 combinaciones y s¨®lo Piqu¨¦ y Vald¨¦s no participaron de la misma, seg¨²n la cuenta de Catalunya R¨¤dio. Fue el tercer tanto de Xavi, que ya vio puerta en la Copa ante la Cultural y en la Supercopa frente al Athletic. Fue, adem¨¢s, una llegada desde la segunda l¨ªnea, algo de lo que carec¨ªa el Bar?a en las ¨²ltimas fechas a excepci¨®n de Keita, que cuenta seis dianas. As¨ª lo explican los n¨²meros. Los delanteros del Bar?a suman 45 goles (77,5%), los zagueros cuatro (6,9%) y los medios, 9 (15,5%). Guardiola exige movimientos en el balc¨®n del ¨¢rea para romper a las zagas rivales. Ante el Dinamo, la obra fue del Bar?a y la ejecuci¨®n, de Xavi.
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