La Liga contra la Iglesia

Los caminos del Se?or son inescrutables. Y los de sus enviados en la tierra, mucho m¨¢s. El Vaticano, que no destaca precisamente por su compromiso con los m¨¢s d¨¦biles, se ha dedicado en Italia a la encomiable tarea de defender a los inmigrantes: reclama que se les respete, predica su integraci¨®n y aplaude las aportaciones de los m¨¢s j¨®venes, por haberse alimentado de culturas diferentes. Tanta solicitud ha exasperado a la Liga Norte, el partido que gobierna con Berlusconi y que ha exhibido opiniones de escasa estima por los extranjeros que llegan a Italia a buscarse la vida. Por no decir, en fin, que lo suyo tiene mucho que ver con la xenofobia.

La Liga, que presume de saber interpretar los deseos del pueblo, lleva tiempo subrayando que la mayor¨ªa de quienes delinquen en Italia son extranjeros. As¨ª que pone en marcha iniciativas un tanto discutibles y que tienen mucho de racistas, como lo fue en su d¨ªa en Mil¨¢n el desalojo de un campamento de 250 gitanos. Fue entonces cuando el arzobispo de la ciudad, Dionigi Tettamanzi, tom¨® la palabra y critic¨® la medida.

El partido que lidera Umberto Bossi ("la Liga es Bossi", dicen algunos) no perdona. As¨ª que este ¨²ltimo domingo, en el peri¨®dico La Padania, ¨®rgano oficial del partido, se public¨® un art¨ªculo contundente. Ven¨ªan a decirle ah¨ª a Tettamanzi que deb¨ªa ocuparse de cosas m¨¢s importantes, como defender el crucifijo en las iglesias o procurar atajar la crisis de vocaciones, y bordeaban el tremendismo pregunt¨¢ndose si era, al fin, un cardenal o un im¨¢n. Roberto Calderoli, ministro con Berlusconi y miembro de la Liga, se decant¨® por un estilo m¨¢s cl¨¢sico y dijo que el cardenal de Mil¨¢n ten¨ªa inclinaciones comunistoides.

Aficionada a mirar a las alturas cuando Berlusconi se ufana de posturas que poco tienen que ver con la caridad y mucho con los llamados pecados capitales, la Iglesia ha tenido esta vez la valent¨ªa de llamar la atenci¨®n contra los excesos que se producen contra los inmigrantes. Los de la Liga colocan a los ilegales en el mismo sitio que a terroristas y mafiosos. Tettamanzi ha dicho que por ah¨ª no pasa. El Vaticano lo ha apoyado. ?Y la oposici¨®n pol¨ªtica? ?No tiene nada que decir a todo esto? No sabe, no contesta.