Arantxa debe 3,5 millones a hacienda

Legendaria por su tenacidad sobrehumana, por su gusto por pelear y su car¨¢cter irredento, Arantxa S¨¢nchez Vicario, la tenista espa?ola m¨¢s laureada, ha perdido su partido m¨¢s largo. Un match de 14 a?os de duraci¨®n que ha concluido con una derrota inapelable en forma de sentencia que condena a la ganadora del premio Pr¨ªncipe de Asturias de 1998 a pagar a Hacienda 3,5 millones de euros por impuestos no abonados entre 1989 y 1993.

Aunque Arantxa resid¨ªa oficialmente en Andorra -lo que le permit¨ªa una cuota del IRPF del 25% sobre sus ingresos, en vez del 56% para los residentes en Espa?a-, una subinspectora de Hacienda se cruzaba con ella diariamente en Barcelona. Poco despu¨¦s, a finales de 1995, un registro en su mas¨ªa a las afueras de la capital catalana, que figuraba a nombre de una sociedad mercantil, dot¨® a la inspecci¨®n de Hacienda de pruebas de su vida cotidiana -ropa interior, correspondencia, un cocinero que hac¨ªa la compra diaria...- que desment¨ªan la posibilidad de que pasara al menos 183 d¨ªas al a?o en el principado pirenaico, lo que le convertir¨ªa en residente. Seg¨²n c¨¢lculos de Hacienda, en aquellos a?os, Arantxa, ganadora de tres Roland Garros y un Open de Estados Unidos, ingresaba unos 600 millones de pesetas al a?o (3,6 millones de euros).

Las actas elevadas por el hecho culminaron con una sentencia condenatoria en 2001 del Tribunal Econ¨®mico Administrativo Central, ratificada en 2003 por la Audiencia Nacional y ahora, en 2009, de nuevo e inapelable, por el tribunal Supremo.

El recurso por parte de deportistas, artistas y ricos en general a para¨ªsos fiscales para no pagar impuestos en Espa?a descendi¨® dr¨¢sticamente con la entrada en vigor de la llamada cuarentena, que impide a quien pase a residir en el extranjero perder la residencia espa?ola a efectos tributarios durante un periodo de cinco a?os. Actualmente la trampa m¨¢s utilizada, seg¨²n fuentes de Hacienda, consiste en convertirse en residente no domiciliado en el Reino Unido, una posibilidad legal muy aprovechada por los clubes de f¨²tbol brit¨¢nicos para atraer jugadores extranjeros.