El tesoro del Odyssey es espa?ol

Espa?a vuelve a salir victoriosa en el en¨¦simo asalto del culebr¨®n que enfrenta al Gobierno con la compa?¨ªa estadounidense de cazatesoros Odyssey Marine Exploration. Steven D. Merryday, el juez de Tampa Bay (Florida) encargado de dirimir a qui¨¦n corresponden los derechos sobre el buque hundido y su carga, refrend¨® la decisi¨®n tomada en junio de este a?o por otro magistrado del mismo tribunal. ?La conclusi¨®n? Nuestra Se?ora de las Mercedes era un buque de guerra espa?ol y, lo m¨¢s importante, el pecio y las 500.000 monedas de oro y plata halladas por la compa?¨ªa estadounidense en mayo de 2007, deben ser devueltos a Espa?a en un plazo no superior a 10 d¨ªas. La compa?¨ªa anunci¨® que recurrir¨¢ la resoluci¨®n.

'Nuestra Se?ora de las Mercedes' estaba en misi¨®n de guerra, afirma la sentencia

Stemm: "Las instancias legales acabar¨¢n por darnos la raz¨®n"

La Administraci¨®n Obama defendi¨® los intereses espa?oles en septiembre

Gonz¨¢lez-Sinde celebr¨® la decisi¨®n como un ¨¦xito para Patrimonio

Todo comenz¨® el d¨ªa en que la empresa decidi¨® pregonar a los cuatro vientos el incre¨ªble hallazgo de un tesoro de valor incalculable. Entonces Odyssey s¨®lo dijo que se trataba de una carga de 500.000 monedas de plata y oro encontradas en un lugar indeterminado del oc¨¦ano Atl¨¢ntico. En aguas internacionales, lejos de la jurisdicci¨®n de cualquier pa¨ªs.

La empresa bautiz¨® el descubrimiento con el fantasioso nombre en clave de Black Swan (Cisne negro), pero Espa?a ya sospechaba que detr¨¢s de esas dos palabras pod¨ªa esconderse la identidad de un buque de guerra espa?ol hundido en 1804 frente al cabo de Santa Mar¨ªa y tras una cruenta batalla librada contra los barcos ingleses. El Ministerio de Cultura reclam¨® sus derechos sobre el hallazgo. A partir de ah¨ª empez¨® otra batalla. Esta vez, una de acusaciones y deliberaciones, estudio de miles de legajos y hasta persecuciones de pel¨ªcula por parte de la Guardia Civil a los barcos de Odyssey. Todo ello para tratar de probar los derechos espa?oles sobre el tesoro.

El tiempo (y la decisi¨®n del juez Steven D. Merryday) ha acabado por dar la raz¨®n a Espa?a. El magistrado no tiene dudas y rechaza categ¨®ricamente las ¨²ltimas reclamaciones presentadas por la compa?¨ªa: "La verdad de este caso es que La Mercedes es un buque espa?ol y que su pecio, la carga y todos los restos humanos y pertrechos que naufragaron con ¨¦l son patrimonio de Espa?a y deber¨ªan en recta conciencia y conforme a derecho yacer para siempre sin que nadie los perturbe salvo que haya consentimiento de Espa?a y a salvo de cualquier aspiraci¨®n privada en contra".

Merryday da en su escrito a la compa?¨ªa 10 d¨ªas para devolver a Espa?a el tesoro. Con una salvedad. En la sentencia, el juez establece que Odyssey puede seguir haci¨¦ndose cargo de las monedas hasta que acuerde un procedimiento para la entrega y a la espera de ver si la compa?¨ªa decide recurrir ante la Corte de Apelaciones.

Eso ¨²ltimo es precisamente lo que va a ocurrir, seg¨²n anunci¨® ayer la empresa. Su m¨¢ximo responsable, Greg Stemm, se?al¨® en un comunicado que la decisi¨®n de Merryday sirve para agilizar el proceso y llevarlo a la Corte de Apelaciones. All¨ª, afirm¨®, "estamos seguros de que todas las cuestiones legales servir¨¢n para darnos la raz¨®n". Stemm record¨® adem¨¢s que en otros casos, como en el de Nuestra Se?ora de Atocha, la decisi¨®n final cambi¨® en esa instancia superior.

Este empresario dedicado desde los a?os 80 a la caza de tesoros sumergidos se apresur¨® a se?alar adem¨¢s el car¨¢cter excepcional del pecio en litigio. "Vamos a seguir adelante con nuestros otros proyectos. Es importante que la gente entienda que la mayor¨ªa de ellos no tienen las mismas implicaciones legales que han surgido en este caso. Nuestros objetivos en 2010 est¨¢n en los hallazgos que tienen el permiso de los gobiernos o en los buques comerciales", declar¨®.

Las palabras de Stemm tratan de reforzar el cr¨¦dito de la empresa, que cotiza en bolsa, en una situaci¨®n que se complica despu¨¦s de la resoluci¨®n judicial. Es cierto, Odyssey tiene varios proyectos en marcha que cuentan con el visto bueno de los gobiernos implicados. El m¨¢s famoso, el rescate de parte de los restos del HMS Victory, un barco brit¨¢nico perdido en 1744 en una tempestad en el Canal de La Mancha, fue acordado con las autoridades de Reino Unido y presentado en febrero de este a?o. Odyssey posee la tecnolog¨ªa m¨¢s puntera para descubrir y rescatar los pecios, tiene un equipo de arque¨®logos encargados de rastrear en los archivos y ubicar los nav¨ªos, y un fabuloso equipo de asesores jur¨ªdicos. Pero puede que todos esos medios no le hayan servido para nada en el caso de La Mercedes. Este litigio podr¨ªa redefinir las reglas del juego. Seguramente a partir de ahora Odyssey recabar¨¢ los permisos de las naciones que abanderaban los barcos antes de hacerse con los botines sumergidos.

Eso, ahora mismo, es imposible en el caso espa?ol, una de las potencias navales hist¨®ricas m¨¢s importantes. Espa?a cuenta adem¨¢s con el apoyo de la administraci¨®n de Barack Obama, que defendi¨® p¨²blicamente los intereses espa?oles en una carta remitida al juzgado de Tampa el pasado septiembre.

Uno de los ¨²ltimos cartuchos de Odyssey est¨¢ en la Corte de Apelaciones. Este tribunal tiene jurisdicci¨®n sobre casos federales originados en los estados de Alabama, Florida y Georgia. Podr¨ªa no ser la ¨²ltima instancia, ya que a Odyssey le quedar¨ªa a¨²n la opci¨®n de apelar a la Corte Suprema de Estados Unidos.

En cualquier caso, su defensa pasa por seguir insistiendo en que La Mercedes era un buque mercante. A pesar de que se trataba de un barco de guerra, los estadounidenses opinan que viajaba en una misi¨®n comercial y que la carga era propiedad de los mercaderes que murieron tras la explosi¨®n del nav¨ªo. Seg¨²n esta idea, los descendientes de aquellos podr¨ªan reclamar parte del tesoro. Adem¨¢s, Odyssey argumenta que no hay pruebas concluyentes para determinar que los restos hallados pertenecen a La Mercedes, pese a que ¨¦sa fue su hip¨®tesis m¨¢s firme desde el principio del caso.

La decisi¨®n de tribunal de Tampa fue valorada ayer por la ministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde, como un ¨¦xito para los intereses del patrimonio hist¨®rico espa?ol. Tambi¨¦n la vicepresidenta del Gobierno, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, manifest¨® su "satisfacci¨®n". "Nos han dado la raz¨®n", dijo.