El final de los l¨ªmites

Un jamaicano rompi¨®, dos veces, la barrera del sonido; un espa?ol derrib¨®, con estr¨¦pito, los topes del baloncesto patrio; un equipo de f¨²tbol gan¨®, urbi et orbi, en cualquier tiempo, en cualquier lugar, a cualquier nivel, todos los t¨ªtulos que disput¨®, estableciendo como ley una nueva mirada; un madrile?o dibuj¨® los nuevos l¨ªmites del ciclismo en el Tour; un nadador estadounidense dio primero un guantazo a la hipocres¨ªa moral de su pa¨ªs, que le conden¨® por fumar de una pipa de mar¨ªa, y luego a la hipocres¨ªa comercial derrotando casi desnudo a rivales pertrechados de ba?adores at¨®micos; una surafricana desdibuj¨® las fronteras entre g¨¦neros; mostr¨®, corriendo como ninguna, que entre el hombre y la mujer no hay una diferencia tan n¨ªtida como entre lo blanco y lo negro, que hay millones de grises entre medias; un golfista negro demostr¨® con su par¨¢bola a lo belle de jour que se puede ser Dios y el diablo al mismo tiempo, d¨ªa y noche en el mismo cuerpo.

Mal a?o, pues, 2009 para los fil¨®sofos del deporte que proponen como nuevo paradigma el tampoco estar¨ªa mal no ganar. Lo tendr¨ªan complicado, en cualquier caso, para convencer de su verdad a gente como Usain Bolt, Pau Gasol, Pep Guardiola y los cracks del Bar?a, Alberto Contador, Michael Phelps, Caster Semenya o Tiger Woods, los protagonistas de 2009, deportistas ¨²nicos para quienes deporte equivale a competici¨®n, a r¨¦cords, a victoria. A l¨ªmites superados. La esencia del deporte es tambi¨¦n la semilla de sus miserias, el dopaje, la corrupci¨®n, la violencia, el ultranacionalismo, las banderas a todo trapo, el gigantismo, el comercialismo...

Los grandes deportistas espa?oles han elegido a Pau Gasol como el mejor nacional del a?o porque no s¨®lo condujo a la selecci¨®n espa?ola a la conquista del Campeonato de Europa, uno de los pocos t¨ªtulos que le faltaban, sino, sobre todo, porque, como hombre b¨¢sico de los Lakers, se convirti¨® en el primer espa?ol que gana el anillo de campe¨®n de la NBA. Al triplete, que podr¨ªa llamarse sextuplete, del Bar?a de f¨²tbol si a la Copa, la Liga y la Champions se a?aden un par de Supercopas y el Mundialito, lo han considerado el acontecimiento del a?o y al canario Pedro, el delantero que ha metido goles en todas las competiciones, la revelaci¨®n.

A Bolt, claro, le han designado el mejor deportista mundial del a?o. Bolt, el hombre sin l¨ªmites, como recuerda su entrenador, repiti¨® en 2009, cuando nadie salvo su genio le obligaba, los hechos imposibles que le hab¨ªan convertido un a?o antes en el rey de Pek¨ªn, en el nuevo dios del deporte mundial, en el hombre m¨¢s r¨¢pido de la historia del mundo (bis).

Ellos son los protagonistas de 2009, pero tambi¨¦n tendr¨ªa derecho a serlo Alberto Contador, que gan¨® su segundo Tour con una superioridad tal que hizo an¨¦cdota de lo que sucedi¨® en la carretera y n¨²cleo de la historia su relaci¨®n con Armstrong, el m¨¢s grande de la historia del Tour, quien regres¨® a la b¨²squeda del octavo, quien no pod¨ªa creer que Contador fueran tan superior a ¨¦l; que acab¨®, como santo Tom¨¢s, creyendo a la fuerza de los hechos. Y tampoco desentonar¨ªan Marta Dom¨ªnguez, primera espa?ola campeona del mundo de atletismo en una prueba de pista, o Rafa Nadal, tremendo de inicio, con la victoria en enero en el Open de Australia, el primer espa?ol que lo consigue, y tremendo de fin, con la consecuci¨®n en diciembre de la cuarta ensaladera Davis espa?ola. Dej¨® hueco para que Federer mojata con sus l¨¢grimas felices la tierra roja de Par¨ªs.