"Es pat¨¦tico pensar que un desequilibrado cumple ¨®rdenes"
Escritor, periodista, fundador de Il Fatto Quotidiano, disc¨ªpulo de Indro Montanelli y colaborador de Annozero (RAI2), Marco Travaglio (Tur¨ªn, 1963) ha condenado sin reservas la agresi¨®n a Silvio Berlusconi. Pese a ello, su nombre fue pronunciado ayer en el Parlamento por el portavoz de la mayor¨ªa, Fabrizio Cicchitto, que responsabiliz¨® a La Reppubblica, Il Fatto y Annozero de instigar la violenta acci¨®n de Massimo Tartaglia. "Repiten el esquema de los grupos subversivos de los a?os setenta: nombre y direcci¨®n del enemigo", dice Travaglio.
Pregunta. Cicchitto les acusa de terrorismo medi¨¢tico y de formar parte de una "red de odio".
Respuesta. Nos limitamos a contar la cr¨®nica de los hechos. L¨¢stima que sean feos. En su desesperaci¨®n, se agarran a cualquier cosa: afirman que hemos mandado a un psic¨®pata a atentar contra Berlusconi. Es el colmo, sobre todo es pat¨¦tico pensar que un loco desequilibrado cumpla ¨®rdenes de nadie.
P. Un testigo dice que vio a alguien pasarle el objeto a Tartaglia.
R. ?Por suerte tengo coartada!
P. ?Por qu¨¦ el ataque a la prensa parte de los propios periodistas de Il Giornale?
R. No son periodistas, son guardias de corps, killers contratados para acabar con los disidentes. La misma noche de la agresi¨®n, Cicchitto culp¨® de la agresi¨®n en la televisi¨®n p¨²blica a Annozero y a los que demonizan a Berlusconi. Desde ese d¨ªa hemos sido linchados con contumacia por Il Giornale. Hoy han dicho nuestros nombres en el Parlamento. ?No es eso instigar al odio? Para ellos es f¨¢cil, saben que casi nadie va a protestar. S¨®lo Antonio di Pietro lo ha hecho. El Partido Democr¨¢tico se limita a pedir perd¨®n por existir. Atacan sin pudor y sin freno, s¨®lo somos dos o tres peri¨®dicos y un programa de televisi¨®n, poca cosa. No tenemos defensa, no llevamos escolta ni podemos acudir a los tribunales: ellos son inmunes. Ser¨¢ f¨¢cil acabar con nosotros. Cerrar las redes sociales de Internet, cosa que ni China ha conseguido hacer, y prohibir los gritos en la calle son otros signos de lo que nos espera.
P. ?Un giro a la extrema derecha?
R. No es la derecha lo preocupante. Estar¨ªa feliz si gobernara [Gianfranco] Fini. Italia est¨¢ en manos de una asociaci¨®n para delinquir que se ha hecho due?a de la mayor¨ªa parlamentaria y se ocupa exclusivamente de resolver los problemas personales del primer ministro, buscando a cualquier precio su impunidad. Para eso hace falta bloquear a la magistratura y amordazar a la prensa fuera de control. La agresi¨®n de Tartaglia es la excusa perfecta para legitimar la carrera hacia la dictadura. La idea es: para evitar la guerra civil, Berlusconi debe ser inmune, con el salvoconducto volver¨¢ la calma. Mientras, eligen a la oposici¨®n, a los jueces y a los periodistas que les gustan, y ahogan el disenso en Internet y en la calle.
P. Usted conden¨® la agresi¨®n la misma noche en la web del Fatto. La Repubblica tambi¨¦n. Quiz¨¢ convenga recordarlo.
R. La condeno sin ambages. Que Berlusconi sea el pol¨ªtico m¨¢s violento de Italia no autoriza a golpearlo. Se le puede contradecir, criticar, juzgar, pero no pegar. S¨®lo un chiflado puede pensar que pegarle sirva de algo.
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